LXII

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Pasaron semanas hasta que los representantes de las grandes casas de reunieron en Desembarco del Rey, Eilidh había esperado en la capital junto con Arya, los inmaculados no les había tratado cruelmente, simplemente les habían dado una habitación en la fortaleza en la que poder hospedarse.

- ¿Dónde está Jon?- preguntó Sansa al ver que Gusano Gris solo había traído a Tyrion ante ellos.

- Está prisionero.- respondió el soldado.

- Como lord Tyrion, ambos debían venir a la reunión.- replicó Sansa.

- Nosotros decidimos que hacer con los prisioneros, ahora la ciudad es nuestra.

- Si miras fuera de los muros de vuestra ciudad verás a miles de norteños que te explicaran porque te conviene que Jon Nieve no sufra ningún daño.- dijo Sansa.- ¿Queda claro?

- Y vos veréis inmaculados que creen que si.

- Algunos seréis rápidos en perdonar, pero los hijos del hierro no.- habló Yara.

- Juraste seguir a una mujer que acabó con miles de vidas inocentes.- le dijo Eilidh a la hermana de su esposo.

- Nos liberó de un tirano.- contraatacó la Greyjoy.- Cersei se ha ido gracias a ella, y Jon Nieve le clavó una daga en el corazón. Ahora que los inmaculados le den su merecido.

- Di otra palabra sobre matar a mi hermano y te corto el cuello.- amenazó Arya.

- ¡Por favor!- ser Davos se puso en pie.- Llevamos mucho cortándonos el cuello mutuamente. Si no fuera por ti y tus hombres, habríamos perdido la guerra con los muertos.- le dijo a Gusano Gris.- Este país tiene una deuda que jamás podremos pagar, pero lo intentaremos. Hay unas tierras en el Dominio, buenas tierras, la gente que vivía allí se ha ido. Hazlas propias, funda tu propia casa con los inmaculados como tus abanderados. Hemos tenido bastante guerra, miles de vosotros, miles de ellos, ya sabes como acaba. Debemos hallar un medio mejor.

- No necesitamos pago, si no justicia. Jon Nieve no puede ser libre.

- No te corresponde decidirlo.- dijo Tyrion.

- ¡No estáis aquí para hablar!- exclamó el inmaculado.- Ya hemos oído bastantes palabras vuestras.

- Jon Nieve cometió su crimen aquí.- Tyrion continuó hablando a pesar de la advertencia.- Su castigo ha de decidirlo nuestro rey o nuestra reina.

- No tenemos ni rey ni reina.- dijo el Pez Negro.

- Sois las personas más poderosas de Poniente, elegid uno.- dijo Tyrion.

- Elegidlo pues.- accedió Gusano Gris.

El silencio reino, realmente eran pocos los que quisieran ocupar un lugar así, tan... maldito.

- He visto quien debe reinar.- Bran rompió el silencio.- Y se que mis visiones no se están equivocando. Aegon el conquistador lo vio en un sueño, y en el la paz caía sobre Poniente. Si he venido hasta aquí ha sido para poder nombrarla como nuestra reina. Gracias a ella es que estamos aquí reunidos, todos estos años ha luchado por las que le parecía lo más justo, y sé que sentada sobre ese trono seguirá haciéndolo.- todos miraron al chico intrigado.- Ahora hablo como Brandom Stark y no como cuervo de tres ojos, jamás he conocido a alguien más entregado a las personas que ama, si reina se que buscará el bien del pueblo en todo momento. No puedo imaginar una mejor reina que Eilidh de la casa Stark.

Todas las miradas de los señores y señoras de Poniente se posaron sobre la rubia, que únicamente pudo mantenerse recta sobre su asiento.

- Si.- el siguiente en hablar fue Samwel Tarly con una ligera sonrisa.

Fue cuestión de unos minutos que todos los señores comenzasen a aceptar a su nueva reina.

- Si.- asintió Yara causando la primera sonrisa en los labios de Eilidh, no sabía se lo hacía por Theon o porque de verdad creía que era una buena elección, pero significaba mucho para ella.

Solo quedaba Sansa, que miró pensativa hacia el frente antes de girarse hacia su hermana.

- Te quiero, hermana, siempre lo haré y serás una buena reina.- dijo.- Pero decenas de miles de norteños cayeron en la gran guerra defendiendo todo Poniente, quienes sobrevivieron han visto y luchado demasiado para arrodillarse de nuevo.- explicó.- El reino seguirá siendo un reino independiente, como lo ha sido durante milenios.

- Que así sea.- asintió Eilidh.

- Saludemos a Eilidh la Loba.- dijo Tyrion.- Primera de su nombre, reina de los ándalos y primeros hombres, señora de los seis reinos y protectora del reino.


Los inmaculados pedían la cabeza de Jon y sus hermanas que lo liberase, pero ella ya lo había decidido con él. Lo enviaría a la Guardia de la Noche, sabía que eso sería incluso más castigo para ella que para él.

- Mi reina.- Jon se arrodilló al llegar ante ella.

Eilidh se lanzó a los brazos de su hermano para abrazarlo.

- Estoy aquí gracias a ti.- murmuró.- Todos piensan que fuiste tú quien la mato.

- Fui yo quien debió hacerlo.- reconoció Jon.- Pero tú como siempre cuidando de tus hermanos.

- Es mi deber como hermana mayor.- sonrió dejando un beso en la mejilla de Jon.- Prométeme que me escribirás y que visitarás a las chicas y a Bran cuando te sea posible.

- Lo prometo.- asintió.- Nos vemos, hermana.

- Nos vemos, hermano.

La coronación de Eilidh fue triste pero bella, el pueblo no estuvo presente, aún se estaba reponiendo del fatídico ataque a la ciudad.

Eilidh llevaba un vestido dorado hecho de las mejores sedas, la cola era tan larga que ocupaba todo el pasillo al trono.

Al llegar al inicio de los escalones al trono, se agachó para que su hermano Bran pudiese colocar la corona que perteneció a Aegon el conquistador en su cabeza. Una vez con elle puesta, comenzó a subir los escalones al trono.

- ¡Por la reina!- los señores comenzaron a aclamar.

Eilidh tomó asiento en el trono de hierro, después de todo Rhaenyra Targaryen si terminó siendo la legítima reina.

Dio un pequeño saltó aún sentada al sentir como el filo de una de las espadas le rasgaba ligeramente la mano. Observó la herida unos instantes, y cuando dejó de arder volvió la vista al frente.

Desde ese día comenzaba el reinado de Eilidh, todos los que la eligieron tenían las esperanzas puestas en ella.

Nombró a Tyrion Lannister como su mano, a Brienne de Tarth como líder de la guardia real, a Samwell Tarly como el maestre de la fortaleza roja, ser Davos era el consejero naval y lord Bronn el de la moneda.

Permitió a Gusano Gris irse con el resto de inmaculados, pero no fue tan benévola con los dothraki, les expulsó de Poniente y prohibió la entrada para siempre, había visto tanta brutalidad por su parte en Desembarco del rey que no podía soportar que estuviesen allí.

Lo primero que hizo como reina fue quitar los apellidos característicos de los bastardos, el bebé en caso de que el padre fuese desconocido tomaría el apellido de la familia de su madre. Declaró por ley que si la primogénita era una niña, heredaría la posición de su padre, tal y como se haría si fuese un hombre.

Por el momento el pueblo parecía quedarla e inclusa la aclamaban. Pero después de todo, preguntarse si había sido la mejor elección era una duda que no se iba de la cabeza de ninguno de los señores de Poniente.

Las cosas cambian demasiado. Ahora la reina de los seis reinos no sólo era una mujer, si no que para muchos una bastarda hija de Ned Strak, condenado por traición.
Eilidh Nieve sonaba manejable para muchos, pero Rhaenyra Targaryen, eso era más aterrador.

Nieve en verano (GoT)Where stories live. Discover now