VIII

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- ¿Traición?- cuestionó Robb leyendo la carta de Sansa que les había llegado desde Desembarco del Rey.- ¿Sansa ha escrito esto?

- La letra es de vuestra hermana pero las palabras son de la reina.- explicó el maestre Luwin.- Se os convoca en Desembarco del Rey para jurar lealtad al nuevo rey.

- ¿Joffrey pone a nuestro padre grilletes y quiere que Robb vaya a besarle el culo?- preguntó Eilidh con clara indignation.

- Se trata de una orden real.- dijo el maestre.- Si rehusáis obedecer...

- No rehusaré.- le cortó Robb.- Su alteza me convoca en Desembarco del Rey, así que iré allí, pero no solo.

Eilidh vio como en el rostro de Theon se dibujaba una sonrisa.

- Llama a los abanderados.- ordenó Robb.

- ¿A todos?

- Todos han jurado defender a mi padre.- asintió Rob.- Ahora veremos cuánto vale su palabra.

El maestre se fue dejando a los tres muchachos solos.

- ¿Tienes miedo?- preguntó Theon.

- Creo que si.- respondió Robb sincero.

- Bien.- dijo Theon dejando a los dos hermanos confusos.

- ¿Por qué está bien?- preguntó Robb.

- Significa que no eres estúpido.

Eilidh se levantó de su asiento y se colocó tras su hermano para poder abrazarlo por los hombros. Que su padre hubiera sido apresado por traición había sido chocante para ambos.
Sabían que todo era obra de los Lannister, con el rey Robert nunca hubiera pasado algo así, sería impensable. Pero ahora Joffrey era el rey y eso les traería muchos problemas.

- Padre conseguirá salir de esta.- dijo apoyando su rostro en el hombre de Robb.- Es Eddard Stark de Invernalia, Guardián del Norte y antigua mano del rey, lo conseguirá, estoy segura.

- Con Joffrey las cosas no van a ser tan fáciles.- se levantó enfadado y salió de la sala.

- No es personal, solo está tenso.- le dijo Theon justificando el comportamiento de su amigo.

- Lo sé, si yo estuviera en su lugar también lo estaría.- ocupó el asiento de Robb.- Estas feliz porque va a seguir tu consejo, ¿no es así?

- Un poco- dijo sonriente.

Se deslizó por el asiento hasta sus hombros chocaron, pasó un brazo por la cintura de la castaña, que apoyó su cabeza sobre su hombro.

- Tu también estás preocupada.- afirmó mirándola fijamente.- No lo pienses demasiado, no hay mucho que puedas hacer.

- Lo se, y eso es mucho peor.- dijo con la voz algo triste.- Saber que no puedo hacer nada para sacar a mi padre y a mis hermanas de ese infierno.

- Robb se encargará de eso.- dejó un beso sobre su frente.

- Si pudiese iría a lomos de Brandr y mataría a Joffrey yo misma, mientras Brandr acaba con la reina.- dijo furiosa.- Ese sería mi desenlace soñado.

- Solo puedo imaginar lo sexy que te verías.- murmuró Theon.- Me encanta esa actitud guerrera que tienes.

- Lo sé.- movió su rostro para poder besarle en los labios.

- Eilidh.- una voz aguda lea hizo separarse.

- ¿Pasa algo, Rickon?- preguntó la chica confusa al ver a su hermano pequeño frente a ellos.

- Echo de menos a madre, ¿sabes cuándo va a volver?- dijo tímido mientras escondía su rostro en el pelaje de Peludo, o Pelos como le llamaba él.

- No se cuando va a volver, pero estoy segura de que ella también os echa de menos y está deseando volver para estar con vosotros.- con ayuda de la mano de Theon, Eilidh salió del banco en el que estaban sentado y se acercó al niño para cargarlo en brazos.

Es cierto que Bran era el que peor estaba llevando la ausencia de su madre, desde que se fue había estado molesto con ella, quizás porque esperaba encontrársela a su lado cuando despertase, y en su lugar estaba Eilidh. Pero Rickon llevaba más sintiendo la ausencia de Lady Stark, cuando aún estaba en Invernalia se pasaba el día encerrada en los aposentos de Bran, así que el pequeño pelirrojo se dedicaba a perseguir tanto a Robb como a Eilidh, solía acudir más a la chica porque era quien más atención podía prestarle.

Eilidh no tenía en gran estima a Catelyn pero sabía que amaba a sus hijos por encima de cualquier cosa, y dejarles quizás había sido lo más duro que había hecho en su vida, incluso más que verles la cara a ella y a Jon cada día. Pero debía hacerlo por el norte, se lo debía a Eddard.

- ¿Qué te parece si te enseño a tirar con arco?- era demasiado pequeño, pero sabía que eso le pondría feliz.- O quizás Theon pueda hacerlo, no hay mejor arquero que él en este castillo.

- Ni en este castillo ni en todo Poniente.- dijo Theon yendo hacia ellos.- Quizás pueda darte algún consejo.

El pequeño se escurrió entre los brazos de Eilidh y salió corriendo mientras gritaba de felicidad hacia el patio preparado para su primera lección de tiro con arco.

- Lady Stark debería tenerte más consideración, eres mejor hermana que ella madre.- se burló Theon.

- No es cierto, Lady Stark podrá fallar en muchas cosas, pero no como madre.- la defendió Eilidh.- No digo que haga bien en tratarnos a Jon y a mi de esa manera, pero, ¿qué harías tú si tú mujer tiene dos hijos mientras está casado contigo y además los trae a vuestra casa?

- No lo permitiría.- levantó los hombros.- Pero nunca voy a tener que enfrentar a ello, siempre has dicho que no vas a engendrar un bastardo. Así que no es algo a lo que le de muchas vueltas.

- Es decir, que crees que vamos a casarnos. Y además, que voy a tener a tus hijos.

- No lo creo, lo sé.- dijo confiado.

Pasó el brazo por los hombros de Eilidh acercándola hacia su cuerpo. Toda Invernalia, incluida Eilidh, sabía lo mucho que le gustaban las mujeres a Theon, se decía que todos los hijos del hierro eran así, y sabían que en ocasiones acudía a prostitutas. No era algo que ha Eilidh le agradase, no le parecía un trabajo digno para las mujeres y sabía que muchas por lo decir todas lo hacían por obligación, además, de que era muy probable que su madre hubiese sido o fuese una. Pero no podía impedir que Theon acudiese a ellas, siempre se le había inculcado que los hombres eran así, tenían necesidades y debían saciarlas, y ella no le ayudaba a eso, así que tendría que tolerar que fuese con ellas, por mucho que lo odiase.

Nieve en verano (GoT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora