Nieve en verano (GoT)

XLVII

Theon y Eilidh se encontraban en la habitación que le había sido asignada a la muchacha durante su estancia en Rocadragón. 

La rubia tenía la cabeza acostada sobre el pecho del Greyjoy mientras este dejaba caricias en su cabello. 

- Tú hermana conseguirá escapar.- dijo Eilidh- Vuestra reina la ayudará.- lo último lo dijo con cierto retintín en la voz. 

- ¿A qué se debe ese tono?- preguntó confuso. 

- No puedo creerme que os arrodillaseis ante ella.- se incorporó para mirarlo.- Solo hay que ver los aires de grandeza con los que ha venido, reclamando un trono que no le pertenece. 

- Fue el trono de su padre. 

- Y del rey Robert después.- contradijo Eilidh.- No por ser hija de un antiguo rey tiene derecho a ser la reina. ¿Quién nos asegura que no acabará como su padre?

- No puedes juzgarla por algo que ella no ha hecho.- negó Theon.- Los pecados de su padre no son los suyos. 

- A mi no me molestaría si me juzgasen por quién fue mi padre.- dijo Eilidh con el ceño fruncido.- Sea como sea, si esta en mi mano, no pienso hincar la rodilla ante ella. 

- Te tomará como su enemiga entonces.- murmuró Theon acariciando su mejilla.- Lo mejor es que la aceptes como reina, quién quieres que reine si no, ¿Cercei?

- Por supuesto que no.- negó Eilidh.- En toda mi vida solo he reconocido a tres reyes, Robert, Robb y ahora Jon. Soy del Norte, y Jon es mi rey, no me arrodillaré ante nadie más. 

- ¿Y si es Jon quién hinca la rodilla?

- Entonces confiaré en que ha tomado la decisión acertada.- respondió en un suspiro.- He estado alargando esto, pero debo preguntarte algo, necesito una explicación. 

- Lo sé.- respondió Theon con pesar. 

- ¿Por qué, Theon?- preguntó con dolor.- Nunca pensé que serías capaz de traicionar a Robb. Yo misma fui la que le convenció de enviarte a las islas del Hierro para que hablases con tú padre, sabía que lord Balon no era alguien en quien debíamos confiar, pero estabas tú. Jamás hubiese dicho que te tornarías en nuestra contra. 

- Ojalá pudiese retroceder en el tiempo.- murmuró.- Cuando volví a Pyke sentí la presión de ser un hijo del hierro sobre mi, llevaba tanto tiempo fuera que mi padre no me tomaba en serio, me veía como a un... como a un Stark, incluso habló de desheredarme. Me confundí, pensé que debía ser un hijo del hierro para que mi familia estuviese orgullosa de mi, y olvidar todo lo que tuviese que ver con los Stark. Me convencí a mi mismo que todo este tiempo no había sido más que un prisionero en Invernalia, me olvidé de que mi padre no tuvo problema en entregarme como rehén y que lord Eddard me cuidó como a su propio hijo. Y yo eché todo por tierra, no hay día que no me arrepienta de todo lo que hice. 

- Pagaste por ello.- dijo Eilidh.- Son pocas las personas que pagan por sus pecados en vida. Además, ayudaste a escapar a Sansa, no lo hubiese podido hacer sin ti. 

- Me costó hacerlo.- admitió.- Cuando te vi en Invernalia vi tenuemente la luz, pero en cuanto te fuiste volví a la oscuridad. Me costó tiempo hasta que volví a abrir los ojos y reunir el valor para ayudar a Sansa a escapar, todo gracias a ti. Porque desde que vi a Sansa llegar no pude quitarte de mi cabeza, tú recuerdo volvió para darme fuerza. 

-  No quiero que recuerdes esos momentos.- murmuró Eilidh.

La rubia enterró su mano en el cabello de Theon y se acercó lo suficiente como para que sus narices rozasen y sus alientos se mezclasen. 

- Después de todo, ¿aún me amas?- preguntó Theon. 

- Si te hubiese dejado de amar tu traición no me habría dolido.- contesto Eilidh a escasos centímetros de sus labios.- ¿Puedo besarte?

Theon lo pensó durante unos instantes antes de ser el mismo quien acabase con la distancia que les separaba. Se fundieron en un beso lento y necesitado, llevaban demasiado tiempo sin verse y ambos habían cambiado mucho, pero ese beso se sentía igual que los que se daban a escondidas de adolescentes. Era el mismo sentimiento puro e inocente que en ese entonces. 

- Te prometo que no volveré a hacerte daño, que los dioses me castiguen si vuelves a sufrir por mi culpa.- Theon se separó apoyando su frente en el pecho de Eilidh.- He cargado con ese sentimiento de culpabilidad durante años, y me ha quemado por dentro, no quiero volver a sentirlo. Cada día me arrepiento de todo lo que hice, traicioné a la persona que más amo y al que era como mi hermano. He sido castigado por mis pecados, pero dudo que algo que no sea la muerte sea suficiente castigo. 

- Robb ardió de ira cuando supo que habías ocupado Invernalia.- dijo Eilidh acariciando su cabello.- Pero estoy segura que ahora os perdonaría y os abrazaría como los hermanos que sois. Murió pensando mal de ti, pero donde sea que este estoy segura de que os ha perdonado. Si en algún momento volvéis a reuniros, estoy segura de que te dará la bienvenida con los brazos bien abiertos. 

- Mandé todo lo que tenía a la mierda por ganarme el respeto de mi padre, y cuando fui capturado por Ramsay ni si quiera movió un dedo para ir a rescatarme.- se lamentó.- Mi verdadero padre hace años que perdió la cabeza en Desembarco del Rey. 

Pasaron horas en la habitación, poco les importaba lo que el resto pudiese insinuar. Estuvieron tumbados en la cama, abrazados el uno al otro. El viejo Theon no hubiese duda en acostarse con Eilidh, pero desde lo que Ramsay le hizo a él y a su cuerpo, no era él mismo, era imposible serlo.