Nieve en verano (GoT)

XXXII

- ¿Te convertirás en Stark de un plumazo?- preguntó Sam al escuchar lo que Stannis le había prometido a Jon. 

- Es lo primero que recuerdo haber deseado.- respondió.- Soñaba que nuestro padre se lo pedía al rey y que dejábamos de ser los bastados de Invernalia para siempre. 

- Te lo mereces, de verdad.- Sam le apoyó con una sonrisa.- No podría estar más feliz por ti.

- Vas a rechazarlo.- murmuró Eilidh ganándose la mirada de ambos.- Te conozco lo suficiente como para saber que lo harás. Hiciste un juramente con la guardia de la noche, jamás romperías un juramento. 

- ¿Qué clase de señor de Invernalia sería si lo rompiese?- cuestionó.- Pero quizás tú podrías...

- ¿A caso Stannis aceptaría a una mujer?- cuestionó encarnando la ceja.- Debería pensarlo, pero ya se lo rechacé a Robb, no veo por qué debería aceptárselo a él. 

- Porque en ese momento, no significaba nada más que una palabra tras tú nombre.- Jon la miró.- Ahora puede que seas la próxima señora de Invernalia. 

- En caso de que Stannis consiga la victoria.- corrigió la chica.- Tampoco se si quiero ese título, nunca me ha pertenecido, no se por qué sería diferente ahora. 

- Somos hijos de Eddard Stark, no es como si le estuvieses quitando el lugar a nadie. 

- Bran y Rickon tienen más derecho que yo, y ni si quiera sabemos donde están.- dijo Eilidh, aunque a la chica siempre le había parecido que todo lo de la línea de sucesión estaba bastante mal planteado, los hombres por encima de las mujeres, a pesar de que estas pudiesen ser más válidas. Al fin y al cabo, una mujer estaba destinada a olvidar su nombre y adoptar el de su marido. 

- Yo me encontré con vuestro hermano.- dijo Sam causando que los dos Nieve le mirasen. 

- ¿Por qué no lo habías dicho antes?- los dos preguntaron a la vez. 

- No lo sé, simplemente me acaba de venir a la cabeza.- se excusó nervioso.- Fue cuando después de mi encuentro con los caminantes, Elí y yo tratábamos de alejarnos lo máximo posible. Le dije que viniese con nosotros. Insistí, pero se negó, según él debía ir hacia el Norte

- ¿Cómo que debía?- pregunto Jon. 

- No lo sé, no me contó nada más.- Sam levantó los hombros.- Estaba acompañado de una chica y un chico, no mucho más mayores que él. 

- ¿No estaba Rickon?- preguntó Eilidh preocupada recordando lo que Theon le había dicho. 

- No.- contestó cabizbajo.-Pero Bran tramaba algo importante, hubiese venido conmigo si no fuese así, le dije que le traería con Jon.

- Quizás deberíamos ir a buscarlo.- dijo Eilidh.- Theon me dijo que cuando él ocupó Invernalia ambos escaparon, debieron de hacerlo juntos. Si se han separado es porque algo ha debido de sucederles. 

- Ni hablar.- negó Jon.- No conseguiríamos encontrarlos, ni si quiera sabemos donde pueden estar. Se de sobre lo que estás pensando, y ni pienses en ir sola, es un plan suicida.-

- Ahora que sabemos hacia donde fue Bran, deberíamos hacer todo lo que este en nuestra mano por encontrarlo.- se quejó Eilidh- ¿Qué pasa si necesita nuestra ayuda?

- Eilidh, no puedo simplemente irme de aquí, ahora soy el Lord Comandante.- dijo Jon.- No es tan fácil. Y ahora que tú estás aquí, conmigo, no puedo dejar que vuelvas a irte. Todo comenzó a irse a la mierda en el momento en el que nos separamos. 

- Tú y yo estamos juntos, pero, ¿qué hay del resto?- cuestionó Eilidh.- No sabemos dónde están, si están a salvo o no. Llevamos sin saber de Arya desde que padre murió, puede que ella también lo esté y ni si quiera lo sepamos. 

Cuando el que se hacía llamar rey Stannis y su mano entraron a la sala, sus miradas fueron directas hacia la chica que se encontraba en pie a la derecha de Jon Nieve. 

- Lord Comandante.- saludó Stannis. 

- Majestad.- Jon se levantó. 

- Me gustaría hablar a solas.- reclamó el Baratheon. 

- Olli es mi mayordomo ahora, como yo lo fui del Lord Comandante Mormont, quiero que asista a mis reuniones para que aprenda de hombres con experiencia.- explicó.- Y Eilidh es mi hermana, estos asuntos la incumben tanto como a mi. 

Stannis lo miró unos instantes antes de tomar asiento. 

- ¿Habéis considerado mi oferta?- preguntó. 

- Así es, y os lo agradezco, es para mi un honor.- dijo Jon.- Toda mi vida he querido ser Jon Stark. 

- Decidlo y lo seréis.

- Pero debo rehusar, soy el Lord Comandante de la Guardia de la Noche, mi lugar es este.- Stannis dirigió la mirada decepcionado a ser Davos. 

- Os doy la oportunidad de vengar a vuestra familia, de recuperar el castillo donde os criasteis, de gobernar el Norte. 

- Ojalá pudiese luchar a vuestro lado, creedme, ojalá.- dijo Jon.- Pero hice un juramento sagrado en el bosque de dioses, consagre mi vida a la Guardia de la Noche

- Tan honorable como vuestro padre.- dijo Stannis levantándose.- Recordad que lo mató su honor. 

- Mi hermano no es el único hijo de mi padre que tenéis en frente.- Eilidh habló. 

- Si el único hombre.- aquellas palabras hicieron que la rubia frunciese el ceño. 

- Si estoy dispuesta a aceptar lo que le ofrecéis a mi hermano, es porque le prometí a mi padre que protegería el Norte en su ausencia.- miró a Stannis desafiante.- Mientras el Norte sea gobernado por los Bolton el Norte sufrirá. Quiero que quede en claro que todas mis acciones son por el bienestar del Norte. 

- Es decir, queréis que os nombre una Stark y señora de Invernalia. 

- Majestad, estuve en la guerra con mi hermano Robb, los norteños me conocen, fui una parte fundamental del consejo de mi hermano.- explicó la rubia.- Puede que aquellos que aún guarden algo de lealtad por los Stark se unan a vuestra marcha si me ven en ella. 

Stannis y ser Davos se miraron por unos instantes, la oferta que les hacia la chica no parecía ser tan mala. Si algo caracterizaba a los norteños era su lealtad hacia los Stark, seguirían antes a una bastarda con sangre del mismo Eddard Stark que a un Bolton. 

- Se que la mujer roja que os aconseja es devota del señor de luz.- continuó Eilidh.- Mis dioses son los antiguos, pero él vio algo en mi, me salvó de un destino atroz. 

- Moristeis en la boda roja junto a vuestro.- la mujer de cabellos rojos apareció tras ser Davos.- El señor de luz mandó que fuerais devuelta a la vida. 

- ¿No os parece una señal, su majestad?