Siguiendo sus pasos (Según el evangelio de Mateo)

Jesús es ungido en Betanía

Jesús es ungido en Betania(Mr. 14.3-9; Jn. 12.1-8)

6 Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,

7 vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa.

8 Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio?

9 Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres.

10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra.

11 Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.

12 Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararse para la sepultura.

13 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.

Este capítulo simplemente me encanta, pues nos muestra una mujer perfumando los pies de Jesús, me parece un gran privilegio y una acción hermosa de parte de esta mujer al Maestro.

Los discípulos como siempre al principio nunca entendían qué era lo que estaba pasando alrededor de Jesús y se perdieron este gran momento por sus opiniones equivocadas... Simplemente esto era un acto profético, de que Jesús iba directo a su muerte, por eso la mujer lo  estaba ungiendo.

Los discípulos reclaman porque entendían que ese perfume se podía vender y darle a los pobres... Eso también hubiese sido una acción muy buena, pero en este momento no era necesario, por qué Jesús quería que vieran como esta mujer lo prepararía para su sepultura.

Jesús les menciona que ayudar a los pobres es una acción que siempre se debe de hacer , no solamente en un momento o una sola oportunidad, por eso les menciona que siempre estarían con ellos y siempre debemos ayudar.

Ahora, este capítulo es muy predicado por la acción de la mujer, por dar lo mejor de ella al Señor.

Y en ese contexto lo vamos a estudiar...

No había duda que este perfume era especial y tenía un alto precio, pero ella decide regalárselo al Señor derramándolo sobre Él,  haciendo que ese perfume inundara toda la casa.

Y así también nosotros tenemos que hacer en el momento en que decidimos seguir a Jesús... Allí es cuando nos derramamos delante de Él y dejamos de ser nosotros para ser completamente de nuestro Salvador en agradecimiento, así con nuestra vida le damos nuestra mejor adoración, como esa fragancia o perfume fragante que sea de buena aceptación para el.

¿Hoy te pregunto qué le darías al Señor? ¿Como derramarías tu vida y tu mejor adoración delante de Él?

Este capítulo nos debe recordar, que no importa lo que piensen o digan los demás... Cuando tú quieres darle algo tuyo al Señor, tú lo puedes hacer y nadie te puede criticar,  nadie puede menospreciar el don que se te ha puesto en tus manos para darle gloria a Dios.

Sabías que de ese acto, a pesar de ser profético (pues era la unción antes de la muerte... ) lo que realmente lo hace bello, es que más que el perfume y las lágrimas de esa mujer que se mezclaban con el perfume, era el corazón de ella lo que realmente estaba emanando la verdadera fragancia a Jesús...

Hoy te invito a derramar lo más preciado que busca Jesús en ti... tu corazón.