La higuera

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Mateo 21:18‭-‬21 RVR1960

Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto.

Y luego se secó la higuera. Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera? Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.

 Y esta es la maldición de la higuera...
Ahora, ¿Qué significa esto? y ¿Cómo podemos aplicarloa hoy en día?

 Muchos teólogos dicen que esto es referente a la nación de Israel... Este capítulo tiene que ir conectado al que vemos en Marcos, o en la parábola de la higuera estéril de Lucas, todas básicamente pueden significar lo mismo... y es el dar frutos en el momento de la visitación de Jesús.

 Como todos sabemos el versículo lo dice más claramente, a los suyos vino y los suyos no le conocieron, y es que es obvio que en Israel no todo el mundo se convirtió al Mesías lamentablemente. 

Entonces estas parábolas nos hablan de un momento de visitación que tuvo el Señor con ellos, dándole la oportunidad de que dieran fruto a tiempo y aún fuera de tiempo. Sin embargo, la situación de la higuera era la de no tener fruto.

Muchas personas solamente piensan que esto es relacionado a Israel, pero ¿qué pasa con nosotros? ¿cómo podemos aplicar estos versículos en nuestra vida? Y es que es obvio que también nosotros somos visitados por Jesús y que también todos tenemos una invitación a conocerle... Ahora, como respondemos nosotros o ¿Cómo responde el Humano a la invitación de Jesús?¿Daremos los frutos correctos? o también el Señor lo único que encuentra son hojas.

 Pues entonces lo podemos aplicar de esta manera...

En el momento de nuestra invitación a seguir a Jesús debemos dar el fruto correcto y en el tiempo correcto.

El servir al Señor va más allá de un micrófono en un altar, o de cuatro paredes. El vivir una vida para él, va mucho más allá de lo que la gente puede ver por afuera, sino es una experiencia que debemos todos apreciar y comienza por dentro.

 Por eso es necesario que cuando el Señor pase por nuestro lado, pueda encontrar en nosotros el fruto correcto.

Siguiendo sus pasos (Según el evangelio de Mateo)Where stories live. Discover now