9. Siete años

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Carlos

28 de Enero, 7:13 PM

El techo de mi cuarto se ve cada vez más interesante. Es muy temprano para irme a dormir, un miércoles, sin nada bueno que ver en la televisión y mucho menos en las redes sociales. No ir a la oficina mañana me cayó como anillo al dedo, ya que el viernes es mi día libre, técnicamente tendré un fin de semana bastante largo

Michael quería que nos fuéramos a la casa de nuestro amigo en Medina, para pasar el rato entre amigos. No me convenció del todo, pero tengo hasta mañana para decidir.

Las fiestas en algún que otro aspecto me están dejando de gustar. Es como que trabajar me está volviendo algo más maduro...

Apenas llevo una semana y poco más, pero ya me está haciendo efecto.

Apago el televisor después de no encontrar nada, y me siento en mi escritorio esperando alguna señal divina para hacer algo interesante en esta noche. No quiero irme a dormir sin hacer algo, me sentiré un vago toda la puta noche.

-Hijo- Llama mi papá a través de la puerta, yo la abro al acercarme y el me mira directamente, mira hacia dentro, y luego vuelve a hablar -Krystal y yo nos iremos a dormir, ¿Ya no saldrás, o si?- Cuestiona curioso, yo volteo a ver mi habitación, suspirando sabiendo que a partir de aquí ya no saldré

La regla de mi padre es que no puedo salir después de que el se vaya a dormir, se preocupa por mi si salgo sin que el sepa, y si el se preocupa, mi mamá se preocupa, un círculo vicioso que ha prevalecido por años.

-Nah, ya no. Buenas noches pa- Respondo, el asiente entrecerrando sus ojos y cierra la puerta al irse. Me recuesto en la cama en busca de alguna señal divina de nuevo.

Me asusto un poco al escuchar toques en mi ventana, pero solo es Roselyn, la vecina del piso de abajo, también conocida como mi perra de los fines de semana. Es estudiante de fisioterapia, tiene unos veinte y algo, su cabello en ondas es un contraste con su piel oscura que más de una vez se ha puesto en tonos morados después de que estamos juntos en la cama.

-Dejame adivinar, ¿Jhonny está de viaje de nuevo?- Pregunto cuando entra en mi cuarto con ropa muy suelta

-Si, pero no vine principalmente por eso- Responde sentandose en el marco de la ventana -Habrá una fiesta dos calles abajo, ¿Quieres venir?- Invita ella mirándome a los ojos. Con sus ojos claros me sorprende que su novio se la pase viajando, ¿Quien no quisiera ver esos ojos blanquearse por la fuerza del placer que está experimentando?

-Pense que haríamos otro tipo de fiesta- Respondo acercándome, su mirada tiene picardía, y la mía solo refleja deseo en este momento

-Podemos hacerla, pero también quiero disfrutar y bailar un rato, ¿Te apetece, guapo?- Pregunta abriendo un poco sus piernas cuando paso mi mano desde su rodilla hasta su cintura. Los besos en mi cuello son inminentes de su parte, y aunque no tiene una respuesta, empieza la única fiesta que me interesa disfrutar.

(..)

La mirada en el premio.

Eso decía mi padre cada que discutíamos el tema de la boda. Todos pensaban que mi vida era fascinante en la universidad, solo por tener un apellido como lo es el Garvaty. No me molesta el poder ni el dinero, tampoco los disfruto en su totalidad, en cualquier caso el dinero no es mío y el poder es de mi apellido, yo simplemente soy Carlos.

Al todos pensar que mi vida era fascinante, se juntaban conmigo. Fiestas, bares, discotecas, ¿A quien no le gustaría salir con alguien que despilfarraba dinero apenas tomaba dos copas?

Pero crecí, y entendí, entre otras cosas, que solo puedes estar al pendiente de tres necesidades en ti mismo:

El dinero para mantenerte.

El trabajo para no pensar en emociones ridículas.

Y el sexo, solo para estar contento.

Un día dejé de botar el dinero como si fuera solo papel, me concentré en las clases, y no hubo vuelta atrás, al menos hasta que me gradué.

Por una u otra razón mi padre decidió que estaba demasiado joven como para casarme con Christine y dirigir la empresa, así que, lo aplazó, al menos hasta este año, siendo ese el gran anuncio de la cena de navidad.

¿La peor parte?, me enteré por un periódico el día anterior, estaba en Las Vegas para ese día y mi padre no pudo siquiera avisarme...

Dios, lo que uno se pone a pensar mientras le están haciendo un oral.

-Ya, basta, no estamos llegando a ningún lado- Refuto hacia Roselyn, ella se levanta aún recostada de la pared del cuarto, limpiando la comisura de sus labios mientras yo me subo el pantalón

-No llegaste- Comenta cuando me volteo a abrir la ventana

-Nah, hoy no es mi día. Si Jhonny no llega mañana, quizás podamos vernos- Respondo volteandome

-Seguro, subiré si eso pasa- Responde dando un beso en mi mejilla antes de irse. Aunque yo no tuve mi pequeño final feliz, ella si que lo tuvo, y se está yendo empapada en ese final.

Cuando cierro la ventana, casi instantáneamente, entra mi padre a la habitación mirándome como si me quisiera matar.

-¿A dónde fuiste?- Pregunta cruzando los brazos

-¿A ningún lado?- Respondo gracioso -Solo estaba sentado en la escalera de emergencias, es todo- Agrego con una sonrisa que el claramente conoce.

No sabe de Roselyn, pero si sabe lo que hago cuando estoy en la escalera de emergencia.

-¿Te queda alguno?- Pregunta soltando su cruce de brazos, dejando que la camisa de dormir que tiene se abra un poco, mostrando el abdomen ligeramente marcado que tiene mi papá

Aunque está en sus sesentas, nunca ha perdido esa forma, al menos eso dice mi abuela. Yo asiento la cabeza antes de caminar a mi repisa vacía. La quito con facilidad de la pared y saco un pequeño envoltorio de papel con relleno.

Los conocidos cannabis especiales.

Michael tiene contactos para todo, enserio, para todo.

-Gracias- Agradece cuando le doy uno -Ahora vete a dormir, y dile a la chica del piso de abajo que no sea tan ruidosa- Refuta yéndose, dejándome pálido a pesar de mi oscura piel...

Le dije que no hiciera tanto ruido. Espero que Krystal no me recrimine nada de esto, es amiga de la madre de Roselyn y es capaz de contárselo a Jhonny.

Quizás está mal, pero cuando la adrenalina te ayuda en el sexo, ¿Enserio está mal?.

Me recuesto en mi cama, y por primera vez luego de siete años, no me masturbo pensando en alguna chica. Simplemente me recuesto, apago las luces de mis lámparas, las únicas que estaban encendidas, y dejo que el sueño haga lo demás...

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Todavía no les podía dar una escena de Carlos teniendo relaciones, cálmense 😂

Afemex fuera, viboritas...🖤

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4 de ReinasTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang