35. ¿Que más debo hacer?

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Christine

18 de Marzo, 10:17 AM

-Buenos días mamá- Comento apenas me asomo en la cocina, viéndola cocinar mano a mano con Mónica -Buenos días Mónica- Saludo después dando un beso en la mejilla de cada una.

-Ultimamente estás despertando de buen humor- Comenta de vuelta Mónica, sonriendo.

-Eso es cierto, desde que tú y Carlos se llevan bien, las mañanas son menos gruñonas de tu parte- Agrega mi mama. Esta me mira muy indiscretamente, sugiriendo con sus ojos algo muy indecente.

-Las dos son unas cotillas- Refuto tomando una manzana del frutero y sentandome en la isla a verlas cocinar -¿Y papá?- Pregunto al notar su ausencia.

-Salió temprano con Dominic, desde que tomaron el control de su amada empresa ahora van cada fin de semana de pesca a la casa de Hat Island...- Responde mi madre picando algo de tomate.

-¿Papá y Dominic?, ¿De pesca?, permite que dude de eso...- Contesto graciosa, ambas ríen conmigo antes de que mamá se lave las manos y de un último vistazo a todo.

-Iré a poner la mesa, lleven las cosas allí cuando estén listos- Ordena antes de salir de la cocina, Mónica mira como se va y cuando se cerciora, se acerca a mi con rapidez.

-El señor Eduardo se fue con algunos hombres en la mañana, y creo que el señor Dominic estaba con ellos, no era un viaje amistoso de pesca si me dejas opinar- Susurra cerca de mi rostro, eso enciende mi curiosidad, ella vuelve a terminar de cocinar y deja las cosas en platos para que la ayude a llevarlos.

Mi madre está en la mesa mirando su celular cuando llegamos allí, las tres empezamos a comer mientras hablamos sobre distintas cosas. Ella avisa que se llevará a Mónica al salón de belleza, eso me alegra, me gusta como mamá ha aceptado que Mónica también es importante para mí, a mis veintiséis años puedo decir que la mayoría de cosas que sé es gracias a ella.

Cocinar, limpiar, conocimiento básico de la mayoría de lenguajes principales, todo me lo enseñó Mónica. Mamá ayudaba, pero tenía ataques donde me sacaba de las escuelas por una u otra razón que nunca entendí, haciendo que sea Mónica quien me enseñara las cosas que tenía que saber.

No me criaron en religión, pero ella me hizo saber que siempre habría alguien cuidándome desde el cielo...

La comida estaba deliciosa, y cuando Mónica se lleva los platos de la mesa, aprovecho para hablar de algo importante con mi mamá, hay muchas cosas que preguntar, pero eso será después de la boda.

-Mamá, quería hablarte de algo- Empiezo yo, ella no despega la mirada de su teléfono, pero se que me está escuchando -Ya que todo lo de la empresa y la boda está saliendo como querían, y seguramente terminaremos en una buena negociación, ustedes van a retirarse y estarán bien, quería saber que te parecería si entro a la carrera de medicina...- Agrego después, mirándola.

Su lenguaje corporal sugiere un pequeño rechazo a mi idea, pero su mirada sigue en el celular.

-Se que quizás no te gusta esa idea, pero es un sueño que tengo desde pequeña, incluso era más importante para mí que la empresa, pero quise complacerlos antes para que no estuvieran enojados o decepcionados con mi decisión- Vuelvo a hablar, intentando ganar su atención -Solo necesito saber que tú estás bien con eso, así podré cumplir mi sueño, mamá...- Agrego después, casi suplicante.

4 de ReinasWhere stories live. Discover now