33. Líos familiares

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Thena

13 de Marzo, 8:43 PM

El trabajo no se ha extendido mucho desde el día en que me quedé con Carlos. Para mi sorpresa, Karl y Carlos se llevaron de maravilla, incluso me permitió que en próximas oportunidades, pudiera llevarlo a la oficina si nadie podía buscarlo, así no tendría problemas con los horarios.

Ganarme la confianza de el y Christine ha sido una de mis mejores jugadas hasta ahora.

-Thena, mi madre quiere verte, tiene una pequeña sorpresa...- Comenta Christine pasando por mi escritorio. Yo sonrío irónica antes de terminar de recoger mis cosas, ya es casi la hora de salida.

-Claro, tengo que pasar por Karl, quizás sea mejor que tú madre me de la ubicación- Respondo mientras empiezo a caminar a su lado.

-Podemos ir a buscarlo, esta sorpresa los beneficiará a ambos- Menciona con una sonrisa, mientras bajamos en el ascensor hasta el lobby -Ademas, con el chófer que contrató mamá hace unos días, llegaremos a dónde esté tu hijo en menos de diez minutos, es un maldito animal en la carretera- Agrega sonriendo sin mirar a un punto exacto.

-¿Eres fan de la velocidad?- Interrogo viendo su cara de felicidad.

-No tienes una idea. Papá los odia, por eso no he podido darme el gusto de tener los autos de mis sueños, pero se que cuando salga de su control, haré todo lo que quiera...- Alega pensativa, ahora mirándome a mi. Las puertas del ascensor se abren para nosotras, y al caminar por el ahora solitario lobby, se sintió bien tener cerca a esta chica.

Me arrepiento de haberla llamado perra engreída cuando nos conocimos aquel día en su mansión, la cual escuché que vendieron hace poco, me preocupa un poco ese hecho, sé cuánto amaban esa mansión.

-Hola pequeña, es un placer verte de nuevo...- Saluda la madre de Christine abrazándome con ternura. Abraza igual a su hija antes de subirse en el asiento del copiloto de la Range Rover -Nick, vamos a buscar al hijo de Thena, antes de ir a dónde te indique- Decreta la señora mientras Chris y yo subimos en los asientos de atrás.

El chico, el cual no parece mucho más envejecido que yo, sonríe gracioso antes de empezar a conducir por las calles nocturnas. Laura y Chris saben que dejo a Karl con Johnson, uno de los de la oficina, cuando no puedo ir a buscarlo en la tarde, así que no me sorprende que ya Laura le haya dicho a dónde debe ir.

La conversación en el auto es casi nula, hay comentarios de vez en cuando, pero Chris se la pasa más en su celular y Laura está viendo algo en su computadora. El único que está más al pendiente de mi posición y mis movimientos es el tal Nick a través del espejo retrovisor.

Le envío un mensaje a Johnson cuando estamos por llegar, y así al parar el auto frente al edificio de mi compañero, ya está ahí abajo sosteniendo a mi hijo en su mano. Bajo del auto y recibo el abrazo de mi hijo con fuerza, lo cargo en mis brazos mientras me despido con la mano de mi compañero.

Al subir al auto, saluda a Christine y Laura con un abrazo a cada una, mi hijo ha tomado cariño con estas mujeres más rápido que con cualquier persona en el mundo. Christine es bastante amorosa con el, incluso lo lleva en sus piernas mientras estamos en el auto, Laura no para de hablar con el, preguntándole por lo que aprendió en la escuela y que hizo en el día.

Se siente bien que tenga contacto con otras personas.

Veo por la ventana como tomamos camino a la zona cercana al departamento de Carlos, no creo que vayamos allí, y acierto con mi pensamiento cuando nos desviamos en Avalon Way hacia un complejo de departamentos, veo en un pequeño cartel de vendido el nombre del lugar: City views.

4 de ReinasWhere stories live. Discover now