14. Sintonía

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Carlos

6 de febrero, 7:02 AM

La tardanza es un término que no podía estar en mi vocabulario hace mucho, justo ahora permitirme llegar dos minutos tarde es algo que seguramente requeriría un castigo, agradezco que Dominic, Eduardo y Laura ya no puedan estar en este lugar, así que ya ellos no tienen poder sobre mi.

Me encuentro en la entrada de la empresa habiendo dejado mi BMW en mi plaza, pero también veo a Christine entrando muy apresurada.

-¿Resaca?- Pregunto viendo sus lentes de sol

-Podría preguntar lo mismo- Responde viendo la presencia de mis lentes de sol también.

No digo nada más cuando se me escapa una sonrisa. Nos subimos en el ascensor directo a las oficinas y es ahí cuando ella vuelve a hablar.

-Nos van a asesinar por llegar tarde- Su comentario al aire alberga tanta razón como miedo. No nos criaron como maricas, pero si hay alguien a quienes le tenemos miedo, es a nuestros padres enojados.

-En este momento prefiero estar muerto que trabajar, así que no estaría tan mal ese destino- Respondo sacándole una risa nasal.

-Oye, que nunca te dije que lo sentía por lo de tu madre y tu padre- Comenta de nuevo cuando las puertas del ascensor se abren.

-Tranquila, seguramente estabas muy ocupada odiandome así como yo- Sentencio con una sonrisa irónica, ella me devuelve la misma sonrisa y dejamos nuestros abrigos en mi escritorio antes de pasar a la oficina de los jefes, la cual ahora es el doble de grande, dividida solamente por una mesa con dos sillas, para las horas de almuerzo espero.

Claro que nuestros papás ya estaban sentados ahí, mirándonos con desaprobación.

-10 minutos tarde, mínimo tienen una excusa, ¿No?- Pregunta Dominic juzgandome con la mirada

-Tráfico- Respondemos al mismo tiempo, increíblemente coordinados. Por una vez estamos en sintonía, para variar.

-¿Y estuvieron todo el fin de semana saliendo juntos?- Pregunta ahora Laura, la más interesada en la imagen de nuestra "familia unida".

Dos fundadores casando a sus hijos, eso siempre requiere la menor cantidad de dramas, por eso entiendo por algún lado a Laura, reitero, en algún lado la entiendo. Christine voltea a mirarme, así como yo a ella.

No sé que vimos en los ojos del otro, no se que ví en esos ojos azules cristalinos, casi tan brillantes como su pelo, pero algo me dijo que debíamos estar de acuerdo en que responder, una respuesta que a ellos les gustaría.

-Si- Respondemos juntos, Laura y Dominic se relajan considerablemente. Eduardo, por otro lado, está muy relajado bebiendo de su vaso de whisky, lo habrá tomado del mini bar.

Son las siete de la mañana, pero supongo que cuando eres un magnate de los negocios no hay hora exacta para un vaso de whisky.

-Nosotros hemos mantenido sus condiciones, así que empiecen a cumplir las suyas- Refuta Christine, los tres se miran entre ellos antes de asentir rendidos. Al irse de la oficina, ambos nos sentamos en nuestros respectivos escritorios, Thena en cualquier momento traerá nuestros abrigos.

4 de ReinasTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon