47. Las ventajas de ser invisible

3 0 0
                                    

Thena

22 de Mayo, 9:29 AM

Creo que había vivido mucho tiempo sin dinero en grandes cantidades que ahora que lo tengo no sabía que decisiones tomar. Gracias a dios tenía a Lily y Kay cerca para mantener mi estabilidad económica.

Invertí algo de mi dinero en algunas empresas fuera del país, están teniendo un alto alcance así que el dinero se aumentará poco a poco, así no me quedaré sin nada.

-Gracias Ray, y perdón por el pedido de último momento, si te puse en aprietos...- Respondo sentandome frente al escritorio de Ray, quien se sienta en su lugar después de servir dos copas de vino

-Cariño, una vez me pidieron averiguar el tamaño del pene de Leonardo DiCaprio, eso sí fue ponerme en aprietos, y aún así lo logré- Responde dando un sorbo de su copa con gracia.

-¿Cuánto mide?- Pregunto acercándome con gracia

-No es lo que imaginas, cariño, eso seguro- Responde haciendo que ambos empecemos a reír. A un costado de su oficina veo como empiezan a meter fajos de dinero en un bolso negro de gimnasio.

Le pedí a Ray de último momento que los 30 mil que faltaban por lavar para mí me los diera en efectivo en lugar de transferencia. Tengo que entregar ese dinero, y las personas prefieren que lo entregue en efectivo.

-Ray, ¿Te molesta si pregunto algo personal?- Pregunto viéndolo bastante relajado. Mueve su mano hacia mi permitiéndome hacer la pregunta -¿Cómo te convertiste en alguien que puede saber lo que sea cuando sea?- Suelto finalmente. El suelta su copa antes de mirarme a los ojos, creo que buscaba intimidarme para que me retractara, pero no lo logra, así que termina por suspirar y echarse hacia atrás en su asiento.

-Mis padres eran conocidos en el bajo mundo, manejaban el negocio de la prostitución. Veía muchos desconocidos en casa, iban con las manos vacías pero se iban con un chico o chica de menos de dieciséis años y un fajo de billetes- Responde restrospectivo.

-¿Vivías en el lugar donde...?-

-Si, es el mismo lugar donde estas parada- Refuta antes de que continúe la pregunta, dejándome con la curiosidad de saber cómo era antes este lugar, ¿Era el lugar adecuado para un niño? -Cuando ellos fueron asesinados por alemanes, apenas tenía 18 años y me exiliaron a Chicago. Viví allí el tiempo suficiente para entender que mi legado estaba en el bajo mundo, no en una carrera. Me fuí abriendo paso, en las sombras, engatusando a los hombres gays que había y luego a los heteros que debían esconderse, descubriendo secretos cada vez más comprometedores- Cuenta lentamente, dejando de tomar de su copa y empezando a tomar de la botella.

Los hombres acercan el bolso con billetes hasta mi costado en el suelo, sonriendo antes de retirarse. Veo el bolso, no me hace falta revisarlo para saber que todo está ahí.

-Para cuando volví aquí, podía destronar a los más grandes de las mafias alemanas e italianas si abría la boca, por eso, los jefes me intentaron mantener contento dándome lo que me pertenecía: El mandato de la prostitución y mi antigua casa. Empecé la remodelación de este lugar, y ahora manejo la prostitución de otra manera. Todo sucede debajo de este techo, y queda grabado, quien se sobrepase con mis chicos o chicas morirá- Finaliza después, levantándose a caminar por la oficina.

-Con todo lo que sabes, podrías manejar la mafia tu solo, Ray, ¿Que te detiene?- Pregunto confundida, alguien como el podría manejar el mundo si quisiera.

-¿Te suena la frase "El rey y el peón provienen y van a la misma caja"?- Cuestiona sonriendo sobre su hombro, yo niego sin saber de lo que habla -Sea yo quien maneje todo u otra persona, créeme que tengo el control más que cualquiera. Aveces estar en la oscuridad es más fácil que ser la imágen- Explica después, haciéndome caer en cuenta...

4 de ReinasWhere stories live. Discover now