29. Virgin

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Carlos

8 de Marzo, 10:52 PM

-¿Es de fiar?- Pregunta Lily con una voz bastante gutural desde el asiento de atrás.

-Claro que es de fiar, si no, no estaríamos en el puto auto con un bolso lleno de billetes- Responde Michael, visiblemente nervioso.

-Tampoco hay que ser groseros, Michael- Agrega Christine desde el asiento a mi lado. No quería que viniera, esto se supone que debía resolverlo solo con Michael y Lily, pero pitufina me amenazó con decirle a Dominic sobre mis intenciones con este dinero.

Tuve que decirle que era un préstamo para el consultorio donde ahora trabaja Lily, aún así, se sabe que no es para eso.

-Ay, lo siento señorita "Mis pies son de porcelana", no recordaba que aunque vayamos a un antro de mala muerte en la zona más baja de todo el puto Seattle debíamos mantener los modales- Refuta Michael con sarcasmo. Esos dos nunca se han llevado bien, y la verdad no entiendo el contexto detrás de su enemistad, creo que está igual de infundada que mi enemistad con Christine al principio.

-¿Podrían callarse?, estoy pensando- Acoto con algo de fuerza al detenernos en un semáforo, estamos a punto de entrar a South Lake Union, no es el más bonito de Seattle, ni se acerca a ser un barrio próspero, y digamos que cuatro chicos con más pinta de no saber siquiera el número de emergencias son las mejores presas en este lugar.

Lo bueno es que trajimos el viejo Volkswagen de Michael, nadie robaría está carcacha ni aunque le pagaran.

Me estaciono frente a la dirección que me dió Michael, y al bajar, encuentro el pequeño cartel de neón con la palabra Virgin en azúl, nombre que se le da a este lugar desde hace algunos años.

No es mi lugar favorito, pero se cogen buenas putas por aquí.

-¿A dónde creen que van?- Pregunta el gorila poniendo una mano en mi pecho, Chris toma un paso al frente mientras que Lily y Michael se acojonan por cuarta vez en el día.

-Vengo a ver a Ray- Respondo con determinación, su mirada pasa de ser burlona a graciosa -¿Acaso te parece que bromeo imbécil?, avísale que estoy aquí- Sentencio de nuevo.

Su mirada por un segundo fue de rareza, pero entra al lugar con una risa nasal para, supongo, avisar a Ray.

-¿Porque te miró así?- Pregunta Christine cerca de mi oído.

-¿Escuchaste como le hablé?- Pregunto sarcástico, aveces se hace más tonta de lo que es.

El imbécil regresa y abre la puerta para nosotros, dejándonos pasar bajo una mirada con ganas de matarnos, algo me dice que Ray le dió una reprimenda. Quizás no es la primera vez que vengo a ver a Ray, antes venía por intereses carnales, pero ahora solo vengo para ayudar a Christine.

Y otro objetivo más personal.

-¡Señoras y señores!, ¡Arrodillense ante los reyes de la ciudad aquí presentes!- Exclama la voz de Ray bajando las escaleras de su oficina, siempre hace lo mismo cuando llego aquí.

Christine mira al chico con asombro, Lily está a su lado de igual manera, mientras que Michael simplemente está en silencio, su poker face está fundada, le debe más o menos diez mil dólares, dijo que se los pagaría esta semana y no deja que yo los pague por el, es muy su problema.

4 de ReinasUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum