44. La prueba gratuita

3 0 0
                                    

Thena

23 de Abril, 10:29 AM

Luego de dos semanas completas recibiendo veinticinco mil dólares en mi cuenta de banco cada tres días, ya tengo lo suficiente para dos cosas:

Subir de nivel las cosas que tiene Karl para el colegio y también, retribuirle a las personas que me ayudaron todo lo que hicieron por mí.

Por eso le transferí veinticinco mil a mis padres, para que compraran lo que les hiciera falta, en Missouri es más fácil que aquí, pero siempre hace falta dinero. Y hay otra persona que quiero retribuirle, la cual seguramente vendrá en la tarde.

-¡Karl!, ¡Apresúrate!- Exclamo aprovechando que Kay está fuera con el auto.

-¡Ya voy!- Exclama saliendo de su cuarto corriendo, se está colocando una gorra muy rara, no la había visto.

-¿Y esa gorra?- Pregunto con gracia mientras cierro la puerta con llave.

-Me la regaló Christine cuando me cuidó- Responde antes de correr hacia Kay. Mi hijo es demasiado simpático para ser mi hijo.

Chris y Carlos han sido angeles en mi vida, no podría estar más agradecida, además de estar bien con quedarme. Quizás no con quién yo quiera, pero Kay tampoco luce como un mal partido...

La prueba gratuita que me dió me convenció también de pagar la versión de por vida.

El camino al centro comercial más grande de Seattle, Pacific Center, es lento y tranquilo, Karl es el que disfruta tener la cabeza fuera de la ventana, no saca la lengua como un perro porque sabe que no me gusta que lo haga.

Nos estacionamos en el sótano para no dejar el auto en el sol veraniego de abril.  La abierta construcción es casi lujosa, muchas tiendas con distintos objetivos, todas listas para poder darle la vida que merece a mi pequeño.

-¿Ropa o las cosas de su escuela?- Pregunta Kay enredando su brazo con el mío mientras subimos en las escaleras mecánicas. Karl está emocionado mirando cada parte de este lugar, lo más lejos a dónde habíamos ido a comprar era la tienda de la esquina en South Lake...

-Creo que podemos ir por la ropa primero, las cosas de la escuela son pocas- Respondo. El sonríe, Karl se voltea y se emociona corriendo por los escaparates de las tiendas, esto será divertido...

Kay se adelanta entrando a una tienda que luce bastante normal, me gusta que aunque tengamos bastante dinero el siga siendo alguien sencillo, quizás verlo con ojos de enamorada no sea una decisión tan mala.

(.)

-Asi que... ¿Sidney?- Pregunto al lado de Kay, mientras Karl juega muy tranquilo en el medio del centro con otros niños.

-Si, me iré en un tiempo, aún tengo asuntos que resolver- Responde mirando a mi hijo. Doy una media vuelta para mirarlo a el ahora

-Uno de esos asuntos, ¿Es lo nuestro?- Pregunto, usando mis dedos para recorrer su brazo cubierto por una camisa manga larga.

-Lo nuestro no es un asunto- Responde, pero aún así, cuando me mira se que dirá algo más -Porque lo nuestro es una de esas cosas que me hacen querer irme. Así, si algún día nos descubren, puedas escapar a dónde estoy, y criar a tu hijo, conmigo...- Agrega después, volviendo a mirar a mi hijo con adoración.

4 de ReinasWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu