Capítulo 5 | Parte 1.

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Capítulo 5

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Capítulo 5.

—Ella es mi novia, Alysha Doménech —Jesse me presentó—. Cariño, él es uno de mis colegas en el bufete, Miguel Lombardi. También ya habías visto a Ronaldo Laracuente anteriormente.

Les estreché la mano con gentileza y asentí con toda la educación posible.

—Y él es mi mejor amigo de toda la vida, Adrián Wayne.

Nos tardamos más de tres segundos pensando si estrecharnos la mano, pero al final nos saludamos como si nunca nos hubiésemos visto.

«Maldita sea, esto no podía estar pasándome».

Al lado del doctor Adrián Wayne Milán se encontraba una mujer joven, aparentando una edad parecida a la de él, pero con una expresión tierna y amable.

«Probablemente, era su novia o su mujer», pensé al creer que eso sería más que evidente.

—Y ella es su...

—Amiga y colega, Michelle Santiago —el intimidante hombre de aspecto angelical interrumpió a Jesse con una sonrisa despreocupada.

Le estreché la mano del mismo modo que a los demás.

«¿¡Cómo es que yo desconocía que Jesse tenía un "mejor amigo de toda la vida"!? Tendría que hablarlo con él después».

El hecho de que el doctor Adrián Wayne se diera cuenta de que la situación me tomaba por sorpresa, me estaba disgustando.

«¿¡Pero cómo Jesse fue capaz de olvidar decirme un detalle como ese!?»

Me haría pequeña justamente en el momento si el doctor Adrián Wayne Milán no dejaba de mirarme. Jesse y yo nos sentamos en las únicas dos sillas en madera caoba que se ubicaban frente a los presentes, aún más cerca del ojiverde.

Era la segunda vez en menos de veinticuatro horas que lo sentía tan cerca de mí. Sin duda, igual de guapísimo como la vez en el incidente del café y en el casual encuentro en el bar. Vestía un traje azul oscuro, con una camisa blanca y elegante de botones. Sin embargo, no llevaba corbata. Tenía su castaño y lacio cabello peinado hacia un lado mientras que sus mechones estaban ansiosos por caerle sobre su sien y su frente.

«¿Es que todos los estilos de este hombre le sentaban bien?»

🔹

Al transcurrir los minutos, Miguel Lombardi y Ronaldo Laracuente entablaron una conversación con suma normalidad, al igual que Michelle Santiago. Irónicamente, el doctor Adrián Wayne Milán permaneció en su tesitura, hablando muy poco, sin abundar. Estaba muy silencioso para lo poco que había conocido de él. Comenzaba a creer que tal vez Dios me envió un ángel de la guarda, porque la realidad era que yo no convoqué nada para que la situación sucediera.

MCP | El Internado ©️ (¡Disponible en físico!) ✓Where stories live. Discover now