Capítulo 42 | Parte 1.

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Capítulo 42

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Capítulo 42.

Me removí con cierto disgusto entre las suaves sábanas de la cama. Un sonido constante y agudo martirizaba mis oídos con chirridos molestos. Aunque trataba de ignorar el ruido una y otra vez, este continuaba. Mantuve mis ojos cerrados, pero los presioné. Estiré un poco mi cuerpo y sentí un brazo firme sobre mi espalda. Al abrir leve y vagamente los ojos, me di cuenta de que estaba acostada boca abajo y con la espalda descubierta. Las sábanas sólo cubrían la mitad de mi cuerpo desnudo.

Adrián dormía plácidamente en la misma posición que yo, y su brazo izquierdo reposaba sobre la piel desnuda de mi espalda. Al mirarlo mucho mejor, aprecio su belleza natural. Dormido y relajado parece un ángel caído del cielo. Su cabello lacio estaba un poco despeinado y las sábanas que compartíamos, no dejaban mucho a la imaginación. Tenía su precioso y dormido perfil frente a mi rostro. Me mordí el labio inferior levemente, porque me sentía llena y feliz. Mi corazón estaba rebosante y gozoso por tener a mi ángel a mi lado.

De pronto, me doy cuenta y defino el sonido constante y agudo que me había despertado. El teléfono de Adrián sonaba sin parar. Qué extraño, no deben ser ni las seis de la mañana. Me muevo sigilosamente de su brazo y estiro lentamente mi brazo hacia la mesita de noche. Es cierto que tengo mucha curiosidad por saber quién demonios está llamando todavía a estas horas, pero también quería detener el ruido que estaba siendo molestoso para mí. Mi mano estaba a punto de agarrar el teléfono de Adrián y de pronto, sentí como su mano detuvo mi acción al agarrarme suavemente del brazo.

- Lo siento. ¿Te despertó? - Preguntó soñoliento, aunque sus ojos denotaban seriedad.

Me sobresalté y mi cuerpo se tensó con el agarre de su mano sobre mi brazo. Adrián deslizó sus suaves y largos dedos sobre mi piel hasta tocar mi mano. Al tomarla, tiró de esta hacia su cuerpo, haciéndome caer con suavidad sobre su firme torso. Lo miré con cierta sorpresa y rubor, ya que me miró fijamente. Entonces, asentí, respondiendo a su pregunta.

Me tumbó sobre la cama con firmeza y me aprisionó bajo su cuerpo. Mientras me cubría con su presencia, mi respiración comenzó a entrecortarse por la cercanía de su boca y de su piel rozando la mía.

- Eres tan hermosa. - Rozó su pulgar en mi labio inferior y me miraba a los ojos. - Tu carita angelical me vuelve loco.

Cerré los ojos, pero él continuaba con su caricia sobre mi labio. Sentí cómo su cuerpo hacía más presión contra el mío. Su piel adherida a la mía me estaba quemando de deseo.

- ¿De quién eres? - Preguntó, mientras me mordió el labio inferior.

Mi respiración era aún más agitada. Con suma desesperación, elevé mi cabeza y mis manos para besarlo. Sin embargo, él detuvo mis movimientos y agarró mis manos para colocarlas por encima de mi cabeza.

- ¿De quién eres, bebé? - Preguntó con más seriedad y alzó una ceja.

- Tuya, Andy. - Dije con la respiración entrecortada. - Te quiero.

MCP | El Internado ©️ (¡Disponible en físico!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora