Capítulo 74 | Parte 2.

31.7K 2.9K 726
                                    

Capítulo 74

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 74. 

Cuando tomé el ascensor sin tan siquiera volver a mirar hacia atrás, sentí cómo mi pecho ardía. Suspiré pesadamente mientras el mismo descendía hacia el octavo piso, cirugía.

Entre la rabia, la tristeza, y la frustración, sentía como una lágrima rodaba discretamente por mi pómulo.

— ¿Quién se ha creído que soy para pensar que le he ocultado algo como eso? — Murmuro para mí misma entre dientes al intentar respirar pausadamente para apacigüar mi contraído pecho que subía y bajaba con impotencia.

Mientras Adrián buscaba imperfecciones en lo nuestro con su extraño temor, yo sólo buscaba un balance entre ambos que no parecía estabilizarse del todo.

Pienso en cómo anoche nos conectamos abiertamente, encajando perfectamente en nuestra burbuja imaginaria. Pienso en su intensa manera de poseerme y adorarme como mujer...

Sin embargo, aún me cuesta pensar que, quizá, él no es para mí. De tan sólo creer que existe esa posibilidad, mi corazón se arruga y el estómago se me revuelve por ese simple disgusto.

De repente, el ascensor se detiene mucho antes de llegar al octavo piso. Cuando las puertas se abrieron, lo menos que esperé fue encontrarme con Bárbara. Al parecer, iba hacia el mismo lugar que yo me dirigía, ya que se encontraba en horas de turno y trabajando para su jefe.

— Así que el Doctor Wayne Milán decidió echarte a ti también... — Comentó sin ánimos al entrar, fastidiada de tener que tomar el ascensor conmigo. Esquiva mi mirada y me da la espalda al cruzarse de brazos.

— Nuestros problemas no te conciernen en lo absoluto. ¿Cuando lo entenderás o serás capaz de aceptarlo? — Murmuré al intentar esconder mi tristeza y mis lágrimas.

— Es cierto. — Acepta de mala gana, con una voz pausada. — No me concierne lo que suceda entre él y tú, niña. — Suspira al acomodar su rubio cabello sobre sus hombros, podría decir que era muy similar al de Amanda, a excepción del color. — Debo admitir que tienes agallas con él para ser una simple niña mojigata, pero yo sé que al final pasará lo mismo. — Concluye. — Siempre es igual al final. — Se gira sobre sus pies y me observa con atención. — Terminarás lamentándote de igual manera que lo hemos hecho todas al enamorarnos de él. — Me dedica una mirada frívola, pero a la vez de entendimiento por mis expresiones. — Mírate... Derramando lágrimas por su rechazo. — Sonríe vagamente. — Yo también derramé lágrimas por él. Y créeme, yo sé que no es sencillo entender que nadie cambiará la forma de él ser o su estilo de llevar las riendas y situaciones cuando se trata de las mujeres.

— Cierra la boca, Bárbara. — Murmuro sin ánimos, con la voz ahogada al secarme una lágrima con disimulo.

— Te lo advertí, niña. Te advertí que él no es el hombre que buscabas. ¿Y qué fue lo primero que hiciste? Meterte con él, sabiendo que la situación era más jodida de lo esperado.

MCP | El Internado ©️ (¡Disponible en físico!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora