Capítulo 21 | Parte 2.

47.2K 3.2K 816
                                    

Million Dollar Man - Lana del Rey

Million Dollar Man - Lana del Rey

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.


Capítulo 21.

— ¿¡Qué estás diciendo!? — Niego, mientras es lo único que puedo decir en el momento.  

Aún no me lo podía creer. Es imposible que me esté diciendo algo tan serio como eso.

— No me hagas repetirlo ni una jodida vez más. — Inquiere entre dientes, con un fastidio muy mal disimulado.

— Pero...

— ¿Pero qué? — Me interrumpe. — ¿Cómo ha podido suceder todo eso? — Se sienta junto a su escritorio y recuesta la espalda, atormentado. Su mirada tan impermeable me intimida. — Déjame hacerte un breve resumen de lo maravilloso que ha sido esa condición en mí. — Inhala profundamente antes de proseguir. — Ya sabes que las desviaciones se desarrollaron en mí al terminar la adolescencia, pero tú... seguías en mi jodida mente todo el tiempo y a todas horas. Estaba tan estúpidamente enamorado, que incluso llegué a pensar que me obsesionaría contigo y cometería errores de los que después quizá me hubiera arrepentido. Aún eras menor de edad cuando comencé a verte como mujer, pero mi gratitud y ese sentimiento de paz que me brindaba tu presencia seguía intacto.

— ¿Y ahora? — Vuelvo a sentarme al otro lado del escritorio sin despegar mis ojos de los suyos. Estaba estupefacta con esa aseveración por su parte.

— ¿Ahora? — Frunce el ceño y lo analiza como si fuera algo muy complicado. — Ahora tengo una jodida obsesión con todo lo que eres tú. Lo siento, pero es así. — Niega sin remedio. — El punto es... que quizá como me aferré a ti, a una ilusión, al desarrollarse la alorgasmia entre mis parafilias, la vinculé contigo. Y me conozco, Alysha... — Me advierte. — Sé que esa condición surgió en mí después de esos deseos reprimidos de no poder tenerte en esos momentos, pero no te culpo. Ni siquiera yo mismo sabía qué estaba ocurriendo conmigo en ese tiempo.

— ¿Y cómo te sientes ahora que has realizado esos deseos reprimidos que vinculaste con la alorgasmia? Yo no sé cómo se trata ese padecimiento...

— ¿Te refieres a las veces que hemos tenido sexo? — Lo analiza muy concentrado, intentando explicarse. — No querrás imaginar el sentimiento de adicción que tengo por ti. — Asume y asiente. Sus ojos se aclaran en señal de que ahora está más relajado. — Siempre tengo hambre de ti, de hacértelo una y otra vez hasta que pierdas el sentido totalmente. Siempre estoy pensado cómo complacerte. Me satisface llenarte de placer.

— Siempre me... complaces... — Carraspeo. — No me quejo de eso. — Me ruborizo, aún estupefacta por su confesión de hace unos minutos.

— Entonces, sólo intenta confiar en mí con esto. Jamás te he dañado físicamente o moralmente. De ninguna manera me atrevería a hacerte algo como eso, pero sí quiero que te doblegues a mis deseos y al placer que yo quiero causarte.

MCP | El Internado ©️ (¡Disponible en físico!) ✓Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora