Capítulo 49 | Parte 1.

44.2K 3.9K 757
                                    

Capítulo 49

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capítulo 49.

Con torpeza, comencé a ponerme todo lo que Adrián le había pedido a la enfermera. Esta se apartó con cierta impresión en sus ojos, pero ignoré ese hecho, ya que tenía los ojos claros puestos en mí.

Aunque me sentía emocionada, tenía que admitir que estaba temblando de los nervios por todo lo que ocurría. Presenciaría una cirugía por primera vez frente a mis ojos, y nada menos que la realizaría el hombre de mis sueños.

Él ya estaba posicionado en su área de trabajo y yo estaba lo suficientemente alejada mientras me ponía los guantes y la mascarilla.

—¿Lista? —me preguntó con sinceridad. Sus ojos seguían puestos en mí.

Tragué hondo y respiré profundamente por la impresión. Aún no me podía creer que el momento estaba sucediendo. Sentía que si tomaba bocanadas de aire, todos en el quirófano me escucharían, pero no era así.

Luego asentí en silencio y entrelacé mis dedos con timidez mientras mantuve la distancia para no molestarlo. No obstante, cuando al fin dejó de mirarme, se concentró en lo que haría. De hecho, a su lado había un carrito quirúrgico con los instrumentos que utilizaría. Él tomó el bisturí enumerado, pero volvió a mirarme con sus ojos escrutadores.

— ¿Qué espera? Acérquese. — Dijo de manera autoritaria y obedecí.

Él esperó al menos un par de minutos más para asegurarse. Entonces, procedió:

— ¿Tiene idea de lo qué haré en este instante, Doménech? — Adrián preguntó con cierto interés.

Aunque de alguna manera me parecía extraño cuando me llamaba por mi apellido y me hablaba tan correcto, sabía que debía acostumbrarme. Fuera de este hospital sólo somos Andy y Nere, dentro de este lugar él es mi superior y yo una interna que sigue órdenes e instrucciones.

—Comenzará a realizar la incisión, doctor Wayne —le informé de forma insegura.

Asintió levemente. Con seguridad y agilidad, comenzó a trazar la afilada navaja del bisturí en el lado derecho superior abdominal. Tenía una precisión justa y exacta, pero lo más que me ha dejado bastante impresionada es su rapidez y perfección al realizar cada paso.

Él comenzó a explicarme ciertos contextos que logré comprender, y por extraño que me pareciera en el momento, pude seguir cada paso que él realizaba. Sobre todo, pude demostrarle que realmente estaba siguiendo cada enseñanza, porque hubo un momento en el cuál necesitó ciertos instrumentos quirúrgicos, y antes de pedirlos, ya yo los tenía listos en mis manos para él.

De hecho, a veces sentía su preciosa mirada sobre mí, pero con cierta impresión por la compresión que reflejé con cada acción en la sencilla cirugía.

De cada cierto tiempo, el anestesiólogo informaba las variables vitales de la pequeña paciente, mientras en todo momento vigilaba que Nancy respirara bien y por sí sola.

MCP | El Internado ©️ (¡Disponible en físico!) ✓Where stories live. Discover now