(+21) (Libro 1 & Libro 2) Alysha N. Doménech Losada, una brillante y aplicada estudiante de medicina que está a punto de comenzar su internado en medicina general. Su vida era tranquila, entre libros y anotaciones, con el novio que siempre había sid...
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Capítulo 63.
— Andy, pero... ¿Qué tramas? — Rio dulcemente, mostrándome bastante achispada.
— Sólo obedece... — Sonríe sobre el lóbulo de mi oreja, siendo persuasivo. — Papi está de buenas. ¿Qué dices si lo haces feliz? — Susurra provocador, lo que causa que me muerda el labio inferior con cierto frenesí.
Sonrío y levanto los brazos, haciéndole entender que quiero que él mismo me quite el uniforme. Mi acción le sorprende y no duda en expresarse muy fascinado.
— Ya vas comprendiendo a la perfección quién es tu hombre y cómo debes confiarle tu sexualidad. — Ríe sensualmente, engreído y controlador. — Me pertenece. — Zanja al referirse a mis deseos. — Sólo yo obtuve el lugar de hacerte mujer y de llevarte en esto a mi gusto, un gusto que tanto disfrutas conmigo... — Susurra sensualmente mientras me quita con facilidad la camisa del uniforme azul.
Vuelve a acercar su apetecible boca hacia mi rostro, desde mi parte posterior, sonriendo sobre la piel de mi mejilla mientras prosigue con sus palabras tan atrayentes e hipnóticas para mi expectación y excitación.
— Eres... una... buena... niña. — Comienza a bajar mi pantalón con lentitud entre sus dulces y perversas palabras. — Me gustan las niñas buenas y obedientes como tú, ¿sabes?
Un escalofrío recorre todo mi cuerpo cuando siento que se agacha lentamente, a la par que termina de quitarme el pantalón. Plasma castos y reconfortantes besos sobre mis nalgas y la parte posterior de mis muslos, mientras desata los cordones de las moradas Converse que él mismo me había obsequiado, quitándomelas al instante.
Me da mucho gusto que sepa que aprecio cada detalle por su parte, hasta el más mínimo, por sus desinteresadas acciones en cuánto a mí.
Recompone su postura desde mi parte posterior mientras sus manos se pasean con suavidad por las curvaturas de mi semidesnudo cuerpo. Realmente, estaba esperando que me desnudara por completo, pero se mantuvo en su trance.
— Quiero deleitar mi vista un rato más con tu bonita ropa interior de encaje. — Me dice al oído al acariciar mis caderas con posesividad. — Papi debe apreciar las intenciones de su niña cuando quiere sorprenderlo y complacerlo... — Besa mi hombro con ternura y los vellos de mi piel se erizan. — ¿Qué tienes que decirme al respecto de lo que te acabo de decir? — Me acerca a su parte anterior mientras siento sus labios presionados y fruncidos sobre mi ruborizada mejilla.
Estaba siendo protector, manipulador, con una mezcla de adoración por mi cuerpo, haciéndome sentir totalmente preciada para sus manos.
— Sí... — Suspiro, enamorada de todo lo que me hace sentir.
— ¿Sí, qué? No rechistes cuando debas decirme cada situación y cada sentir. — Susurra al aspirar el aroma de mi cabello con vehemencia.
— Intento estar... preparada para ti. — La respiración se me entrecorta al sentir como sus dedos largos me causan cosquillas en mi vientre. — Te deseo... Dios... — Gimo en un susurro al sonreír espontáneamente.
