Tal vez (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 16.- Justo en ese momento.

Cuando me desperté y pude tambalearme para beber un poco de la botella de agua que siempre dejaba al lado de mi cama, el olor a café recién hecho inundó mis fosas nasales por completo. Recogí mi pelo como pude antes de darme una ducha para comprobar lo que ya sabía con creces, lo que mi propia mente había estado construyendo en mi cabeza el ratito que pasé bajo el agua, Clarke estaba en la cocina sirviendo dos tazas de café, una de ellas era mi taza favorita. La de mis queridas tortugas ninjas. Parecía algo tonto, pero el hecho de que recordase que me gustaba esa taza fue algo que me hizo sonreír inevitablemente mientras la observaba echar un par de cucharillas de azúcar a cada una de las tazas. Un gesto absurdo y nada destacable para el resto de los mortales, pero para mí era un gran detalle, ya que mi sirena particular recordaba algo de mí. Algo que me gustaba y que formaba parte de mi vida. Una taza sí, una simple taza, pero yo era feliz con eso. Definitivamente podía decir que mi día empezaba estupendamente, y eso que aún ni habíamos cruzado ni una sola palabra entre ambas. Ni tan sólo una simple mirada.

-Buenos días. –Me dijo sonriente entregándome la taza, haciendo que nuestras miradas se encontrasen por primera vez ese día, provocando una sonrisa mayor en mi cara al comprobar que era algo que yo había estado esperando desde el momento en el que puse un pie en el suelo al despertar. –Solo y con azúcar.

-Gracias. –Contesté agarrando la taza y asombrándome al lograrlo con un movimiento seguro y firme. -¿Has dormido bien? –Pregunté preocupada, no sabía como de cómodo era el colchón del otro cuarto.

-Sí. Muy bien. –Me contestó dando un trago de su café. –Umm. Se me hace tarde. –Dijo pasándose la lengua por el labio y observando su reloj de muñeca.

-Es muy temprano. –Dije yo frunciendo el ceño e intentando buscar una lógica a esa prisa que su cuerpo demandó de forma casi instantánea. ¿Acaso me había quedado dormida?

-Lo sé. Pero tengo que moverme pronto si quiero recorrer todos los locales posibles para dejar mi curriculum. –Me dijo mientras se abrigaba por completo ante mi atenta mirada, como si hubiera vuelto a hipnotizarme, algo muy familiar ya que lo había logrado en otras ocasiones. ¿Cómo diablos lo hacia? ¿Dónde residía ese poder? –Abrígate, hoy tiene pinta de hacer mucho frío. –Fue lo último que escuche de su boca antes de abandonar el piso y castigarme con su ausencia. Una ausencia que definitivamente ya estaba odiando desde el segundo uno.

Me encontraba en la cafetería atendiendo una mesa en el interior cuando Lincoln pasó por mi lado de forma lenta, pegándose todo lo posible a mi cuerpo.

-Mira quien ha venido a verte. –Susurró a mi oído mientras de refilón pude observar su rostro risueño.

Nada más girarme aprecié a Clarke junto a Raven y Octavia. Las tres parecían mantener una conversación divertida y tranquila en una mesita cercana a la puerta. En ese momento envidié muchísimo la facilidad que tenía la pareja para poder hablar con Clarke de forma tan relajada y amigable.

Quise atenderlas por mí misma, pero comprobé que ya estaban servidas. Maldito Lincoln. Siempre tan adelantado para ciertas cosas. Ahora no sabría si tendría oportunidad de hablar con Clarke en todo el día, o si tendría que esperarme a llegar a casa para hacerlo. Aunque bueno, al menos tenía la seguridad de que al volver a mi piso Clarke estaría allí. Que volveríamos a compartir un rato tranquilamente, donde yo nuevamente podría perderme en sus ojos y en su voz, maravillándome por completo ante su presencia.

-Hola. –Dijo tras de mí, mientras me apoyaba en la barra, esperando que Lincoln sirviera un par de cafés sobre mi bandeja. Sabía que era ella. Como no reconocerla, era inconfundible para mí. Podría reconocer su voz entre miles. ¡Que me retase quien quisiera! Yo ganaría el reto en adivinar su voz entre otras sin problema alguno. Les daría una muy recordada paliza al resto de contrincantes. Nada tenían que hacer contra mí.