Capítulo 18.- Maldita bufanda escapista.

5.5K 439 83
                                    


Ese día al volver a casa para descansar esas horitas antes de volver de nuevo a la cafetería, algo frenó mi movimiento. Más que algo, un sonido. Un sonido que yo como experta en él, reconocí de inmediato, aún mientras la puerta nos separaba por completo.

Pude apreciar la voz de Clarke cantando aun con la puerta cerrada. Quizás había logrado un nuevo poder, ultra sonido o algo así. O también podía ser a que las paredes del edificio eran casi de papel. Así que como si de un gran espía se tratase, y con el máximo cuidado posible del mundo, abrí la puerta de casa para poder recrearme con semejante escena. Comprobé que había hecho bien mis movimientos porque ella parecía no haberse dado cuenta de que yo me había colado en el piso. Y fue así como logré auto regalarle a mis ojos una imagen maravillosa. De nada queridos ojos. No es necesario que me lo agradezcáis. Ha sido un placer.

Clarke se encontraba sentada en la alfombra del salón, acariciando con cariño las cuerdas de su guitarra mientras su preciosa voz envolvía todo el lugar. Se encontraba completamente ajena a todo. Tan sólo disfrutando de su música, al igual que yo.

Never cared for what they say

Never cared for games they play

Never cared for what they do

Never cared for what they know

And I know

So close no matter how far

Couldn't be much more from the heart

Forever trusting who we are

No, nothing else matters.


(Nunca me importó lo que ellos dicen,

nunca me importó los juegos a los que juegan,

Nunca me importó lo que hacen,

nunca me importó lo que saben,

y yo lo sé.

Tan cerca, no importa lo lejos que estemos,

no puede haber mucha distancia desde el corazón.

Siempre confiaremos en quienes somos,

no, no importa nada más).


Observé cómo tras acabar la canción, con un movimiento ligero se apartaba el pelo hacia un lado, descubriendo su precioso rostro ante mis ojos, y haciendo que su vista me encontrase ahí parada, observándola. Totalmente quieta. Como si de nuevo me hubiese convertido en piedra. Como si de nuevo Medusa hubiese hecho su efecto sobre mí. Como si de nuevo hubiese vuelto atrás, a esos primeros momentos en los que la observaba sentada en el banco cantando. Y ahora es cuando yo pensaba pobre banco, me compadecí de él sin remedio. El pobre objeto inanimado había perdido la presencia de Clarke cada día, y yo me sentía tremendamente afortunada por haber logrado su presencia día sí y día también. Lexa 1 – Banco 0. Tal cual.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí? –Me preguntó sonriente mientras apoyaba su rostro sobre la guitarra, a la vez que yo me maravillaba con ese gesto tan sumamente adorable.

-Un ratito. –Dije curvando mis labios un poco nerviosa ante semejante pillada. –Puedes seguir. –Solté en un esfuerzo para lograr que siguiera regalándome su voz. Esa increíble voz que provocaba mil y una sensaciones en mi piel, y en mi cuerpo entero.

-Ven. –Dijo palmeando ligeramente la alfombra a su lado. Animándome a que la acompañara.

Y yo sin remedio obedecí por completo. ¿Cómo negarme? Imposible. Me senté a su lado, sintiendo como casi nuestras piernas se rozaban.

Tal vez (AU) -Español [Clexa]Where stories live. Discover now