Capítulo 33.- ¿Tú eres de las de bodas? ¿O no bodas?

4.9K 463 63
                                    


Como en tantas otras ocasiones mi hermana era la organizadora de todo. Absolutamente de todo. Así que sin tan siquiera preguntar ni consultar nos reunió a todos para cenar en una pequeña hamburguesería, no muy lejos de donde se suponía que íbamos a pasar el resto de la noche. Se suponía, porque yo aún me estaba replanteando que el mejor plan hubiese sido el quedarme en el piso, arropada en mi manta, con un buen libro y con la presencia de Clarke. Aunque bueno, el poder contemplar a Clarke fuera del ámbito del trabajo o del piso, y verla vestida de esa forma tan espectacular... Era algo tremendamente maravilloso. Un gran regalo para mis ojos.

-Bueno. ¿Cuándo os vais a casar? –Soltó mi hermana mientras esperábamos nuestros pedidos, aprovechando mientras para refrescar nuestras gargantas con un par de cervezas.

-No sé. –Contestó Raven de forma tranquila, sin tan siquiera parecer sorprendida. Tanto ella como mi hermana eran de personalidad algo parecida, por lo cual ninguna se venía abajo con preguntas directas. -¿Lo sabes tú cariño? –Preguntó Raven a Octavia de forma sonriente.

-No lo sé. –Sonrió la aludida. –Pero lo que tengo claro es que Ontari tiene que venir de dama de honor con un vestidito rosa y muy pomposo. Ah y zapatitos de charol. –Sonrió de forma burlona, ganándose el ceño fruncido de mi hermana.

-Sí vamos. Ahora mismo. –Se quejó mi hermana mientras todos sonreíamos. –Lo mejor sería que apareciese desnuda. Lo sabéis. –Dijo guiñando el ojo tras darle un sorbo a su cerveza.

-Oye. No estaría mal. –Dijo Raven de forma burlona.

-Eh no. No le des alas. –Contestó Lincoln cortando el momento. –Es como mi hermana. Sería un poco... rarito. –Dijo mirando a Ontari de arriba abajo.

-Que estoy muy bien hecha, chico. –Se quejó de nuevo Ontari dándole un ligero codazo.

-Lo sé. Lo sé. Por eso lo digo. Sería raro. –Contestó Lincoln sonriente.

-Por cierto Clarke. –Intervino de nuevo mi hermana en la conversación, llamando la atención de la susodicha y la mía propia. Y es que estaba muy claro que Ontari había empezado tanteando el terreno, pero que su cometido era otro.

-Dime. –Contestó Clarke sonriente, pasando su lengua de forma muy despacio por su labio superior, quitando un poco de espuma de la cerveza, y logrando que ese gestito no pasase desapercibido para mí.

-¿Tú eres de las de bodas? ¿O no bodas? –Preguntó mi hermana mientras me daba una patada bajo la mesa.

-Auch. –Me quejé de inmediato, clavando la mirada en mi hermana, quien me decía con los ojos: Descarada. Y claro, posiblemente tenía razón. Posiblemente me había perdido demasiado tiempo en observar los labios de Clarke.

-¿Estás bien? –Preguntó Clarke con rapidez y buscando mi mirada.

-Sí. Sí. –Respondí yo aún con más rapidez. –Ha sido un calambre. No tiene importancia.

Y es que eso quedaba mucho mejor que decir: Pues no lo sé. Puede que mis hormonas estén un poco alteradillas por tú culpa. Pero tranquila. Todo bien.

-¿Y bien? –Insistió mi hermana dibujando una sonrisa en su rostro. Gloriosa de haberme llevado esa patada, y de habérmela tragado por completo al no poder quejarme de ella.

-Bueno...-Contestó Clarke ladeando un poco su rostro. –Supongo que no. No sé. –Dijo encogiéndose ligeramente de hombros, como intentando quitarle importancia a su respuesta. –Tampoco es que con mi vida me lo haya planteado mucho ¿Sabes? Simplemente dejo que todo vaya fluyendo.

Tal vez (AU) -Español [Clexa]Where stories live. Discover now