Capítulo 66.- Quizás algún día lo merezca.

6.2K 515 164
                                    


-Buenos días. –Susurré cerca de su boca mientras acariciaba con cariño su rostro, observando cómo descansaba en la cama tan cerca de mí. Algo que aun a mi propia cabeza le costaba asimilar. Y es que pasar la noche con ella había sido algo realmente increíble. Pero más increíble era el despertar sintiéndola tan cerca.

-Buenos días. –Contestó en un tono de voz muy bajo y aun sin abrir los ojos.

Movió de forma graciosa la nariz cuando le hice cosquillas con el dedo para provocar que sus increíbles ojos me mirasen nada más despertar haciéndome sonreír. Algo que había logrado sin más. Algo que incluso me encogió ligeramente el pecho al ver cómo me miraba y al recordar la noche tan increíble que habíamos pasado juntas.

Una noche que para nada había ni imaginado ni esperado que llegase a ser así. Ni mucho menos al ver que Lexa estaba preocupada por algo. Lo veía y lo sentía. Era demasiado claro descubrir cuando algo iba mal con ella. Pero de un momento a otro todo cambio, y cuando me quise dar cuenta sus labios presionaban los míos con delicadeza provocando que mi cuerpo actuase por sí solo. Y tan sólo me dejé llevar. Sin más.

-¿Quieres que prepare el desayuno? –Pregunté mientras nuestros ojos seguían conectados y mi mano pasaba a acariciar su cuello. Poniéndome incluso un poco nerviosa al ver como examinaba mí rostro a ese distancia tan corta.

-No. Aun no. –Dijo pegándose más a mí. Ocultándose ligeramente entre mi cuello mientras pasaba un brazo por encima de mi cuerpo.

Sonreí al sentir como dejaba un fugaz beso sobre mi cuello.

-Algún día tendremos que levantarnos. –Dije mientras acariciaba su brazo, sintiendo como se relajaba y como su respiración comenzaba a hacerse más pesada.

-O no. –Contestó pegándose más a mí.

-Lexa. –Dije a modo de regaño, aunque para nada sonó así debido a la sonrisa que tenía en mis labios. –Vamos anda. –Le animé haciéndole cosquillas, provocando que se retorciera rápidamente para librarse de ellas.

-Eso no vale. –Me dijo con el ceño fruncido cuando se apartó rápidamente de mi contacto.

-Vamos a darnos una ducha, a desayunar e a ir a trabajar. –Enumeré mientras me levantaba yo primero de la cama, a la vez que sentía como su mirada se clavaba en mí directamente. –Te voy a echar una mano esta mañana ya que el pequeño está con Ontari. -¿Vamos? –Extendí mi mano para que la agarrase.

-No tienes por qué ir a trabajar. –Me dijo con sinceridad sosteniendo mi mano.

-Quiero ir. –Contesté con rapidez y tirando de ella para que nuestros cuerpos chocasen ligeramente ya fuera de la cama. -¿Me besas? –Pregunté sonriente cuando sus ojos se clavaron en mis labios.

-Siempre. –Contestó con una ligera sonrisa antes de hacerlo.

Y si pensaba que el mejor despertar era ver los ojos verdes de Lexa cuando le entregaba el café por la mañana, el premio gordo se lo llevaba el despertar que habíamos tenido juntas. Porque aparte de la tremenda sensación de despertar a su lado se sumaba la larga ducha donde mientras el agua nos terminaba de despertar nos dedicábamos a robarnos todo tipo de besos. Completamente entregada a cada uno de sus movimientos, sus gestos, su sonrisa y su mirada.

-Tienes aquí un poquito... -Dijo mientras acercaba su dedo pulgar hacia mis labios, posiblemente debido a que me había manchado con un poco de mantequilla. –Oye. –Se rió cuando intenté morderla de forma juguetona.

-Va, quítamelo. –Insistí cuando retiró la mano rápidamente. –Me voy a portar bien, lo prometo. –Alcé las manos en símbolo de paz.

Esta vez se acercó más lento, como queriendo comprobar que no mentía en lo que acababa de decir. Asegurándose.

Tal vez (AU) -Español [Clexa]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang