Capítulo 62.- Jamás me olvidaría de algo tuyo.

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-¡Feliz año! –Exclamó Ontari tras abrir la botella de champán y que el corcho volviese a chocar contra el techo como tan bien recordaba. Repitiéndose así su forma particular de empezar el año. –Lo siento. –Dijo rápidamente a su madre quien la miraba de forma inquisitoria mientras el resto sonreíamos, incluso el pequeño, quien inevitablemente de primeras ante el sonido pegó un pequeño respingo, para acto seguido mirar sonriente a una Ontari que le devolvía la sonrisa con total complicidad.

-Un día provocas que se nos caiga el techo encima. –Dijo Murphy a su lado moviendo ligeramente la cabeza e intentando regañarle, algo que claramente no funcionaba con ella.

-Ven aquí cariñín. –Contestó Ontari acercándose a Murphy para darle un corto beso en los labios. –Feliz año gruñón. Ven aquí tú ahora. –Dijo señalando a Lexa mientras que el resto se felicitaba el año entre conversaciones privadas, formando pequeños grupitos.

-Feliz año pequeño. –Dije abrazando con cariño a Aden, quien parecía pillarle toda esa escena un poco fuera de lugar, pero a la que parecía adaptarse con rapidez. -¿Qué pasa? –Sonreí al despegarme ligeramente de él y verlo concentrado mientras sonreía a un punto fijo justo detrás nuestra.

-Feliz año. –Dijo Lexa con una ligera sonrisa en sus labios mientras nos miraba a ambos. Abrigándome con su sonrisa. Una sonrisa sincera y profunda. Pero es que justo en ese momento yo quería más. Necesitaba más. Así que como si de un impulso se tratase y con el pequeño en uno de mis lados, me levanté y me lancé a abrazarla. Había sentido como en estos días de navidad había logrado volver a tener la confianza que había perdido, y es que Lexa había contribuido mucho en ello con cada pequeño gesto que daba y cada nueva sonrisa que me ofrecía.

-Feliz año. –Dije intentando aspirar lo máximo posible de su olor. Perdiéndome en el hueco de su cuello y sintiendo su pelo contra mi rostro. Intentando así capturar todo lo posible de ella en aquella noche tan destacada. Como si quisiera llevarme un recuerdo más si era posible.

Observé como sonreía tímidamente cuando terminé nuestro abrazo. Al parecer hoy era el día en que su preciosa sonrisa había decidió salir con tremenda fuerza. Sin importarle nada más. Algo que obviamente yo disfrutaba como un niño pequeño. Incluso más que el pequeño cuando pasaba horas y horas jugando con ella. Al final después de tanta espera había logrado un gran tesoro, y es que mientras nos abrazábamos, aun con el pequeño sobre uno de mis costados, pude sentir el abrazo sincero de ella, sujetándome y aferrándome con cariño contra ella, y sintiendo como incluso se despegaba con algo de lentitud para después felicitarle el año al pequeño revoloteándole el pelo, algo que simplemente adoraba que hiciese.

En mitad de la tertulia y las copas que iban animando la conversación amenamente, tuve que disculparme para acostar a Aden. El pobre al parecer había llegado a su límite esa noche, algo muy entendible cuando de nuevo había pasado la tarde con Lexa y la bicicleta, y que sin acabar la tarde volvieron a jugar un rato más en el salón para después acabar viendo los preciados dibujitos de Lexa. Algo que se había repetido durante algunas tardes, y que para ser sinceros, era algo que pagaría porque se repitiera el resto de mi vida. Tener a las dos personas más especiales de mi vida compartiendo momentos así y volviendo a casa para seguir compartiendo el mismo espacio conmigo bajo el mismo techo. Algo realmente increíble.

Tras dejar al pequeño arropado en la que estaba siendo nuestra habitación, decidí salir un momento al porche de la casa. Para intentar despejar un poco mi mente, más que nada porque era un autentico cajón desastre entre los recuerdos de esa misma noche tres años atrás y los que iba construyendo ahora mismo. Y más si le sumaba todo lo que estaba sintiendo y ahora aportándole la tremenda seguridad de lo que quería.

Tal vez (AU) -Español [Clexa]Where stories live. Discover now