Andrea estaba paseando por el pueblo, fue a la única tienda decente que encontró para ver vestidos de novia, pero ni uno solo le pareció lo increíblemente perfecto para ella, por lo que mejor iría a encargarlo con la modista del pueblo, así lo tendría a la medida y gusto.
Pero antes de llegar alguien la sujeto fuertemente del brazo y la jalo haciendo que ella se volteara, desconcertada mirando a Paul.
Andrea: ¿Qué diablos quieres? ¿Y quién te crees para tratarme así?-dijo zafándose de su agarre.
Paul: Eres una maldita, yo te apoye cuando más lo necesitabas y ahora me pagas dejándome con Samuel.-dijo y ella frunció los labios.
Andrea: Lo lamento Paul, la verdad no quería que te enteraras así pero Samuel se me adelanto y lo hecho todo a perder. Además yo no te pedí que me ayudaras, o que fueras un consuelo para mí, tú te ofreciste solito, por lo tanto no me culpes.
Paul: ¡Eres una basura!
Andrea: ¿y entonces porque no dejas a la basura?-pregunto divertida.-Ya supéralo quieres, me voy a casar y no contigo, así que muévete que estorbas a la basura.
Paul: ¡Esto no se quedara así maldita! Eres una desgraciada cínica Andrea, la mujer más perversa que he conocido-dijo tomándola del brazo.
Andrea: Un momento, soy buena, solo que no soy un ángel, y si cometo pecados, o errores, pero tampoco soy un demonio Paul. Ahora suéltame.
Paul: No te casaras con Samuel.
Andrea: Ay...y quien lo va a impedir, ¿Un pobre diablo como tú?
Paul: No me hables así que soy más hombre que él y mejor amante.-dijo y Andrea comenzó a reír.
Andrea: Por favor, un amante de verdad, es capaz de erizarte la piel con solo mirarte a los ojos, de encenderte con solo una caricia, y de paralizarte con un beso.-susurro cerca de sus labios.-Y tu mi querido Paul, no lograste encender nada en mí, ni siquiera provocaste chispitas.
Paul: Eres una zorra.-dijo con desprecio y ella sonrió.
Andrea: ¿Y qué se siente que ni una zorra te haga caso?-pregunto y Paul la tomo de los brazos con fuerza para después pegar sus labios a los suyos.
Andrea ni hizo nada, solo suspiro fastidiado contando los segundos para que dejara de besarla y comprendiera por fin que no sentía nada por él, pero cuando se separó Paul sonrió mirando a espaldas de ella y sintió un mal presentimiento.
Paul: Oh Samuel, que sorpresa, no esperábamos encontrarte aquí.-dijo divertido y Andrea volteo mirándolo aterrada.
Samuel: Lo mismo digo, es una gran sorpresa, esto si no me lo esperaba Andrea.
Paul: Ya vez, aun no están casados por lo que decidimos divertirnos un rato. No te preocupes Andrea, no diré nada sobre nuestro rompimiento.-dijo y le guiño el ojo para después irse, dejándola sola con Samuel.
Andrea: No es lo que parece, o bueno si pero las cosas no fueron como las piensas.
Samuel: ¿Así? No me digas? ¿Y cómo es entonces? Paul te forzó?-pregunto con ironía y Andrea apretó los puños, sintiendo que se le cerraba la garganta, no importaba lo que dijera, Samuel no le creería.
Andrea: No importa, confórmate con saber que no hice nada.
Samuel: ¡Pues no! ¡No me conformo!
Andrea: Entonces me conformo yo.
Samuel: ¿¡A dónde vas!?-grito tomándola del brazo.- ¿¡Que hacías con ese imbécil y porque se estaban besando?
Andrea: ¡Y si me esfuerzo en una explicación me creerás?!-grito y Samuel no le contestó.-Si, eso pensé, así que puedes hacerte mil ideas. Mira ¿Por qué no en lugar de fastidiarme por todo, vas disfrutas con tu amiguita, amante o lo que sea.-dijo mirando en dirección a Karen.
Samuel: Karen y yo solo salimos a...
Andrea: No me interesa, ¿Te estoy pidiendo explicaciones? Solo metete una cosa en la cabeza Samuel, no hagas, lo que no quieres que te haga.-dijo y se fue de ahí dejándolo solo.
Sentía que la sangre le hervía, con qué derecho pretendía Samuel reclamarle si quiera cuando él no era capaz de cumplir nada, se paseaba por el pueblo con Karen cuando él le prohibió a ella hacerlo, habían quedado en un acuerdo y él no lo había aceptado, era un mentiroso, traidor y mujeriego.
Andrea: Métetelo en la cabeza Andrea, solo te quiere para formar una apariencia de matrimonio, no te ama, Samuel no te ama!-grito mientras iba caminando hasta su auto y se montó comenzando a manejar.
Andrea: ¿Bueno?-pregunto contestando su móvil.
Diana: Andrea! Estoy en tu casa donde estás?
Andrea: Voy de camino a ella. Tengo cosas que contarte así que espérame.
Diana: Yo también tengo cosas que contarte.
Andrea: Algo malo?
Diana: Se trata de Paul, tal vez para ti no signifique nada, pero no quiero que nadie más te diga y hagas suposiciones que no son.
Andrea: ¿De qué se trata?-pregunto mientras manejaba.
Diana: Bueno, no es un tema largo pero si me gustaría decírtelo en la cara.
Andrea: Vamos solo dilo.
Diana: Me beso, no sé de donde saco la estupidez de que yo quiero con él, discutimos y de la nada me beso.-dijo indignada.
Andrea: ¿Qué? Enserio? ¿Y tiene el descaro de llamarme zorra? Él es el zorro mentiroso. Te creo Diana, llegando hablamos.-dijo mientras manejaba y colgó.-Zorro...porque todo insulto para hombre tiene que escucharse bien.-susurro con fastidio y piso el acelerador para aumentar la velocidad, hasta que por fin llego a la hacienda y comenzó a hablar con Diana.
Diana: ¿Entonces no le explicaste nada? No le dijiste que Paul te beso a la fuerza?
Andrea: No.
Diana: Tenías que haberlo dicho.
Andrea: ¿Para qué? Samuel no me iba a creer, el piensa que soy una zorra, fría y sin corazón. Pues que lo siga pensando no me importa.
Diana: Bueno. Igual creo que tenías que haberlo dicho pero si decidiste que no, está bien. Lo bueno, es que como dices, no lo amas.
Andrea: Si, así es.
Diana: ¿Qué te parece si mañana te acompaño a comprar tu vestido de novia?
Andrea: No, lo encargare con la modista.
Diana: Entonces te puedo ayudar con los preparativos. Eres mi mejor amiga, déjame apoyarte ¿sí?-pregunto tomando sus manos.
Andrea: Bien. Mañana nos ponemos de acuerdo, me hará bien una opinión y ya que tienes gustos bueno, me serás útil.
Diana: Si no supiera que me quieres, te ahorcaría mientras duermes.-dijo y Andrea sonrió.
Andrea: ¿Quién ha dicho que te quiero?
Diana: Yo sé que si tonta orgullosa.-dijo sonriendo y la abrazo...
Después de la discusión con Andrea, Karen había convencido a Samuel de ir a un bar, según ella era una buena forma de calmar lo que sentía, aparte de que relajaba el cuerpo, pero Samuel no dejaba de pensar y hablar de Andrea, la tenía en la mente y le dolía todo lo que estaba pasando con ella.
Samuel: No sé por qué no me quiere Karen.-dijo arrastrando las palabras, mientras sus lágrimas caían.
Karen: Tal vez no eres lo suficiente para ella.
Samuel: Eso intento, pero como quiere que yo lo sea, si no me deja acercarme a ella, si se porta a la defensiva conmigo cada que estamos cerca?
Karen: Tal vez ella simplemente no te quiere, y nunca te querrá. Y si es así, creo que deberías buscar a alguien más para casarte Samuel, con ella vivirás un infierno.
Samuel: No, no me importa, me conformo con tenerla cerca. Así no llegue a amarme nunca.
Karen: Te mereces a alguien mejor.-dijo acariciando su mejilla.-Hay muchas mujeres que podrían estar encantadas de estar a tu lado, solo es cosa de que les des la oportunidad.-susurro y sin decir más lo beso...
