58.-¡Lo odio!

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Andrea: ¿Diana?-pregunto en voz alta cuando escucho que alguien subía las escaleras y al ver que no le contestaban se amarro la bata dirigiéndose para ver quién era, pero la puerta de su habitación se abrió de golpe haciendo que se sobresaltara y su corazón se detuvo al ver quien era.-¡¿Qué... que demonios haces aquí?

Paul: Andreitaaa, que más haría aquí? Vine a buscar al estúpido de tu esposo, para acabar con le dé una vez por todas, así que más te vale decirme donde está, sino quieres ser tú la que desaparezca.-dijo arrastrando las palabras mientras sacaba una pistola, apuntándole.

Andrea miro fijamente el arma sintiendo que su corazón se paralizaba, por le comportamiento de Paul sabía que estaba pasado de copas y lo peor es que no estaba nadie a quien pudiera pedirle ayuda, pensó en gritar pero tardarían mucho en subir y eso si algunos de los empleados lograba escucharla.

Andrea: Samuel...Samuel no está.-con voz firme, agradeciendo que ni su hijo, ni Samuel estuvieran en casa, aunque por dentro estaba que se moría de miedo.

Paul: ¿Cómo que no está?-pregunto acercándose sin bajar el arma y ella trago en seco.- ¿A dónde demonios se fue?

Andrea: Que te importa. Confórmate con saber que no está y vete Paul, si alguien te ve puedes meterte en problemas.-dijo y Paul la tomo del brazo estampándola contra la pared haciendo que ella gimiera de dolor.

Paul: ¿Porque siempre tienes que ser tan altanera?-pregunto molesto y el solo olor a licor hizo que a Andrea se le revolviera el estómago.

Andrea: Aléjate.-dijo tratando de empujarlo pero él no se apartaba, solo la miraba fijamente.

Paul: El estúpido de Samuel me debe muchas, y tú también, me entere que ya tuvieron a su bebito, ¿Dónde está?-pregunto sonriendo mientras buscaba por la habitación.

Andrea: ¡Con él no te metas imbécil!-grito empujándolo con fuerza, pero él respondió soltándole una bofetada que la hizo soltar un gritito mientras caía al suelo.-¡Lárgate! Lárgate si no quieres que grite y...

Paul: ¿Y qué?-pregunto quitándole el seguro al arma y apuntándole.-Tu grita y eres mujer muerta, aunque sabes...no sería mala idea desquitarme contigo, después de todo, nada le dolería más a Samuel.

Andrea: Anda, hazlo, pero para matar a alguien se necesitan agallas, y eso no lo tienes.-dijo con rabia mientras se tocaba el golpe que Paul le había dado, y sintió un nudo en la garganta cuando vio que la mirada de Paul oscurecía de furia. Estaba como loco, y ella no sabía si era por el alcohol pero estaba como fuera de si.

Paul: Si, es cierto, puede ser que no me atreva a matarte, pero para qué? No valdría la pena porque lo que yo quiero es verlos sufrir a los dos, él por qué siempre me quito todo lo que era mío y tú porque lo preferiste a él, me traicionaste y eso no te lo voy a perdonar nunca. Prefiero divertirme.-dijo hincándose quedando sobre ella y en ese momento Andrea comprendió sus intenciones.-Al fin de cuentas siempre me gustaste.

Andrea: ¡No! Paul déjame!.-grito tratando de soltarse pero Paul le sujeto ambas manos con fuerza subiéndolas arriba de su cabeza, mientras dejaba caer todo su peso sobre ella.

Paul: Siempre me pareciste una mujer muy hermosa y es muy injusto que mi primito tenga todo esto sin compartir.-dijo tocando con una mano los senos de Andrea mientras besaba su cuello.

Andrea: ¡No! Auxilio! Por favor ayuda!-grito a todo pulmón pero Paul la golpeo con tal fuerza que la dejo atontada sintiendo que su cabeza le daba vueltas y sollozo cuando sintió como él le quitaba la bata.

Paul: Tanto tiempo sin ser mía...no sabes cómo voy a disfrutar este momento.-dijo en el cuello de Andrea mientras se desabrochaba el pantalón.

Andrea: No...no lo hagas.-susurro sin fuerzas mientras trataba de empujarlo, pero era inútil, sus manos estaban sujetadas con tal fuerza que llagaba a dolerle.

Paul: Shhh, lo vamos a disfrutar, yo se lo que te digo.-dijo mientras acariciaba el cuerpo de Andrea y se colocaba encima de ella.

Andrea comenzó a debatir frenética tratando de evitar que Paul lograra su objetivo, poco a poco iba recobrando el control y conocimiento y estaba más consciente de lo que estaba pensando, entonces comenzó a gritar de nuevo, desesperada por que no sucediera lo que paul estaba intentando hacer, pero cuando intento gritar Paul tapo su boca e hizo presión con sus piernas para quedar entre las piernas de Andrea.

Cuando él se colocó completamente sobre ella, Andrea sintió su calor, su aliento a alcohol, su respiración jadeante y agitada mientras besaba cada parte de su cuerpo, y se sintió asqueada y avergonzada por lo que estaba a punto de suceder, pero siguió luchando, pataleaba y trataba desesperadamente de quitar la mano de Paul de su boca, necesitaba hacer algo, ella nunca se daba por vencida ante nada, pero en ese momento estaba en el suelo, no encontraba algo con que golpearlo, con que defenderse, cerro sus ojos llena de impotencia y algunas lágrimas y sollozos salieron, entonces sintió como Paul se hundió en ella...

Diana estaba llegando a la hacienda de su mejor amiga, iba a salir del auto para dirigirse a la entrada pero su móvil comenzó a sonar, y se detuvo a contestar al ver que Samuel era el que marcaba.

Diana: ¿Bueno?-pregunto al ver como Eduardito estaba dormido.

Samuel: Diana, Andrea esta con ustedes?-pregunto mientras salía al balcón del hotel en donde se estaba hospedando.

Diana: No, bueno si estuvo un rato pero hace mucho salió de la hacienda, me dijo que se vendría para su casa, de hecho yo estoy aquí a punto de entrar. Nos dejó a Eduardito y me comprometí a traerlo sano y salvo. ¿Por qué lo preguntas Samuel?

Samuel: No se, este le estaba marcando a su móvil y no me contesta, también marque a la hacienda pero, tampoco. Podrías checar si todo va bien?

Diana: Si, por supuesto, pero tranquilo que seguramente se ha de haber dormido, últimamente se la pasaba mucho en la cama. O está muy entretenida con el trabajo que dijo tenía pendiente.

Samuel: Si, pero aun así, no se...no me siento tranquilo, podrías ver y decirle que me llame por favor?

Diana: Si, no te preocupes, yo le aviso.-dijo y colgó, viendo como Paul salía de la puerta trasera de la casa apresuradamente, busco con la mirada para ver si su auto estaba estacionado pero no era así, el se fue muy apresurado, como si alguien fuera a seguirle.-Que demonios hacia aquí?- se preguntó para sí y después pensó en Andrea y en lo que Samuel le había dicho.-Ay no...Andrea.-susurro y tomo al bebé entre sus brazos para después dirigirse a la casa.

Toco la puerta varias veces hasta que una de las empleadas fue a abrir, no llevaba uniforme así que supuso ya estaban descansado. Y subió a la habitación de Andrea.

Diana: ¿Andrea?-pregunto fuerte mientras subía los escalones pero nadie le contesto.-Andrea soy Diana. Estas aquí? Vi salir a Paul, que quería ese...-dijo antes de entrar al cuarto de Andrea y verla sentada en el suelo, recargada en la pared, justo debajo de la ventana, llorando y sangrando del labio inferior, mientras se pasaba las manos por su cabello.

Diana: Andrea...-susurro sintiendo un nudo en su garganta y fue a acostar al bebé a la cuna, para después acercarse a ella.-¿Dios...Andrea que...que te hizo?-pregunto sin voz mientras sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas al ver a su amigan tan mal.-Andrea...

Andrea: ¡Diana!-dijo llorando y la abrazo con fuerza mientras soltaba algunos sollozos.-Lo odio...lo odio!...

CAMINOS UNIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora