40.-Discusión

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Andrea entro a la habitación, camino hacia donde estaba Samuel y se sentó a su lado mientras él estaba inconsciente, le tomo la mano y la llevo a sus labios para besarla.

Andrea: No sabes lo tranquila estoy de saber que estas bien o bueno, por lo menos fuera de peligro, porque bien, lo que se dice bien, no estas.-susurro pasando su mano por su cabello y la bajo con delicadeza hasta posarla en su herida.-Sé que no me atreveré a decirte esto cuando despiertes, así que mejor te lo digo en este momento.

Andrea: La verdad me asusté mucho cuando te vi tirado en el suelo y lleno de sangre, pensé lo peor y ahora si puedo asegurar que mi vida sería infeliz si algún día tu llegaras a faltarme, antes pensaba que con tener suficiente dinero se podría vivir plenamente, ahora te juro que te amo más que todo el oro del mundo.-susurro sobre el oído de Samuel y se levantó para darle un beso tierno en sus labios.-No quisiera dejarte pero tengo que ir a casa, tengo que hablar con mi papá, y darme un baño, también necesito descansar, pero no te preocupes que no le diré ni una sola palabra del embarazo a mi padre hasta que estés recuperado .-dijo y lo volvió a besar para después salir.

Salió del hospital agotada y se dirigió hacia la hacienda de su padre para que pudiera darse una buena ducha e irse a dormir, estaba agotada y con el susto que llevo solo quería cerrar sus ojos y olvidarse de todo.

Fernando: ¿Y no los conoces?-pregunto mientras hablaban en el despacho.

Andrea: No, yo conozco a cada persona del pueblo y te puedo asegurar que no era nadie conocido.

Fernando: ¿Y quién crees que te haya mandado a matar?

Andrea: No lo se.-dijo sin embargo ya tenía alguna idea de quien pudo haber sido.-Sea como sea, no te preocupes, no pasó nada.

Fernando: Pero puede suceder algo, te pueden atacar de nuevo, tienes que denunciarlos sean quien sean!

Andrea: Por supuesto que lo hare. Pero en este momento no quiero saber nada más sobre el tema, solo quiero dormirme y darle vuelta a la página. Quiero olvidarme de este mal dia.-dijo y su padre asintió.-¿Cómo te ha ido?

Fernando: Bien, muy bien, la propuesta que me diste, lo que estaban planeando Samuel y su padre funciono perfectamente para mí y los socios están maravillados.

Andrea: Me alegro, aunque no pensé que lo fueras a llevar acabo tan rápido ni siquiera he podido hablar con Samuel sobre ese tema.

Fernando: Pues gracias a ti, todo está funcionando de maravilla.-dijo y la abrazo.-¿Cómo estas al lado de Adolfo?

Andrea: Bien, aunque mucho mejor ahora que Samuel y yo nos iremos de ahí, pensamos comprar la casa que está cerca de aquí, y bueno, estaremos más tranquilos.

Fernando: ¿Adolfo te molestó?

Andrea: No, bueno intento hacerlo, pero sabes como soy, la verdad es que no comprendo porque le caigo tan mal.-dijo y noto como su padre se ponía nervioso.-¿Tu sabes porque?

Fernando: No, no tengo idea, pero sea como sea, que eso no te afecte, tu solo dedícate a ser feliz.

Andrea: Así será papá.-dijo y se levantó.-Bueno, tengo sueño y aun me tengo que bañar.

Fernando: ¿Qué has pensado sobre lo de tu mamá?-pregunto y ella se alzo de hombros como si no le importara.

Andrea: Tema olvidado. Buenas noches.-dijo acercándose a besar su mejilla y subió a su recamara.

Se bañó, se puso ropa cómoda y se acostó a dormir.

A la mañana siguiente, después de arreglarse y desayunar al lado de su padre se fue al hospital, entrando a la habitación de Samuel y encontrándolo despierto mirando hacia la ventana, serio y pensativo.

Se aclaró la garganta mientras cerraba la puerta y el volteo a verla dedicándole una leve sonrisa, sin despegar la mirada de su vientre con forme ella caminaba hacia él.

Samuel: Buenos días mi amor.-dijo mientras ella se acercaba a besarlo.

Andrea: ¿Cómo te sientes?

Samuel: Bien ahora que te veo. ¿Tu como estas? Lo último que recuerdo es que te arrodillaste a donde estaba yo.

Andrea: Si, pero después llame a una ambulancia y aquí estas, sano y salvo como yo quería.-dijo sonriendo y lo volvió a besar.

Samuel: ¿Te asustaste?

Andrea: No, yo sabía que no podrías ser tan poco hombre de dejarme con este paquetito.-dijo tocando su vientre y Samuel sonrió.

Samuel: Jamás me iría sin conocerlo, o sin conocerla, así que durante nueve meses puedes estar tranquila por lo que puede llegar a pasarme.-dijo y ella negó volviéndolo a besar.

Andrea: Nada te pasara.

Samuel: Por cierto, mi papá llego temprano, estuvo hablando un tiempo conmigo.-dijo y Andrea disminuyo un poco su sonrisa.-Me dijo que tuvieron una pelea.

Andrea: El empezó.-dijo y Samuel suspiro.

Samuel: Pero tu continuaste, Andrea para ocasionar una discusión se necesitan de dos, no puedes simplemente ignorarlo y ya.-dijo algo fastidiado y ella endureció su mirada.

Andrea: ¿Ignorarlo? ¡Cómo puedo hacer eso con alguien que está difamándome y hablando pestes de mi cada minuto que pasa!-dijo levantándose enojada.

Samuel: Me dijo que lo insultaste, y te amare, pero tampoco puedo permitir que le faltes al respeto. ¡Es mi padre!

Andrea: Llamarlo, dejado e infeliz no es faltarle al respeto, es decirle la verdad, y lo hice porque ya me tiene harta de que siempre se ande metiendo en lo que no le importa!

Samuel: ¡Pero es mi padre! Y no tenías derecho a decirle así. ¿Sabes lo que le causaste? Lo mal que lo hiciste sentir? ¡¿Crees que no le dolió la muerte de mi madre?! Si él está soltero Andrea, no es porque nadie quiera hacerle caso, sino por gusto, porque amo tanto a mi madre que no quiso que otra ocupara su lugar.

Andrea: De acuerdo, y entiendo su punto de vista, pero entonces que busque algo con que entretenerse porque yo no soy circo de nadie.

Samuel: Ni estoy diciendo que lo seas, solo te pido un poco más de consideración.

Andrea: ¿Y crees que no estoy siendo considerada? Samuel estoy haciendo un sacrificio enorme por llevar la fiesta en paz contigo, accedí a quedarme en la hacienda de tu padre para que tú y yo estuviéramos bien, accedí a tratar de llevar la fiesta en paz con él, y hasta estoy haciendo el sacrificio de cambiar mi forma de ser. ¿¡Y aun crees que no estoy siendo considerada?

Samuel: ¡Este no quiero que te sacrifiques! Quiero que esto represente para ti lo mismo que representa para mí.

Andrea: ¡Y representa lo mismo para mí! Pero no me pidas que quiera a tu padre o que me lleve de la misma en la que tienes tú. Samuel, te amo ¿Qué no te puede bastar con eso?-pregunto enojada.

Samuel: Si, pero quiero algo más que eso. Andrea quiero que nos volvamos uno, qua nos gusten las mismas cosas, que no estemos discutiendo siempre por todo.

Andrea: ¡Este eso nunca podrá ser! Somos dos personas completamente distintas Samuel! Somos pareja, no mimos que se andan imitando en todo. Samuel, mientras a ti te gustan las cenas románticas, a mí me gustan los lugares en donde se pueda bailar y pasarla bien, a ti te gusta lo sencillo, a mi lo caro, a ti te gusta tener todo controlado y a mí me gusta llevar mi vida como venga, a ti te gusta la estabilidad, a mí me gusta viajar y conocer el mundo, y lo único que nos toca hacer es aceptarnos el uno al otro, aceptar que somos distintos. No intentes que yo sea igual a ti, o que piense como tú, porque solo vas a estropear todo.-dijo y él miro como tomaba su bolso.

Samuel: No, Andrea espera.-dijo preocupado sin embargo ella lo ignoro y salió de la habitación...



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