Ambos se estaban besando con ferocidad, con la misma intensidad característica de ellos, Samuel no cabía de la felicidad, las palabras de Andrea habían sido el premio más exquisito y fantástico que había recibido nunca, ver a una mujer tan orgullosa y soberbia como ella, decirle todas esas cosas y perder la cordura como lo hacía en ese momento detenía a su corazón por completo.
La tomo de la cintura haciendo que ella lo rodeara con las piernas y se dirigieron al cuarto, quería hacerla suya, pero de una manera diferente a las otras veces, quería que en esa ocasión hicieran el amor como antes, con dulzura y lentamente. Como cuando la hizo suya por primera vez.
Samuel: Yo también te quiero, te amo.-dijo bajando de sus labios a su cuello mientras la recostaba en la cama.-Tampoco quiero una vida lejos de la tuya, te quiero a mi lado Andrea y es inútil que quiera estar lejos de ti.
Andrea: No te vas arrepentir, te lo juro.-dijo sonriendo y lo volvió a besar, sin embargo el hizo el beso más lento y delicado, ella lo entendió y le siguió el ritmo, besándolo de la misma forma.
Le quito la playera y el pantalón, logrando que ella quedaran en ropa interior, ella en cambio le quito sus pantalones junto con sus bóxer, dejándolo desnudo y gimió cuando él se acostó sobre ella, aplastándola con todo su fuerte cuerpo.
Andrea: Te necesito Samuel, quiero que me hagas tuya, quiero demostrarte que la Andrea de hace años sigue en mí y quiero que me demuestres que me amas.-susurro cerca de sus labios y él sonrió.
Samuel: Te amo.-dijo quedando encima de ella por completo, pero cuidando de no lastimarla por su peso. Le beso los pezones por encima del sujetador, escuchándola gemir, y subió hasta su cuello, saboreando su el sabor de su piel, sus mejillas, su frente y por ultimo miro sus delicados y finos labios acercándose hasta cubrirlos con los suyos, mientras desechaba el sostén de Andrea.
Andrea: Hazlo ya.-gimió cuando el mordisqueaba el lóbulo de su oreja y Samuel sonrió con satisfacción apartándose y quitándole las bragas.
Samuel: Te amo.-susurro acomodándose entre sus muslos y ella sonrió.
Andrea: Yo también Samuel...
"Samuel...¡¡Samuel!!" escucho un grito haciendo que se levantara empapado de sudor y agitado, se pasó las manos por la cara mientras se sentaba en el sofá y suspiro con frustración al mirar por todos lados y darse cuenta que no estaba nadie a su lado.
Samuel: No puede ser.-susurro con lastima al darse cuenta que solo había sido un sueño.-Solo en mis sueños serias capaz de rogar.
Andrea: ¡Samuel!.-volvió a llamar tocando la puerta con fuerza. Y él se levantó dándose cuenta de lo excitado que estaba cuando la tela de su pantalón rozaba su miembro.
Samuel: No puede ser...-dijo rascándose la cabeza.-¡Voy Andrea! Espera un momento estoy desnudo.
Andrea: ¿Y qué importa? ¡Abre la puerta...por...por favor!-dijo y el frunció el ceño cuando intento prender la lámpara y no daba luz. Ahora lo entendía todo y por qué ella se escuchaba tan desesperada.
Samuel: De acuerdo.-dijo y le abrió sintiendo como ella lo abrazaba casi de inmediato.-Lo lamento estaba durmiendo y apenas te escuche.-susurro correspondiendo al abrazo.
Andrea: Samuel...estas...
Samuel: No digas nada y pasa.-dijo separándose y cerró la puerta mientras ella le sostenía el brazo.
Andrea: Esta muy oscuro.
Samuel: Tranquila, no pasara nada, este lugar es seguro y estás conmigo. Deja buscar mi móvil.
