Samuel estaba acostado en la cama del hotel, miraba su móvil viendo como los minutos pasaban y no obtenía respuesta de Andrea, Diana se había comprometido en llamarlo o convencer a Andrea para que por lo menos ella lo hiciera pero ninguna de las dos se comunicaba y eso ya empezaba a preocuparle.
Suspiro mirando como su móvil daba índicos de batería baja y se levantó de la cama para conectarlo al cargador. "¿Porque no me llamas? Quedamos que ibas estar al pendiente de tu móvil para cuando yo llegara y me comunicara contigo" pensó mientras se asomaba por la ventana.
Samuel: Ay ya Samuel, deja de pesar siempre mal, mañana ella te llamara y te explicara todo, ahora tienes que descansar para la junta de mañana y si se puede, mañana mimo me regreso.-susurro y dio un pequeño golpecito al barandal de la ventana.
Se metió a la cama y apago las luces para después cerrar los ojos y dormir.
Diana: Esto no se puede quedar así Andrea, ese infeliz tiene que pagar por lo que te hizo y...y mañana mismo vamos a demandarlo, por el momento él que debe saber de esto será Samuel.-dijo sacando el móvil mientras se limpiaba las lágrimas.-Él tiene que estar aquí...
Andrea: ¡No Diana, tu no le vas a decir nada!-dijo quitándole el móvil a su amiga cuando iba a marcar el número de Samuel.-Y tampoco quiero que nada de lo que me acaba de pasar se sepa.
Diana: Andrea pero...
Andrea: ¡Dije que no!-grito haciendo que el pequeño se despertara comenzando a llorar.
Diana: Andrea, entiendo lo que esto significa para ti pero...
Andrea: No, no lo entiendes.-dijo abrazando sus piernas, comenzando a llorar.-Es vergonzoso Diana, asqueroso, es lo más humillante que le puede pasar a una mujer, y de ninguna manera voy a permitir que Samuel o alguien lo sepa, así que no dirás nada! ¡Te lo prohíbo!
Diana: No voy a permitir que te quedes tu sola en esta casa.-dijo y Andrea comenzó a limpiar sus lágrimas mientras esbozaba una ligera sonrisa.
Andrea: No voy hacer nada estúpido, así que no temas, tengo a mi hijo ¿Recuerdas?-pregunto mientras dirigía su vista al bebé quien ya había dejado de llorar.-Así que no tienes nada que temer Diana, pero no le dirás nada a Samuel, ni a mi padre, ni a nadie.
Diana: Andrea...
Andrea: Paul no se va a salir con la suya, no nos vera derrotados, no permitiré que él nos destruya.-dijo con voz entrecortada mientras sus lágrimas caían.-Si pensó que con esto me iba a vencer está muy equivocado.
Diana: Él no puede estar libre Andrea! Entiende que ese miserable tiene que pagar por lo que te hizo y por todo lo que seguramente ha hecho.
Andrea: ¡La afectada aquí soy yo!-dijo con rabia.-Y tú no tienes derecho a decidir en nada, yo no quiero que esto se separa y punto!
Diana: Sé que debe ser horrible todo lo que estas sintiendo, pero callar...
Andrea: ¡Dije que no! ¿¡Porque no me entiendes?! ¡Porque no entiendes que no soportaría que Samuel se enterara? Yo...yo no podría soportar que el sintiera lastima por mí, o peor, que sintiera asco, yo estoy bien, voy a seguir con mi vida, y con el tiempo todo esto quedara como un amargo recuerdo, nada más, todo pasara, ahora voy a descansar, voy a dormir y mañana amaneceré como si nada hubiera pasado.-dijo mientras limpiaba sus lágrimas.-Vete, que mi padre puede sospechar y no quiero que venga.
Diana: No, este no te voy a dejar así...
Andrea: Vete Diana, yo no necesito que nadie me consuele, yo estaré bien, me conoces.-dijo con voz entrecortada.-Yo soy Andrea del Junco, soy hija de Fernando Belmonte y a mí nadie me puede pisotear, nadie puede hacerme daño, ni siquiera Paul.-susurro sintiendo un nudo en su garganta y comenzó a llorar de nuevo cuando Diana la abrazo.-¡¡Diana...Diana por favor no quiero que nadie se entere, por favor!!-le rogo mientras lloraba desconsoladamente y Diana dejo soltar algunas lágrimas.
Diana: Nadie lo sabrá, te lo prometo, nadie se entera si tú no quieres, pero por favor para Andrea, para, no llores más.-dijo y beso su frente mientras acariciaba su cabello.-No te dejes vencer, tú misma lo dijiste, eres fuerte, eres más fuerte que todo, y superaras esto, escúchame.-tomo su cara entre sus manos he hizo que la mirara.-Tu un día me dijiste que incluso si todos cayeran tu seguirías de pie, y te creí porque sé que eres capaz de eso, no te dejes vencer, tú eres fuerte y siempre seguirás siéndolo. De acuerdo.-susurro con lágrimas en los ojos y ella asintió, Diana la abrazo de nuevo con fuerza y ambas comenzaron a llorar...
Cuando Andrea por fin se durmió Diana salió de la habitación dirigiéndose a su auto y retirándose, le dolía mucho ver a su amiga tan mal, y más le afectaba el saber que eso que había pasado la había dejado destruida, porque a pesar de que ella se negara y dijera que lo iba a sobrellevar Diana sabía que no iba ser del todo así, pero lamentablemente le había jurado que no diría nada e iba a cumplirle ese juramento. Solo esperaba que si superara eso sin ayuda de nadie...
Cuando Andrea despertó le dolía la cabeza, y sus ojos estaban hinchados, apenas estaba amaneciendo y ella no había dormido bien en toda la noche, recordando lo sucedido con Paul, pero tenía que superarlo y aprender a lidiar con ello. Y cuando antes mejor, por otra parte se sentía sola y desprotegida, extrañaba mucho a Samuel y lamentaba no tenerlo cerca, él siempre se las ingeniaba para sacarle una sonrisa y hacerla sentir bien.
Andrea: Ya Andrea, basta, ayer lloraste ya lo suficiente, hoy es un nuevo día y tienes que aprender a mirar hacia el presente.-dijo con coraje mientras limpiaba las lágrimas de su cara.
Se metió al baño prendiendo a la ducha y comenzó a bañarse, refregando cada parte de su cuerpo, con fuerza y precisión, sintiendo así un poco menos de asco, cuando salió escucho que su móvil timbraba y lo tomo mirando las 15 llamadas perdidas de Samuel la noche anterior.
Andrea: ¿Bueno?-susurro mirando a su hijo quien se encontraba durmiendo.
Samuel: Mi amor, vaya al fin contestas.-dijo suspirando y dibujando una ligera sonrisa mientras salía a la azotea para contemplar la vista.
Andrea: Samuel...mi amor no sabes cómo me alegra que llamaras. Te extraño mucho.
Samuel: Imagínate yo Andrea, estoy aquí solito sin platicar con nadie y extrañándote a cada minuto que pasa ¿Cómo estás? Espero no haberte despertado muy temprano, no sé exactamente cuántas horas de diferencia son.
Andrea: No, descuida no me despertaste.
Samuel: Me alegra, como va todo por allá? Ayer llame y no me contestaste, ¿Estas bien? ¿Me está echando de menos la señora Gallardo?-pregunto sonriendo y ella sintió que sus ojos se humedecían y tomo aire antes de hablar.
Andrea: Por supuesto que te he echado de menos Samuel. Si tan solo hubieras estado conmigo...-dijo sintiendo que se le quebraba la voz.
Samuel: ¿Por qué dices eso? Paso algo?-pregunto preocupado y Andrea tomo aire limpiando sus lágrimas.
Andrea: No, nada pero...te extraño mucho Samuel ojala no te hubieras ido nunca, no sabes cuánto lamento no haberme ido contigo y dejar todos los pendientes que tenía.-dijo haciendo fuerzas para no llorar y escucho la risa de Samuel.
Samuel: No sabes cuánto me alegra escuchar eso de tu linda y rica boquita, pero no te preocupes mi amor que pronto me tendrás de regreso.
Andrea: ¿Cuándo vienes?
Samuel: Pronto, estoy por entrar a junta para que firmemos contrato.
Andrea: Esta bien, pero trata de terminar todo lo más rápido posible por favor, ya no quiero estar sola, quiero que regreses conmigo, me haces mucha falta Samuel.-dijo comenzando a llorar.-Has lo posible por regresar hoy mismo, quiero que me abraces, que me beses y que me hagas el amor, que me hagas olvidarme de todo como siempre lo haces. Por favor Samuel regresa pronto ¿si?
Samuel: Uuuy con esa propuesta tan rica por supuesto que lo hare, te amo y te mando muchos besos mi amor, sigue extrañándome que ya te compensare por todo.
Andrea: Yo también te amo, no sabes cuánto.-susurro cerrando sus ojos, dejando caer las lágrimas acumuladas.
Samuel: Nos vemos pronto mi amor, adiós.-dijo sonriendo y colgó...
