26.-Celosa

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Cuando consideró que estaba lista, Andrea bajo a buscar a Samuel para irse, tenía hambre, y también deseos de conocer aquella bella ciudad, no estaba en recepción, por lo que se dirigió al bar del hotel para ver si estaba ahí, y efectivamente, estaba sentado en la barra. Andrea sonrió acercándose a él, pero su sonrisa disminuyo cuando vio a una mujer acercándose a él, y peor fue su cólera cuando distinguió a aquella mujer, ¡Era con la que se estaba besando aquella vez!

"Esta vez no serás tú la humillada, Samuel es tu esposo y tienes todo el derecho de ponerla en su lugar, aunque sea un matrimonio de mentiras" pensó mientras apresuraba el paso y se esforzó por esbozar una sonrisa de alegría, como si no se hubiera percatado de nada.

Andrea: ¡Samuel mi amor!-dijo llegando hasta él con una amplia sonrisa, y le rodeo el cuello con las manos mientras unía sus labios a los de él. Besándolo intensamente, hasta que Julieth se aclaró la garganta.-Oh, lo lamento, en este momento no se nos ofrece nada señorita, pero si quiero pedir algo yo la llamo ¿sí?

Julieth: ¿Disculpa?-pregunto ofendida.-¡Yo no soy ninguna mesera!

Andrea: ¿Enserio?-pregunto mirando a la mujer de arriba abajo, fingiendo sorpresa.-Oh entonces lo siento mucho, creo que debería cambiarse de ropa porque cualquiera se confunde.

Julieth: Mi ropa esta perfecta, creo que eres tú la que no sabe distinguir.

Andrea: ¿Ah eso crees?-pregunto acercándose pero Samuel la tomo del brazo.

Samuel: Ehee, mi amor, mira te presento a Julieth, ella es una amiga que estudio conmigo en Europa. Julieth, ella es Andrea mi esposa.

Andrea: Y futura madre de sus hijos, bueno, por lo menos eso es lo que planeamos verdad mi amor?-pregunto mientras estrechaba la mano de Julieth.

Julieth: ¿Ahaa si? ¿Cómo? Recién casados y ya planean hijos?

Andrea: Ay por supuesto, este nos amamos mucho.-dijo abrazándolo.-Bueno, nosotros nos vamos, fue un placer saludarte Julia...

Julieth: Mi nombre es Julieth.

Andrea: Ahaa, lo siento, bueno adiós, nosotros tenemos otros planes ¿No es así cariño?-pregunto mientras Samuel sonreía.

Samuel: Si, nos vemos Julieth.-dijo y se acercó a besar su mejilla, hasta que sintió como Andrea lo jalo del brazo.

Andrea: Ay...mi amor, tu siempre tan cariñoso. Vámonos ya.

Julieth: Adiós Samuel.

Samuel: Adiós.-dijo y se subió al auto junto a Andrea, quien suspiro con fastidio mientras se arreglaba el cabello.-¿Qué fue eso?-pregunto con humor mientras la veía.

Andrea: Nada, quise ser amable con tu amiga ¿Por qué?

Samuel: Eso no fue nada amistoso.

Andrea: Bueno, dije "quise", no que lo lograría. Me cayó mal, es una odiosa.

Samuel: No te vayas a morder la lengua cariñito.-dijo y Andrea lo miro furiosa.- ¿Qué? ¿Acaso no es la verdad?

Andrea: Como sea, igual sé que soy mejor que ella.

Samuel: ¿Qué te hace pensar eso?-pregunto con una sonrisa pícara y ella alzo una ceja.

Andrea: Por el simple hecho de elegirme a mí y no a ella. Dime ¿A dónde iremos?

Samuel: Ya estamos cerca, solo faltan dos cuadras.

Andrea: Genial.-dijo sonriendo y se recostó en el asiento del auto mientras Samuel la observaba.

Cuando llegaron al restauran pidieron lo que les recomendó el mesero y comieron en silencio, por primera vez en mucho tiempo. Andrea tenia deseos de hablarle, pero no encontraba que decirle y tampoco le quería hablar sin tener algo que comenzara la conversación, él por su parte también quería conversar con ella, estaba seguro que Andrea estaba celosa de Julieth, ella solo se había comportado así cuando eran novios, y todas las veces eran por culpa de Karen. Así que sabía distinguir perfectamente cuando a ella le molestaba algo y tal vez era malo, pero le encantaba provocar celos en ella.

Julieth: ¡No lo puedo creer! Esto sí que es una coincidencia.-dijo y Andrea la miro incrédula.

Samuel: Nos volvemos a encontrar.-dijo levantándose y la abrazo.

Andrea: Tiene que ser una broma.-susurro tomando un trozo de verdura.

Julieth: ¿Qué dijiste?

Andrea: Que al parecer Francia es más pequeño de lo que pensé. De tantos lugares que hay tenía que ser precisamente este.

Julieth: ¡Ay...esa canción me encanta!-chillo cuando comenzó una melodía.

Andrea: ¿Canción? Pensé que era una melodía para dormir bebés.-dijo tomando de su copa de champagne y Samuel sonrió.

Julieth: No, no es una canción para dormir bebés, Samu, ¿me acompañas a bailar?-pregunto y Samuel quito su sonrisa mirando a Andrea.-¡Ay anda Samuu!

Samuel: Pues si Andrea está de acuerdo.

Andrea: Ay Samuu pues si tú quieres bailar quien soy yo para decirte que no.-dijo imitando la vos de Julieth.-Anda Samu, ve con ella que se muere por bailar esa canción.

Samuel: Bueno, pues si ella está de acuerdo, por mi vamos. Nos vemos linda.-dijo y beso la mejilla de Andrea para después salir a bailar.

Andrea: Pues si ella está de acuerdo por mi vamos-dijo imitándolo.-Mucho te hiciste del rogar. Nos vemos linda, linda, desde cuando me dice linda el idiota.-dijo enojada mientras los veía y bebía de su copa de Champagne.

Los miraba atenta a como bailaban, y apenas llevaban unos minutos ella ya estaba arrepentida de haberlo hecho bailar con ella, gracias al ritmo de la canción estaban muy pegaditos, más de lo que deberían, y a pesar de que no lo soportaba, tenía que hacer un esfuerzo por aguantarse, aunque cada vez se le hacía más difícil, solo tenía ganas enormes de ir y quitarle de encima a esa ofrecida que se lo había llevado. Lo peor era que cada que los veía juntos, la imagen de ellos dos besándose y ella llorando, se le venía a la cabeza, tenía ganas de abofetearlo y decirle que era un cínico, pero tenía orgullo y no era algo que deseaba tirar por él.

Samuel: Ya basta Andrea, has bebido demasiado.-dijo sonriendo mientras se acercaba a ella.

Andrea: ¡Ahs! Y a ti que te importa?! Déjame en paz y ve a seguir bailando con tu amiguita. Aunque ella tiene quien este a su lado, el pobre de su padre ha estado sentado observándolos durante todo el tiempo que estuvieron bailando.

Samuel: ¿Estas celosa?-pregunto divertido y ella lo miro seria.

Andrea: ¿Yo? De ti? No seas idiota.-dijo y se levantó caminando en dirección a Julieth.-Hola, solo quiero decirte que tienes permiso para coquetear con mi marido todo lo que quieras.

Samuel: Ven aquí, ¿Qué crees que estás haciendo?-pregunto tomándola del brazo pero ella se zafó.

Andrea: ¡Suéltame! Solo le estoy diciendo la verdad. Tiene mi permiso, y lo digo enserio he.-dijo mirando a Julieth.

Julieth: ¿Por qué no en lugar de discutir vamos a mi mesa y hacemos un brindis por ustedes?

Andrea: Ay siii, no sabe, a mi esposo le salen tan bien... debería aprender he! Digo si trabajas en algo parecido, o...en que trabajas?

Julieth: Relaciones públicas.

Andrea: ¡Relaciones publicas!-grito llamando la atención de todos.-Que curioso ¿No? En nuestro pueblo las mujeres que se dedican a las relaciones publicas trabajan en la calle, claro, con un vestido un poquito más largo de que traes.

Samuel: ¡Andrea por favor!

Andrea: ¡Ay no, no todas he! Hay una que tuvo suerte, tuvo mucha suerte de ser la querida de un señor muy importante, un señor tan importante que la compro como su esposa.

Samuel: ¡Ya es suficiente! Permiso Julieth -dijo y la sujeto fuerte del brazo sacándola casi a rastras del lugar.

Andrea: ¡Suéltame! ¡Eres un estúpido! ¡Que me sueltes!...

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