43.

1.4K 141 30
                                    

Pasaron un día maravilloso entre el día de campo y la nadada en el manantial, Andrea nunca se había sentido tan feliz de estar así con Samuel, y él también se sentía pleno de estar con ella de esa forma, de verla sonreír sin esa seducción y frialdad característica de ella. Claro, también le encantaba y lo hacía estremecer, pero su verdadera sonrisa era lo que lo hechizaba, su sonrisa sincera, dulce y agradable, sus ojos relucientes y llenos de felicidad, su actitud de gozo, y su voz delicada y suave cada que hablaba.

Andrea: No, no mi amor, ¡Estoy embarazada! Samuel ten piedad.-dijo riendo mientras Samuel la cargaba y se aventaba con ella al manantial, mientras estaban sumergidos él se acercó a ella y la beso, mientras ambos salían hacia la superficie.- Eres un tonto, te dije que no quería de esa forma.

Samuel: Igual lo disfrutaste, así que no te quejes.-dijo tomándola de la cintura y la beso con intensidad mientras ella reía.

Andrea: ¿Sabes que quiero?-pregunto y Samuel negó mientras besaba su cuello.-Quiero que le construyamos una cuna a nuestro bebé, y también quiero...Samuel préstame atención, mi cuello no se ira.-dijo y Samuel sonrió levantando la mirada.

Samuel: Sabes que todo lo que me pidas yo no dudaría en complacértelo. Quieres una cuna, compararemos lo necesario y le haremos una cuna. ¿Quieres tejer? Perfecto pagaremos a una señora para que te enseñe. Quieres tirarte de un avión? Rento un avión para que te tires tu solita.-dijo y ella comenzó a reír.

Andrea: Ya, es enserio.

Samuel: ¿Para qué quieres tejer?

Andrea: Porque quiero hacer yo misma su ropita, quiero que cada cosa que tenga, sea hecha con mucho amor, quiero que sienta mi amor y mi cariño con cada prenda o cada cosa que utilice.-dijo y él la miro con admiración.- ¿Crees que este mal? ¿Estoy siendo muy exagerada?

Samuel: Pienso que te comportas como una verdadera madre, si pudiera ver tu expresión cada que hablas de la bebé. Comprenderías cual emocionado me siento, tanto que me dan unas ganas enormes de comerte a besos.-dijo tomándola del cuello y la beso con ternura.-Yo también quiero que sienta nuestro amor por ella, por eso hare todo lo que me pidas que haga.

Andrea: Pues...-dijo sonriendo pero se detuvo al ver la herida de Samuel sangrar.-Dios Samuel, tu herida!

Samuel: No es nada, no te preocupes.

Andrea: ¡¿Cómo que no me preocupe?! Esta inflamada, se puede infectar. ¿Por qué no me habías dicho.-dijo preocupada mientras levantaba el parche que él tenía y observaba la herida. –Tenemos que ir con un médico.

Samuel: Estoy bien...-insistió sonriendo mientras ella salía en ropa interior comenzando a ponerse su ropa.

Andrea: Salte de ahí, tenemos que ir a un hospital.-dijo mientras se colocaba su pantalón y él sonrió negando con la cabeza pero salió del agua tal y como ella le había dicho.-Eres un inconsciente, y yo también por hacer todas estas cosas contigo aun sabiendo que estabas delicado.

Samuel: ¿Te arrepientes? Porque yo no.-dijo acercándose a ella y le alzo la cara con ambas manos para que ella lo mirara.-Lo volvería hacer mil veces porque me encanta que te preocupes por mí.

Andrea: ¿Te alegra saber que me estresas y me preocupas?

Samuel: No, pero si me da gusto saber que te intereso.-dijo y la beso.-Es más ¡Ay! No siento mi brazo.-exclamo fingiendo y haciendo que ella sonriera.

Andrea: ¡No juegues con eso!-dijo dándole un pequeño golpecito en el brazo y se acercó a besarlo.-Vamos.

Samuel: Esta bien.-dijo resignado y comenzó a ponerse su ropa.

Ambos fueron a la clínica más cercaba y ahí aunque el medico descarto algo serio o grave, Andrea estaba vez estaba decidida a seguir al pie de la letra con las indicaciones del médico. Él había dicho que nada de esfuerzos bruscos, ni mucho ejercicio, así que ella se iba a encargar de que Samuel lo cumpliera al pie de la letra.

Cuando llegaron a la casa ya estaban unos de los trabajadores esperándolos con los muebles y ellos abrieron la casa dejando que pasaran, Samuel miraba como Andrea le daba indicaciones a cada trabajador, pero también miraba como ellos se la comían con la mirada, y bajaban la vista discretamente por todo su cuerpo cada que ella se descuidaba.

Samuel: ¿Todo bien?-pregunto al tipo que más la veía y este se sobresaltó al escucharlo detrás de él.

###: S..si, todo bien.-dijo nervioso al ver la cara de Samuel.

Samuel: Escúchame, por menos que esas miraditas hacia mi esposa, mande a un tipo al hospital, así que si no quieres tener problemas conmigo, deja la morbosidad a un lado cuando mires a mi esposa ¿Te quedo claro a menos que quieras quedarte sin ojos?

###: Si señor, disculpe, no volverá a pasar.-dijo y Samuel asintió.

Andrea: ¿Todo bien?-pregunto llegando a donde estaban ellos y miro la cara seria de Samuel.- ¿Amor? ¿Te sientes bien?-pregunto acercándose a él.

Samuel: Si, solo le decía al joven lo que tiene que hacer, ¿Verdad?-pregunto dándole fuertes golpes en la espalda y Andrea frunció el ceño.

###: Si, así es.

Andrea: Bueno, entonces sígueme, necesito que esto lo lleves arriba, eso ira en la recamara.

Samuel: Los acompaño, quiero ver cómo está quedando la habitación.-dijo y ella asintió mientras él la tomaba de la cintura y la pegaba a él.

Cuando por fin todo acabo, ambos se dejaron caer sobre la cama agotados y cansados por todo lo que hicieron, eso que no habían movido un solo dedo al cargar las cosas, pero suponían que era por lo de la tarde, entre el picnic y la nadada en el manantial habían caídos rendidos.

Samuel: Por fin ya todo acabo, ahora si podemos disfrutar de una casa muy bien equipada.-dijo poniéndose de lado y comenzó a acariciar la mejilla de Andrea mientras esta tenía los ojos cerrados.

Andrea: Ahora solo falta el equipo de gimnasia, para que te pongas sexy y hermoso para mi.-dijo dándose la vuelta y quedando encima de él, cuidando de no lastimarlo.

Samuel: ¿Ósea que no estoy sexy y hermoso?

Andrea: Bueno si, pero no dudaría en que te puedes poner más sexy y hermoso, eso si, nada de andar presumiendo tu cuerpo por el pueblo he! Hay muchas lagartonas y no quiero estar agarrándome del chongo con cada una de ellas.-dijo y él sonrió.

Samuel: Te prometo que no. Así me muera del calor, no me quitare ni una sola prenda.

Andrea: Eso espero, aunque bueno...aquí en la casa si puedes andar desnudito si quieres.-dijo y se agacho hasta besarlo, sin embargo el móvil de Samuel comenzó a sonar haciendo que ella se hiciera a un lado, algo fastidiada.

Samuel: Es mi papá.-dijo haciéndola a un lado y se levantó para contestar.-¿Bueno?

Andrea: ¿Tu papá? A esta hora?-pregunto fastidiada, sin embargo el le hizo señas para que se callará y comenzó a hablar con él.

Samuel: Si, ¿Tiene que ser ahora? Está bien, no te preocupes, ahí voy a estar. No, no, no habrá problema. Adiós.-dijo y colgó mirando a Andrea.-Tengo que ir a la hacienda de mi padre, parece que surgió algo importante.

Andrea: ¿Qué? A esta hora? Samuel son las 10 de la noche!-dijo mientras Samuel se arreglaba el cabello y él sonrió acercándose a ella.

Samuel: Solo será un momento, te prometo que si no es nada importante me voy. No te enojes ¿sí? Es sobre la hacienda, y tengo que ver qué pasa. Te amo.-dijo y le dio un beso para después salir de la recamara dejándola sola.

Andrea: ¡No lo puedo creer!-dijo enojada aventando la almohada...

CAMINOS UNIDOSWhere stories live. Discover now