25.-Julieth

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Andrea estaba sentada en el avión, tomando de su copa de jerez, después de acabar todo el líquido, se recargo sobre el respaldo del asiento y cerro sus ojos, respirando profundamente y dejando que su cuerpo se llenara de paz, estaba tan nerviosa que ni siquiera notaba que Samuel la estaba observando.

Lo cierto era que le fascinaba viajar en avión, y estaba emocionada por el hecho de que Samuel la llevara a un lugar tan hermoso como Francia, quería ir a la torre Eiffel, conocer sus alrededores y todo lo que se pudiera de ese maravilloso país aunque también estaba nerviosa por ir al lado de Samuel. No sabía que tan bueno o malo era eso, y después de la forma en como le tomo la mano y las palabras que le dijo en la mañana mientras se dirigían al aeropuerto la hicieron estremecer, por un momento quiso creer que eran verdad, pero después la realidad le dio una bofetada regresándola a la realidad. Ya una vez Samuel había jugado con ella, sería muy estúpida si volviera a caer.

Samuel: Andrea...-dijo y ella volteo mirándolo.-Parece que ya vamos a despegar, así que mejor abróchate el cinturón.

Andrea: Por supuesto.-dijo y se abrocho el cinturón mientras suspiraba y cerraba sus ojos con fuerza.

Samuel: ¿Nunca has viajado en avión?-pregunto y ella lo miro con recelo.

Andrea: Solo...solo una vez. Sabes que mi padre no me deja salir del pueblo.

Samuel: Si, lo sé, sino tu yo nos hubiéramos ido juntos a Europa. ¿Recuerdas?-pregunto sonriendo y ella lo miro enfadada.

Andrea: Si, y hubiera sido una tontería.

Samuel: Completamente de acuerdo. En ese momento ambos no sabíamos lo que realmente queríamos y...si el destino nos quiso lejos el uno del otro, debió haber una razón.

Andrea: Aja.-dijo con mala gana y él le tomo la mano.

Samuel: Esto hizo mi madre la primera vez que volé en un avión, te juro que ayudara.-dijo sonriendo y ella lo miro dudando en aceptar la ayuda, pero al final se aferró a ella, cerrando los ojos, y dejando que él la abrazara.

Cuando por fin llegaron Andrea salió del avión, seguida por Samuel que la acompañaba, el aire era fresco y más intenso que en el pueblo, era frió y esperaba que Diana p su padre le hubieran puesto un abrigo dentro de su maleta, sino estaba frita.

Aunque a pesar del viento y la temperatura baja, estaba feliz y emocionada, ella nunca había visitado ni siquiera los pueblos cercanos con tal de no darle un disgusto a su padre y la primera y última vez que lo convenció para que la dejara salir del país, fue para ir a encontrarse con Samuel. Lo cual no había valido la pena para nada.

Samuel: ¿Y qué te parece?-pregunto cerca de su oído y Andrea sonrió.

Andrea: ¡Es increíble! Aunque hace más frio del que me imaginaba pero todo es divino, y eso que estoy viendo la ciudad desde el aeropuerto.

Samuel: Ven, vamos por el equipaje y después a la salida.-dijo tomándole la mano y se dirigió con ella al lugar en donde recogían el equipaje, para después salir y encontrar una limusina esperándolos.

Andrea: ¿Y eso?

Samuel: ¿No pretendías que en nuestra luna de miel viajáramos en taxi o si?-pregunto y Andrea quiso besarlo en ese preciso momento.

Andrea: Tengo que reconocer que fue muy bien pensado de tu parte, esposo mío.-dijo y se acercó a besarlo para después meterse al auto.

Cuando por fin llegaron al hotel, este era hermoso, era grande, tenía un jardín trasero en el cual estaba una fuente, sus paredes eran grandes, sus pisos estaban relucientes, la decoración era maravillosa y lujosa.

Samuel: ¿Qué te parece?-pregunto ansioso cuando entraron a la habitación y Andrea sonrió.

Andrea: Es...hermoso.-dijo abriendo los ventanales que daban al balcón y abrió, saliendo para admirar la hermosa vista.-Me encanta parís.

Samuel: Y eso que aún no has visto nada.

Andrea: ¿Iremos a ver la torre Eiffel?

Samuel: Más que eso, conseguí un acceso prioritario a la Torre Eiffel con anfitrión por supuesto, también iremos de crucero por el rio Sena, el cual no conozco pero dicen que es fantástico, iremos a los Castillos de Loira, y una excursión de un día a Brujas, te aseguro que te va a fascinar todo.-dijo sonriendo al ver la cara de entusiasmo que Andrea tenia.

Andrea: ¡Me parece excelente todo! También quiero que me lleves de compras, quiero comprarme la mejor ropa, los mejores cosméticos, quiero ir a un parque de diversiones, y al mejor restaurante, no a los dos mejores restaurantes, después yo decidiré cual es mejor, quiero...

Samuel: Si, está bien, todo lo que tú quieras.-dijo y ella lo abrazo soltando un gritito de emoción.-Andrea...quiero proponerte algo.

Andrea: ¿Qué es?-pregunto separándose y Samuel suspiro tomándole las manos.

Samuel: Sé que lo nuestro está muy mal, sé que nos casamos por interés, por un contrato y todo lo que quieras, pero también sé que eres inteligente y estamos en parís, así que quiero proponerte una tregua, no peleas ni provocaciones ¿Qué dices?-pregunto algo tenso y nervioso al ver la expresión de Andrea.

Andrea: Esta bien, creo que tienes razón y lo único que quiero en este momento es disfrutar de este lugar. Para serte sincera yo tampoco quiero pelear.

Samuel: Perfecto.-dijo sonriendo.-Entonces ¿qué te parece si nos arreglamos y después te llevo a cenar al mejor lugar de parís? Las reservaciones que programe son a partir de mañana.

Andrea: Si.-dijo dirigiéndose a su maleta.-No, pero no tengo nada que ponerme, mejor llévame de compras. Te prometo que no me tardo, quiero ir con algo elegante para ir a cenar y también para recorrer parís.

Samuel: Esta bien.-dijo y ambos salieron.

Samuel la llevo a las mejores tiendas de todo parís, le alegraba ver a Andrea probándose un vestido tras otro, preguntándole cual le quedaba mejor, pero el problema era que el la veía hermosa con todos, por lo que optaba por decirle que se llevara todo lo que escogía. Si bien a él no le interesaba mucho Francia y tampoco era de los que quisiera visitar países, pero con tal de verla feliz y de estar con ella, sería capaz de ir a cualquier parte.

Llegaron al hotel y él fue el que se bañó y vistió primero mientras Andrea escogía la ropa que se pondría para ir a cenar, cuando termino y estuvo listo, le dijo que la esperaría en recepción y bajo a esperarla ahí, pidiendo un trago mientras hacía tiempo.

Julieth: ¿Samuel? Samuel Gallardo!-grito sonriendo y Samuel se volteo para mirar a la mujer que le estaba hablando.

Samuel: ¿Julieth?-pregunto levantándose del asiento y ella sonrió.- ¡Julieth! Que sorpresa, woo estas...divina.

Julieth: Gracias, es una maravilla lo que el maquillaje puede hacer en la cara ¿no?-pregunto sonriendo y lo abrazo, dándole un beso cerca de los labios.

Samuel: Si, aunque eres hermosa con o sin maquillaje.-dijo sonriendo y se separó un poco de ella.

Julieth: Mentiroso, si fuera hermosa, hubieras aceptado ser mi novio aquella vez que te lo propuse.

Samuel: Bueno, sabias que estaba enamorado de otra mujer.

Julieth: Pues sí, aunque bueno...el beso tan rico que te di no me lo quita nadie.-dijo sonriendo.- ¿Y dime que haces aquí?

Julieth: Vine con mi papá, llego de viaje y decidí viajar con él.-dijo y su sonrisa disminuyo al ver la sortija de Samuel.- ¡¿Te casaste?!

Samuel: Ehee, si, algo así, lamento no haberte avisado pero fue todo tan espontaneo que, ni siquiera lo pensé bien. De hecho yo...

Andrea: ¡Samuel mi amor!-dijo llegando hasta él con una amplia sonrisa, y le rodeo el cuello con las manos mientras unía sus labios a los de él. Besándolo intensamente, hasta que Julieth se aclaró la garganta.-Oh, lo lamento, en este momento no se nos ofrece nada señorita, pero si quiero pedir algo yo la llamo ¿si?

Julieth: ¿Disculpa?-pregunto ofendida.-¡Yo no soy ninguna mesera!...

CAMINOS UNIDOSWhere stories live. Discover now