Tres semanas después...
El sol estaba en lo más alto del cielo, Andrea observo cómo las cortinas se movían con la suave brisa e incluso sabía que si se concentraba lo suficiente, podía oler el aroma de las flores del jardín, nada que no pudiera identificar, solo una mezcla de olores. Vio lo agradable que se veía la piscina y deseo darse un chapuzón, pero se había arreglado tanto para el evento que Samuel tendría en unos momentos que prefirió no hacerlo.
Estaba segura que nunca había contemplado una vista tan magnifica, y menos en un fin de semana, pero en aquella ocasión era para guardarlo en la memoria.
Toco el vientre mientras pensaba en lo que le encantaría que su hijo viera esa imagen y sonrió.
Diana: ¿No te parece Andrea?-pregunto mientras ella miraba por la ventana y Andrea volteo a verla un tanto desconcertada, provocando que su amiga rodara sus ojos.-No me estabas haciendo caso, odio que no me prestes atención.
Andrea: Lo siento, es un día hermoso y verter así en un día como este no me complace para nada.-dijo levantándose de su lugar y sirviendo un poco de jugo.
Tenía puesto un vestido azul, pegado a su cuerpo, que le quedaba por arriba de las rodillas, unas zapatillas plateadas, el cabello suelto cayéndole por debajo de sus hombros, y un poco de maquillaje que iba a tono con sus zapatillas.
Diana: ¿Porque harán la cena aquí? Tengo entendido que esos son negocios del padre de Samuel.
Andrea: De su padre y de él, ambos están trabajando juntos, por eso la cena será aquí, y bueno tengo que acompañarlo aunque este su papá, y seguramente venga Paul. ¿Tu porque no vendrás?
Diana: Tengo cena con mi familia, es el aniversario de mis padres.-dijo y Andrea asintió un poco apenada.
Andrea: Por supuesto, disculpa, con todo lo que ha pasado se me ha olvidado una fecha tan importante para ti, felicita a tus padres.-dijo sonriendo.
Diana: Así lo hare.-dijo levantándose y acercándose al vientre de Andrea.-Me alegra mucho que estés embarazada, seguro eso los unirá más tanto a Samuel como a ti, supe que habían tenido problemas, ayer justamente estaba platicando con tu papá y me lo dijo.
Andrea: ¿Y tú a que fuiste a ver a mi padre?-pregunto frunciendo el ceño y Diana se alzó de hombros.
Diana: Ehe...bueno tu sabes que siempre me ha caído bien, y pues ahora esta solito, supongo que necesita compañía así que a veces voy ayudarlo, con cuestiones de la empresa por supuesto, no creas que...
Andrea: Ey, tranquila, tampoco es como si pensara que podría existir algo entre tú y mi papá, es decir, sería algo ridículo ya que eres más joven que yo, podría ser como tu abuelo.-dijo comenzando a reír.
Diana: Tampoco exageres, solo nos llevamos dos años de diferencia y tu padre aún se ve muy joven, es muy atractivo y también es lindo. Hasta podría rehacer su vida.-dijo y Andrea negó mientras dibujaba una sonrisa.
Andrea: ¿Mi padre lindo? Mi padre es el hombre más frio que he conocido. Además dudo mucho que vuelva a rehacer su vida, amo mucho a mi madre, y sé que aún no la ha olvidado.
Diana: Por supuesto.-dijo algo incomoda.- ¿Y volviendo a mi pregunta cómo están las cosas con Samuel? Ya arreglaron sus problemas?
Andrea: La verdad si, las cosas han ido mejorado mucho, ya no corre a donde está su padre como casi siempre lo hacía, y también tiene límites. Aunque cada uno esta con sus proyectos y trabajo, tenemos tiempo para nosotros, y no sé, creo que después de todo, esa pelea sirvió de mucho.
