Capítulo 18: noticia

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Luego de soportar la carga horaria del instituto, finalmente salimos y pudimos respirar un aire que no era el de los pasillos abarrotados de gente, el de los salones o el del jardín del establecimiento que, a pesar de que era oxígeno puro proveniente de los árboles, no lo suficientemente soportable para nosotros porque de todos modos seguíamos estando dentro del agotador instituto.

Como dijo que haría, Anahí nos estaba esperando en la puerta. Lo que no mencionó es que vendría en camioneta a recibirnos, así que no sólo mis amigos se sorprendieron al verla, también yo.

"Algún día tendré ese auto y esa licencia, y entonces voy a hacer lo que me dé la gana", pensé.

Corrí hacia ella lo más rápido que pude. No quería encontrarme a Cody por ahí, quería simplemente ir con mis amigos en un agradable paseo de vuelta a casa. Parece lo más normal del mundo, pero huir de tu novio cuando recién se reconciliaron no creo que sea lo más acertado. ¡Tonterías! ¿Cómo podía pensar en algo así? ¿Yo? ¿Escapando de mi encantador novio? ¡Ni hablar! Sólo quería pasar un agradable rato con amigos y estaba apurada por salir de ese horrible lugar al que concurría cinco días a la semana cuya carga horaria era toda la mañana y buena parte de la tarde. Sí, por supuesto que era eso.

Fernanda y Clara estaban más que revolucionadas ante la llegada de Anahí, ya que sabían de ella tanto como yo. Y la camioneta no estaba incluida en mi informe, obviamente. Pero claro, ahora que ya tenía edad para poseer una licencia y un auto, no iba a perder oportunidad para presumir ante todos. Algo que no veo mal, de hecho. Digo, uno debe estar orgulloso de sus logros. ¿Por qué no mostrarlos?

Fer presentó a Matt y Anahí, quienes se sonrieron mutuamente y parece que dejaron una buena impresión el uno en el otro, a pesar de que Matt no se mostraba muy abierto. Pero mi amiga ya estaba informada sobre ello. Yo fui la última en saludar y acto seguido nos invitó a subir a su camioneta alquilada.

Parloteamos todo el viaje por la carretera bajo el cielo lleno de nubes que anunciaba una tormenta en algún momento de la noche o en la mañana del día siguiente. Siempre me sentía culpable cuando Matthew se quedaba callado y no participaba de la conversación, pero al tiempo me daba cuenta de que él se encerraba en sí mismo y es por eso que decidía no hablar. Aunque yo dirigiese conversaciones enteras hacia un tema para que él participe, no lo hacía. Y eso era todo lo que estaba a mi alcance. Sin embargo, sí escuchaba. Matt es bueno escuchando.

Anahí no nos llevó directamente a nuestras casas, primero se detuvo por el camino, estacionó en la hierba todavía verde de los acantilados y nos sentamos en círculos, cerca de aquella otra hierba que era color amarillo como el trigo.

Seguimos parloteando tal como lo hacíamos antes y como cada vez que estábamos juntas, y pronto la conversación se desvió hacia mi relación con Cody. Está bien que fuera la única de mis amigos que se encontraba de novio en ese momento, pero tampoco era como para que abusen del tema.

–No sabés lo que hizo tu querida amiga –comenzó Fer.

Anahí la escrutó por un momento, como si le estuviese leyendo la mente y luego adivinó.

–No me digáis que...

–Volvió con su atractivo, pero falso e irrespetuosamente hipócrita novio –Fer terminó la oración cruzando los brazos.

¡Ja! Menos mal que no les había contado todo lo que él había hablado sobre ellos. No quiero ni imaginarme la cantidad de insultos que le habrían lanzado si así fuese.

A esto, Anahí respondió negando con la cabeza y desviando su mirada hacia mí.

–Ya he hablado con ella cuando fui a su casa y os puedo asegurar que estaba totalmente destruida por dentro, he podido notarlo perfectamente. Estaba a plena vista.

Nada más que un añoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora