Opuestos En Común. Nomin

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En el camino al centro comercial habían decidido que primero sería mejor pasar a comprar algo para comer en el almuerzo y recién después ir a gastarse el resto de la tarde fundidos en la realidad virtual.

Jaemin miraba indeciso a todas las opciones que tenía frente a él. No estaba muy seguro de lo que debía escoger. No quería algo demasiado grasoso, tampoco quería verse como un estirado frente a sus amigos aunque ellos le solucionaron el pequeño problema cuando decidieron que lo mejor era algo de pizza para compartir entre todos y un par de refrescos.

Se sentaron en una de las mesas del centro del lugar y comenzaron a llenar sus bocas con comida chatarra hablando de algunas tonterías varias, sobre las clases y haciendo algunos chistes fuera de lugar que a veces les hacía avergonzarse ante la idea de que alguien pudiera oírles. La vida podía parecer tan hermosa y encantadora cuando se estaba con amigos de esa manera tan sencilla. Mas algo dentro del pecho de Jaemin dolía de manera leve pero persistente, era algo que no podría sacarse por más que quisiera. No sabía lo que era, tampoco estaba ansioso de saber que le ponía de ese modo. A veces la ignorancia era el mejor amigo que una persona con la vida ya demasiado complicada podía tener.

Fue RenJun quien dijo que ya debían de apurarse pues habían estado demasiado tiempo perdiendo el tiempo haciendo nada pues su pizza de almuerzo se había terminado hace ya mucho. Juntaron la basura y fueron a arrojarla a uno de los cestos cercanos dejando la bandeja en donde correspondía. Iban a encaminarse a los juegos cuando un grupo de chicos pasaron a su lado, uno golpeando el hombro de Jaemin de manera tal vez demasiado fuerte como para que haya sido un accidente. El castaño se volteó a verle con el ceño fruncido. Un chico de piel un tanto oscura le miraba con una sonrisa un tanto extraña y desafiante, un par de pasos más lejos estaban otras tres personas. Dos de ellos miraban la escena un tanto entretenidos, el más bajo en estatura sonreía divertido y el más alto, que parecía un maldito poste, les observaba con un brillo extraño en sus ojos. El tercero estaba de espaldas a ellos, tenía el cabello negro y al parecer un celular en sus manos en el cual estaba concentrado.

— Ten cuidado niño mimado ¿No ves que estas molestando el paso a la gente? No puedes acaparar todo el sitio para ti.

Jaemin frunció su ceño cuando el moreno le dijo aquello, había sido este último quien le chocó a propósito cuando paso por el lugar. Le detalló un poco mejor y vio el escudo de una de las escuelas públicas de la ciudad. Bien, puede que ese chico sólo estuviera buscando pelea por el hecho de que su familia era una adinerada.

— Fuiste tú quien se metió en el camino y me golpeó. Yo no te he hecho nada, así que por favor no armemos una escena aquí. 

La mirada en los ojos del más bajo pareció arder en cuanto dijo aquello pero no de furia, sino parecía más que complacido y divertido de que le haya respondido siquiera. A su lado, Chenle sujetaba su brazo con algo de fuerza y le jalaba levemente para que se marcharan de allí.

— Haechan, ya déjalo. Nos vas a meter en problemas si sigues con tu juego.

El nombrado tan sólo rodó sus ojos ante lo que el más alto de todos le dijo. Bufó antes de volver a mirar al castaño y sonreír de manera ligeramente aterradora. Ese chico era más que extraño, de verdad no le entendía.

— Nos volveremos a ver, niño rico.

Dicho esto, se giró y volvió con sus amigos para por fin poder marcharse del lugar. Jaemin y el resto quedaron estáticos por unos segundos en su lugar, sin entender muy bien que es lo que les había pasado. Estaban un poco acostumbrados a que las personas les tuvieran un ligero respeto a ver la escuela a la que pertenecían, solo los hijos de personas importantes asistían allí, desde empresarios hasta políticos. En muchos casos ni sabían quiénes eran, pero las personas simplemente les sonreían como si no importara nada. Era algo relacionado estrictamente a su dinero, lo único que parecía importar. Ahora, ese extraño chico parecía más que dispuesto a pelearse con ellos solo por divertirse. Jodidamente extraño.