Opuestos En Común. Nomin

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Toda aquella charla había traído demasiados recuerdos para él, recuerdos que no eran sencillos de afrontar incluso después de tantos años de ello. Su mano acarició una y otra vez la marca en su cuello, como buscando consuelo en ello. Aún recordaba bien esa mañana en la que se despertó solo y sintió el terror recorrerle. También tenía bien grabado en su mente el momento en el que había llegado a casa y llorado en los brazos de su madre. Para su sorpresa, Jihyun no lo había repudiado ni rechazado. Ella había acariciado su cabello hasta que se quedó dormido en su cama y se mantuvo a su lado vigilando su sueño hasta que ella no pudo resistirlo más durmiéndose a su lado. Había tenido mucho miedo de lo que pasaría después pero ella sólo lo cuidó, se aseguró de que la marca sanara de manera correcta y esperó a que su hijo estuviera listo para hablar del tema.

Jihyun no necesitaba ni preguntar quien había sido, pues le resultaba obvio. Su madre no había tenido todas las respuestas que hubiera deseado pues de hecho le dio muy pocas. Le dijo que Jeno estaba en problemas, que había debió irse y no sabía sí regresaría. También dejó muy en claro que la idea de la marca había sido suya. La beta no había estado muy convencida de que la historia fuera realmente real pero cuando la noticia de que Yang Hyun Suk, quien su madre conocía como el tutor o similar de Jeno, estaba muerto comprendió que allí tal vez sí había algo más serio de lo que podía imaginar.  

Le costó entender a su hijo y sus decisiones pero creyó que no debía o podía hacer más que apoyarlo en un momento tan difícil. Sobre todo cuando la angustia de la separación hacía estragos en él algunos días. Su corazón se hacía añicos al ver a su hijo desesperado, llorando mientras trataba de arañar la marca del lazo para aminorar su dolor. Un omega que había sido marcado y perdía a su alfa al poco tiempo podía llegar a volverse loco. 

Con sus amigos no había sido nada fácil tampoco. Faltó a la escuela casi una semana después de ello y el trío de betas había ido a verle realmente preocupados. Con ellos había podido ser un poco más sincero sobre la real situación que los había envuelto durante tanto tiempo a él y Jeno. Se desahogó abrazado a Mark quien le acariciaba el cabello como si fuera un pequeño niño. Habló de todo, de la vida de Jeno, de Yang, de las cosas que le habían obligado a hacer en esos años y de cómo se había tenido que ir. Al final ellos también parecieron comprender que no había sido fácil para él.

Años después aún no era nada fácil. Jeno, Ten, Haechan y Taeyong, junto a ese otro alfa que no conocía, habían desaparecido sin dejar rastros. No sabía donde estaban, que hacían o lo que había sucedido. Únicamente podía afirmar que Jeno estaba vivo, en algún sitio pero lo estaba.

Retomar su vida después de ser marcado había sido una odisea. Lo mantuvo en secreto ocultándose tras camisas bien abrochadas, camisetas sin escotes o de cuello alto. El verano solía volverse insoportable pero no quería a nadie juzgando sus acciones. Bastante tenía con su propia conciencia reprochándole todo el tiempo. No era como si realmente se arrepintiera de la marca, o al menos no se arrepentía por completo. Cuando pensó con la cabeza fría y luego de meses, admitió que no estuvo bien lo que había hecho aquella noche. Condicionó al alfa a hacerlo, casi exigiéndole ser marcado creyendo que así volvería a él en algún momento. En la actualidad solo podía reírse de lo ingenuidad que lo había llenado en ese tiempo.

La parte mas dura de él, aquella que se reprochaba cada acción tomada en su vida, le decía que había sido un idiota. Que una marca no significaba nada, valía mucho más para un omega que para un alfa. Eso no haría que Jeno volviera con él y se había mentalizado eso, él no regresaría.

También estaba esa otra parte, mas pequeña y soñadora, diciéndole que si Jeno aún no había roto el lazo entre ellos era por algo. Pero también ¿Por qué Jaemin no lo había roto ya?