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Luego del pequeño incidente con Jeongin, siguieron con su camino comprando unas hamburguesas y se sentaron en una de las mesas que estaba en la parte externa del centro comercial. El sol comenzaba a ser más fuerte pues eran los primeros días de Junio, indicando que el verano ya estaba comenzando aunque la temperatura aún no subiera del todo. Jeno arremango las mangas de su suéter hasta los codos y Jaemin no pudo evitar observar detalladamente lo poco que veía de los mismos. Las venas se marcaban en los mismos, sobresaliendo hasta sus manos adornadas por un par de anillos y un brazalete de lo que parecía ser plata. También notó las pequeñas cicatrices que parecían estar dispuestas al azar, eran finas y casi imperceptibles por el paso del tiempo, quizás el alfa tendría un gato. Las manos parecían ásperas y un poco desgastadas. 

Bajó su vista hacia su hamburguesa e hizo una mueca. Su madre estaría regañándole si supiera lo que estaba comiendo. Diría que arruinaría su cutis, aumentaría de peso y arruinaría su vida ademas de verse mal como omega. Mordió su labio con algo de fuerza antes de volver a tomar un bocado de su grasienta comida. Sabía que debía de ignorar los comentarios que su progenitora le decía pero a veces estos calaban demasiado en su mente y le llenaban de inseguridades. Aquellas iban y venían, golpeándole con fuerza como en aquel momento en donde sintió asco de su comida a pesar de lo mucho que le gustaba. Un nudo se formó en su garganta y debió dejarla a un lado excusándose en que no tenía hambre pues había "desayunado demasiado". El alfa en la mesa le miró con ojos suspicaces pero no hizo ningún comentario sobre lo mismo.

— Jeno ¿Cómo es ser amigo de un omega? Eres un alfa, debe de ser raro. En nuestro salón los omegas parecen tener miedo hasta de nosotros, los betas. Andan en grupo siempre.

La pregunta de Chenle fue inocente pero no quiso decir que no le doliera a Jaemin escucharla, él aún no les había dicho a sus amigos que sería un omega. El alfa miró al chino algo confundido antes de, disimuladamente, observar a Jaemin de forma rápida. Quiso llorar en ese momento, un beta no podría reconocer el muy tenue aroma que apenas y comenzaba a aparecer en su cuerpo. Un omega o alfa sin presentarse tampoco podrían hacerlo pero Jeno ya estaba presentado, la fuerza de su propio aroma le golpeaba cada vez que respiraba. No había que ser muy inteligente para saber lo que Jeno estaba pensando en su cabeza y es que, evidentemente, ya sabía que el castaño sería un omega.

— Pues no hay mucha diferencia. Es lo mismo solo que a veces puedes ponerte algo... territorial si un alfa desconocido se mete con tus amigos. —Jeno dejó su hamburguesa en la mesa mientras parecía meditar su respuesta.—No por el hecho de que sientas algo por ellos, lo haces por instinto, porque quieres protegerlos aunque ellos en realidad no lo necesiten. Tengo amigos omegas que podrían patear el trasero de un alfa si llegaran a molestarle. —Se rió levemente mientras negaba con su cabeza. — Y obviamente no puedes acercarte durante su celo a menos que ya tengas tu propio omega o beta. Más allá de eso, es como cualquier amistad o al menos yo lo veo sí. Hay personas que no lo toman igual, les tratan mas delicado o los sobreprotegen pero crecí con varios omegas a mi alrededor. Mi madre por ejemplo. O mis amigos, si los tratara delicado, ellos patearían mi entrepierna sin dudarlo. 

Terminó su pequeño discurso encogiéndose de hombros como si no le interesara aquel hecho. El castaño siguió mordiendo su labio inferior, jalando los pequeños trozos de piel seca que había en ellos, arrancándolos y sintiendo un ligero ardor al hacerlo pero no pudiendo detenerse. Repetía las palabras ajenas en su cabeza, nunca había conocido un omega como los que decía Jeno, un omega capaz de hacerle frente a un alfa. En su escuela los omegas solían ir ser calmados, dulces y tranquilos, jamás desobedecerían o se meterían en una pelea, menos contra un alfa. Incluso él estaba yendo por ese camino. 

Siguieron comiendo en calma, hablando sobre la escuela y sobre lo exigente de algunos de los profesores quienes parecían pensar que su asignatura era la única en todo el mundo. Ren Jun se quejaba sobre que Chenle, cuando no entendía algo, le usaba de su traductor personal y  en más de una ocasión le había preguntado tres veces el significado de la misma palabra en tan solo un día. Mark reía y como cada vez que algo pasaba, exageraba en sus reacciones, Jaemin a veces se preguntaba si estaba todo bien con su amigo canadiense.

Opuestos En Común. NominWhere stories live. Discover now