Opuestos En Común. Nomin

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Tras las palabras dichas, un largo silencio reinó entre ambos jóvenes debajo de aquel árbol. No se miraban entre ellos, no podían verse a los ojos. Uno sintiéndose totalmente expuesto y el otro confundido. El sonido de las ramas al moverse, algún pájaro y niños riéndose a lo lejos era lo que estaba llenando ese espacio entre ambos. El sol se reflejaba en el agua dándole un hermoso brillo dorado que parecía haber captado la atención de ambos en un instante.

Jaemin se volteó a ver al chico a su lado, repasando cada pequeña facción de su rostro. Volvió a ver bajo una nueva luz cada pequeño detalle. Sus ojos, su nariz, sus labios e incluso en el pequeño lunar que tenía. Pensó en la vez que le vio sin camisa, en ese sin fin de cicatrices adornando su cuerpo. Cientos de heridas que contenían una historia trágica como fondo, que habían sido bañadas en las lágrimas de quienes le querían.

No se pudo imaginar a sí mismo en su lugar, en lo que hubiera hecho si habría atravesado por aquello y pronto se sintió perdido. Estaba en medio de una enorme nada, sin un camino claro al cual dirigirse. Jeno había hablado con una calma impresionante para algunos de los horrorosos sucesos narrados. El de cabello rosado se preguntó cuántas veces habría repasado su vida en su cabeza para poder aceptarla con tanta calma y narrarlo sin quebrarse en medio.

Tal vez era cierto lo que muchos le habían dicho, aún era muy inmaduro para lograr comprender ciertas cosas oera demasiado emocional también. Mordió sus labios hasta que estos parecieron arder tratando de encontrar palabras adecuadas.

— Aún no lo entiendo ¿Por qué yo?

— Yang está desarrollando una nueva droga. Es fuerte y bastante adictiva pero con un índice alto de mortalidad. No sirve de nada si es que tus clientes se mueren luego de la cuarta o quinta dosis. Necesitan arreglar eso pero para hacerlo deben de tener los mejores productos y maquinaria del mercado. Yang no encontraría forma de hacerlo sin levantar sospechas así que fue por un plan b. Tu familia es dueña de una de las farmacéuticas más grandes, con enormes laboratorios de última tecnología. Con eso en sus manos, le sería muy fácil lograr su cometido.

— Pero yo ni siquiera he pisado los laboratorios.

— No hace falta. La empresa era de tu padre, él te la dejo a ti. Es tu madre quien se hace cargo hasta que tú pudieras dirigirla o escogieras a alguien para ello.

Jeno suspiró, llevando una de sus manos hasta su propia nuca masajeándola levemente. Se sentía tan tenso y cansado que en cualquier momento podría desplomarse allí mismo.

— Cuando lo investigaron todo sobre ti, no les fue difícil ver que no llevabas una buena relación con tu madre. Se suponía que yo debía llegar, conquistarte y poco a poco incrementar tus conflictos con ella. Hacer que quisieras dañarla, alejarte del todo. Debía de separarte de su lado y hacerte odiarla tanto como para quitarle lo único que a ella le importa actualmente, su trabajo. En el proceso debía de marcarte, hacer que fueras mío en todo el sentido de la palabra para poder usarte a mi antojo. Te presentaría abogados que te ayudarían a quedarte con todo pero, como tú no podrías hacerte cargo por ti mismo debido a tu edad, allí entraría Taeyong. Mi hermano había estado estudiando artes en realidad pero Yang logró falsificar su registro para hacer parecer que estuvo estudiando administración. Con toda la fe del mundo, le darías el cargo a tu cuñado. Evidentemente no sería él quien lo dirigiera todo realmente pero frente al ojo público sí. Yang con sus hombres podrían usar las instalaciones a su completo gusto y, si llegaba a saberse, todo el peso caería sobre Taeyong. De cierta forma, a pesar de que todo llegara a irse por el caño, tú y yo habríamos estado bien. No seriamos culpables de nada, quedaríamos sólo como unas pobres víctimas de un sujeto aprovechado y codicioso a quien le tuvieron confianza. Yo no hubiera vuelto a pisar los terrenos de Yang, hubiera podido tener un futuro lejos de todo. Hubiera empezado de cero. Sé que sonara horrible pero eras mi boleto de salida Jaemin.