31 (primera parte)

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Jaemin no había podido responder a las preguntas que Haechan le había estado haciendo pero el único en pie podía notar lo que estaba pasando en el interior del menor a través de sus ojos. Eran expresivos y ahora estaban desbordando de emociones. Le soltó poco a poco y fue hasta su cocina a traerle un vaso de agua para que pudiera calmarse un poco. Notaba las manos temblorosas de este, lo que le hizo sonreír. Le dejó pensar y meditar en su sofá por unos minutos mientras él se dedicaba a escribir en su teléfono. Casi media hora después, con el único sonido de sus dedos golpeando contra la pantalla de su celular, se levantó con una expresión fastidiada.

— Anda, ya es tarde y tengo que llevarte de aquí antes que se haga de noche.

Aún era bastante temprano en realidad y faltaba demasiado para que se pusiera el sol pero debía sacar al otro omega de su casa. Jaemin asintió levemente con su cabeza levantándose con calma. Lo sacó con cautela del lugar para comenzar a conducir. El de cabellos rosados aún se encontraba perdido en sus pensamientos mientras mantenía su cabeza pegada al vidrio del auto. Por ir tan distraído no notó que estaban tomando un camino diferente al de su casa sino alparque de aquella noche en la cual todo se desmoronó. Recién se percató de ello cuando el otro omega le movió por los hombros haciéndole sorprenderse.

— ¿Qué hacemos aquí?

— Él está aquí. Está esperando por mí, le dije que debía hablar con él sobre algo. Evidentemente tiene que ocurrir al menos una última charla pero no necesariamente conmigo.

— ¿Por qué siquiera supones que quiero hablar?

— Porque desde el momento en el cual te dije que estaba aquí has puesto tu mano sobre el seguro de la puerta para abrirla.

Jaemin volvió su vista hacia su propia mano notando que, en efecto, era como este decía. El sonrojo cubrió todo su rostro y la apartó suavemente de allí pensando en si realmente estaba dispuesto a hacerlo. Estaba asustado de saber que estaba allí, de volver a verlo pero no podía asegurar que tampoco estuviera emocionado por lo mismo. Se encontraba demasiado confundido en ese preciso momento.

— Estará cerca de la orilla del lago, bajo el sauce llorón. Por alguna razón ama ese árbol.

Fue lo único que Haechan le dijo antes de darle a entender con sus ojos que debía bajarse del auto o lo haría el mismo a patadas. Decidió ir por el lado menos violento, bajándose en silencio y viendo el auto marcharse luego. Podría haberse vuelto a casa, podría haberse girado y hacer como que no escuchó nada pero allí estaba, caminando en silencio buscando con sus ojos al alfa.

Como si fuera una especie de visión, le vio justo como Haechan había dicho. Sentado sobre una raíz cerca del agua con una pierna flexionada y la otra estirada, siendo iluminado por los pocos rayos del sol que se colaban bajo las hojas del sauce, una ligera brisa movía sus cabellos y las ramas. Su rostro estaba serio, mirando de manera perdida el agua y podía detallar su perfil perfectamente. Era una imagen digna de fotografiar y quiso como nunca tener una cámara para hacerlo pero no encontró una excusa lo suficientemente buena como para ello.

Se acercaba en silencio tratando de pasar desapercibido pero no fue posible cuando el viento cambio de dirección haciendo que su aroma viajara directo hacia el alfa quien rápidamente movió su rostro buscándolo. Estaban a unos diez metros de distancia pero se sentían como kilómetros. Ambos mantenían su mirada fija en el otro, sin moverse ni un milímetro. Jaemin creyó que sería el primero en no poder soportar aquello pero para su sorpresa fue el alfa quien aparto su mirada con una expresión de vergüenza que le dejo sin aliento.

Opuestos En Común. NominWhere stories live. Discover now