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Los días pasaron sin muchos más problemas, entre clases y tareas con un par de charlas casuales con sus amigos. Jeno se integró al grupo de manera tan suave que parecieran ser amigos durante años, había una confianza y complicidad increíble entre ellos. Parecía saber cómo moverse con ellos y a su alrededor.

La novedad del nuevo estudiante había pasado rápidamente y ya casi nadie observaba con ojos curiosos a Jeno. Aún había un par que le observaba pero era más porque el joven era alfa era realmente atractivo. Llamaba la atención de más de una omega y algunas betas aunque el chico no parecía estar interesado en todas esas chicas. Mark había dicho, en privado hacia Jaemin, que tal vez a Jeno sólo le gustaban los omegas o betas masculinos. Ninguno se atrevió a preguntar, luego del día en donde el alfa les había comentado lo de su hermano, no quisieron hacer más preguntas o indagar en su vida privada.

— Oigan ¿Vamos al centro comercial mañana? Podemos pasar por los juegos, las tiendas y comer algo. También podemos ir al cine.

El menor de los chinos propuso mientras descansaban sentados en el patio de la escuela esperando a que la siguiente clase comenzara. Jaemin arrancaba de manera distraída el pasto, Mark y Ren Jun habían estado hablando hasta ese momento y Jeno simplemente estaba recostado con los ojos cerrados pareciendo casi dormido. El castaño detalló el rostro de este con cuidado, sus cejas, su nariz, su piel. Todo parecía demasiado perfecto y hacía, en conjunto, un rostro bello y atractivo. Sentía un destello de envidia en su pecho, le gustaría ser como Jeno. Hermoso y alfa, seguro que su madre así sí que hubiera estado orgulloso de él.

— Estoy considerando que he de tener algo extraño en mi cara como para que me mires tanto ¿Hay algo mal en mí?

Abrió sus ojos sorprendido cuando escuchó la tranquila voz del que parecía estar dormido, este entreabrió sus ojos levemente para mirarle y sonrío de manera encantadora. Jaemin podía sentir sus mejillas enrojecidas de la vergüenza de encontrarse descubierto en su pequeño examen.

Si el mayor notó o no su vergüenza no lo supo ya que no hizo comentarios al respecto. El único alfa del grupo accedió a la idea de Chenle diciendo que era algo bueno y que necesitaba distraerse un poco. Argumentó que esta escuela era mucho más exigente a la que antes asistía. Debía de esforzarse demasiado y no estaba acostumbrado a lo mismo.

Le miraron con curiosidad pero no preguntaron a donde iba antes. Lograron comprender que si Jeno deseaba o quería hablar sobre su vida, lo haría él solo y sin responder a las preguntas de otros. Era algo extraño, lo admitía. A veces el alfa parecía alguien tan tranquilo, transparente y amable... poco después era alguien cerrado y extraño. Se movía en un extraño espectro de dualidad de forma constante.

La campana sonó y debieron de volver a retomar sus clases. En la salida se pusieron de acuerdo en verse el día siguiente en centro comercial con el punto de encuentro en la fuente del mismo. Cada uno subió al auto que había venido a buscarles y Jaemin, como cada día, veía a Jeno irse caminando a su casa.

Al día siguiente se levantó emocionado, sonriendo de manera amplia lo que causaba una mirada curiosa de parte los empleados del lugar. Entró en su armario buscando lo que podía ponerse pero nada le gustaba, se sentía frustrado y no entendía porque estaba tan decidido arreglarse tanto.

La señora Lee llegó para rescatarle, preguntándole a donde es que iba y con quien iría. Se sentó en el pequeño sillón mientras le respondía que iría al centro comercial junto con sus amigos, le habló un poco sobre Jeno, sobre que era un alumno nuevo y sería la primera vez que saldrían juntos. Hubo una mirada en los ojos de la mujer que Jaemin no supo cómo identificar, ella le sonrío diciendo que no se preocupara. Le ayudó a escoger la ropa, unos jeans algo ajustados, una camiseta blanca y por encima una camiseta a rayas celestes y blancas.

Opuestos En Común. NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora