10

8.4K 986 1.5K
                                    

La fiesta no estaba siendo tan mala para Jaemin en realidad. Su madre no había hecho algún escándalo o algo parecido. Jaehyun a veces iba y venía del pequeño grupo de amigos que se mantenían hablando y comiendo algunos bocadillos. Aún estaba esa tensión en el aire entre el tailandés y Jeno pero ambos se las arreglaban para no hacerla notar en su mayoría. Aunque el mayor de los dos omegas no perdía oportunidad para hacer algunos comentarios mordaces hacia el joven alfa quien parecía estar conteniéndose. El Omega más joven se sentía muy curioso respecto a ello.

Jaehyun volvió a acercarse al grupo, pidiendo entre bromas que le escondieran de su madre quien estaba algo pesada. El omega castaño le preguntó amablemente sobre Doyoung haciendo que el mayor de todos sonriera mostrando los lindos hoyuelos en su rostro y le contestara que ya estaban bien pero evitaban hablar sobre el posible arreglo que debían tener sus madres en la cabeza. Lo siguiente que salió de los labios del mayor fue una pregunta sin malas intenciones pero que llegó a ser algo incomoda.

— Jeno ¿Cierto? Jaemin me comentó que ingresaste tarde a la escuela ¿Cómo lo lograste? Tus padres debieron de pagar una fortuna para que te aceptaran luego de que haya comenzado el ciclo escolar. Solían ser bastante estrictos cuando yo asistía a esa escuela. Incluso era raro que ingresaran alumnos nuevos cada año, eran exclusivos.

La sonrisa que se posó en los labios de Jeno se notaba tensa, a pesar de que quería lucir tranquilo. Jaemin quiso codear al mayor de los alfas, sabía que el tema familiar era algo delicado para el pelinegro.

— Fue mi hermano mayor quien lo hizo posible, supongo que tuvo sus formas. Puede ser alguien muy convincente.

Se encogió de hombros como para dejar en claro que no era la gran cosa aunque los ojos del mayor brillaron levemente con curiosidad.

— Bueno vaya, supongo que debe tener buenos contactos o un trabajo muy bien pagado como para que acepten a su hermano a esas alturas del año.

— Si Jeno, tiene razón. Tú y tu hermano tienen unos contactos interesantes ¿No es así? Les ayudan mucho a hacer sus cosas, con el trabajo y dinero. Cuéntanos un poco más de eso.

El tailandés había hablado con un toque venenoso en su voz que había dejado al resto entre sorprendidos y confundidos. La mirada de Jeno se volvió oscura, amenazante pero luego una risa floja y falsa salió de sus labios mientras miraba al omega.

— Sí, es cierto, tenemos buenos contactos pero ya que estamos hablando de ello y de trabajo ¿Ya has logrado poder mantenerte a ti mismo? ¿O aún debes de acudir a mi hermano para que pague todas tus mierdas?

La vista de todos se posó en el tailandés que lucía sorprendido y avergonzado de las palabras dichas. Evidentemente no se esperó una respuesta como esa. Apretó con algo de fuerza la copa que tenía en su mano antes de darse la vuelta e irse sumamente molesto. El alfa pelinegro simplemente rodó sus ojos y bebió un poco más de refresco de su copa, estaba con ganas de algo fuerte pero no le dejarían beber en un ambiente como ese, aún era menor y todos allí parecían saberlo. Jaemin quiso preguntar lo que había ocurrido pero la firme y tersa mano de su madre se posó en su hombro. Le susurró al oído que la acompañara.

El omega no tuvo salida por lo que solo obedeció mirando a sus amigos con una expresión de pánico antes de ser arrastrado hacia el medio de patio, donde podía ser observado por todos. Su madre golpeó cuidadosamente la copa con champagne en su mano con una cucharilla para llamar la atención de los invitados.

— Buenas noches a todos y gracias por su atención. Solo queríamos agradecerles por asistir a esta pequeña fiesta improvisada donde celebramos que mi pequeño Jaeminnie ya es un omega con todas las letras. Bueno, no todas porque a este pequeño aún le falta mucho que aprender.

Opuestos En Común. NominWhere stories live. Discover now