xxiii

571 43 10
                                    

A partir de ese día se volvió una constumbre quedarme a dormir algunas veces en su departamento. Lo prefería mil veces antes de regresar al mío y funcionaba bastante bien. Hasta había comenzado a tomar duchas en su baño.

Pasaron algunas semanas y se acercaba el día en que tendría que irse de gira. Él insistía en que podía quedarme en su departamento sin problema alguno, así podría cuidar a Petunia. Aún no lo había decidido pero la idea comenzaba a convencerme.

Era domingo cuando desperté en mi habitación, los fines de semana aprovechaba para hacer limpieza ya que Ella nunca estaba, o eso creía yo. Me levanté para ir la a cocina y desayunar pero me detuve al verla fornicando sobre la encimera.

-¡Oh por dios! -a pesar de que me di la vuelta me tape los ojos para no presenciar nada.

-¿Pero qué estás haciendo? -grito enojada.

-¿¡Que diablos estás haciendo tú?! -conteste de la misma manera. Escuché el ruido de la ropa y del cinturón que de seguro era del chico. Me di la vuelta lentamente y corrobore que ya estaba vestido- ¿Habrá un día en donde te vea sin que estés teniendo sexo con alguien?

-Eso pasaría si dejaras de aparecerte de repente.

-¡Estás en la cocina! ¡También vivo aquí! -pase mis manos por mi frente como si eso arreglará si arreglará el problema.

-¿Porque no me dijiste que tu compañera es Alexis Paes? -el chico termino de colocarse la ropa y extendió su mano- solo he escuchado una de tus canciones pero me gusta bastante, por cierto también me llamo  Alexis. Es raro encontrar una chica con mi mismo nombre.

-Gracias -me esforcé en que mi sonrisa no se viera tan forzada- ¿Crees que pueda hablar a solas con Ella?

-Claro -sonrio enormemente ajeno a mis intensiones- ya me tenía que ir aún así. Nos vemos, primores.

Antes de salir, beso a Ella con demasiado furor. Cuando estuvimos a solas, solo tomo su playera y camino a su habitacion pero le tomé el brazo para detenerla.

-No podemos seguir así solo peleando siempre...

-Tu eres la que siempre provoca los problemas.

-¡Yo no me la pasó teniendo sexo por todo el departamento! -me sorprendía de que no pudiera ver el problema.

-Ni siquiera eres alguien que haya tenido algún roce en la entrepierna.

Me calle cuando escuché eso. Todo lo que planeaba decirle se me borró de la mente, al igual comenzaba a sentir mi boca seca. Mi cara estaba roja por el enojo y sospechaba que por la pena.

-Estoy en lo correcto ¿No?

-¡Eso no es verdad! -chille más agudo de lo que planeaba- ¡Ese no es el tema! Haz todo lo que quieras con tus amigos pero dentro de tu habitación. Es incomodo siempre encontrarte en esa situación. ¿Como te sentirías si alguna vez yo estuviera haciendo eso en tu habitación?

-Si es con el guapetón rubio de tu novio, estaría dispuesta a hacer un trío -me guiño el ojo y se alejó meneando sus caderas.

Me quedé quieta desconcertada a media cocina. Cada vez que hablaba con ella siempre terminaba sorprendía por su  desvergonzada actitud. Gire observando toda la cocina, de repente comencé a sentir que todo estaba extremadamente sucio. Un turbio escalofrío recorrió todo mi cuerpo, solo tomé un tazón y regrese a mi pequeño nido a desayunar.

*

"Cause uptown funk gon' give it to you
Saturday night and we in the spot
Don't believe me just watch"

Another phase | lrhWhere stories live. Discover now