Another phase | lrh

xl.i

-¿No se supone que deberías estar haciendo tarea?

-¿Quieres ver series o no?

Me acomode en mi cama con todo lo necesario para un muy necesario maratón de series con mi mejor amiga. Las últimas semanas las había pasado agobiada por hacer todo lo que me faltaba y sabía perfectamente que si seguía así tendría alguna crisis en algún momento.

Decidimos poner The end of the fucking world ya que al parecer saldría pronto la segunda temporada. Íbamos en la parte donde James golpea a su padre y toma el auto para escapar cuando escucho un fuerte suspiro por parte de Olivia y ponerle pausa a la serie.

-Desearia que mi vida fuera tan fácil como tomar el auto de mis padres y salir huyendo -metio todo un puño de palomitas a su boca- o al menos volver a tener diecisiete.

-En el momento que no me tocó un vampiro en mi clase de biología supe que mi vida no iría bien -bromee para animarla un poco pero solo seguía comiendo con la mirada perdida- ¿Que es lo que sucede?

-No lo sé -suspiro dramaticamente- supongo que no era así como sería mi vida después de graduarme.

Habían despedido a Olivia de su primer trabajo, desde entonces ha buscado alguno que satisfaga sus expectativas, de mientras tenía puestos pequeños pero todos los dejaba. Había entrado a una etapa de depresión días atrás, aunque ella lo negaba sabía que se sentía mal.

-Solo es un tiempo, Olivia. Algo bueno aparecerá.

-¿Y si no? No duro en ningún trabajo , se supone que estudie algo que me gusta, siento que el tiempo se me va de las manos cuando se supone que esta es la mejor etapa de nuestras vidas -termino por sentarse frente a la cámara exaltada- ¡No veo que las cosas mejoren!

-Solo han Sido dos meses...

-¡Y luego serán cuatro, seis, ocho y así hasta convertirse en un año y luego en toda mi vida!

-Pero esto es algo normal, Olivia. Todos vamos a pasar por eso...

-¡No, no digas todos! ¡Tú eres la que menos cuenta! -frunci el ceño al escucharla- prácticamente ya tienes tu vida resuelta, Alex o al menos ya tienes un colchón de seguridad para cuando salgas de la escuela. Yo sigo viviendo con mis padres, desempleada, comiendo sopa instantánea todos los días porque todos los malditos trabajos a donde voy no me contratan. Tú solo cantas frente a cientos de personas y recibes dinero a cambio. ¡No todos pasan por lo mismo!

Olivia cerró los ojos y apretó el puente de su nariz tranquulizando su respiración. Sabía que no quería decir esas cosas pero no la culpaba, realmente parecía que ya lo tenía todo resuelto pero realmente sentía que todo estaba en desorden y solo vivía día al día.

Aunque de la manera que Olivia lo decía sonaba bastante fácil, también tenía muchas cosas en que pensar.
Nos quedamos en silencio unos minutos, ella tratando tranquilizarse y yo sin saber que decir. De repente escuché que comenzaba a sollozar, me rompía el corazón verla tan vulnerable y desee estar ahí con ella.

-¿Recuerdas que a los doce años planificamos toda nuestra vida? -seguia sin quitar las manos de su cara por lo que continue- a los veintidós nos iríamos a vivir solas a nuestro propio departamento y trabajaríamos en una cafetería como los libros que leiamos. A los veinticuatro conoceríamos a los mejores chicos del mundo, preferiblemente a Joe Jonas y Zack Efron para luego casarnos a los veintiocho -rei recordando como habíamos llenado cientos de cartulinas con fotos de nuestra futura vida- y luego, oh dios, esta es mi parte favorita. Luego, tal vez al año de casadas....

-Tendriamos hijos y los obligariamos a ser mejores amigos como nuestras madres lo hicieron con nosotras -empezo a reírse mientras se limpiaba las lágrimas- era un buen plan en ese entonces.