Another phase | lrh

xlvii

A pesar de haberme quedado dormida demasiado tarde, mi cerebro penso que sería buena idea despertar desde temprano. A las siete de la mañana no podía volver a dormir por lo que decidí salir a correr un poco.

Mi identidad fitness falsa salía a la luz.

Me coloque una blusa de manga larga junto con una sudadera ya que podía sentir el frío madrugador. Nadie despertaba aun, lo cual se me hacía extraño ya que mamá siempre comienza a cocinar desde temprano. Llene un botella de agua y salí de la casa.

Las calles estaban relativamente vacías, por lo que podía correr libremente. Algunas veces me detuve a saludar a unos cuantos vecinos que aún se acordaban de mi. Seguí corriendo hasta llegar al parque más cercano. Muchos señores paseaban a sus mascotas o solo iban a ejercitarse un poco. Di un par de vueltas alrededor y terminé por sentarme en una de las bancas.

-¡Alex!

Me asusté al escuchar alguien gritar detrás de mi. Tomas venía corriendo hacia donde estaba. Traía ropa deportiva por lo que supuse que también hacía ejercicio.

-¡Hey! -me hice a un lado para que se sentara- ¿Que haces aquí? Está muy lejos de tu casa.

-Perdon por venir a saludarte -lo empuje un poco mientras reia- esperaba poder saludarte pero veo que ahora eres igual de madrugadora.

-Callate, desearía estar dormida en estos momentos.

Nos quedamos observando cómo un grupo de perros comenzaban a jugar entre ellos mientras sus dueños los veían a los lejos.

-Por cierto, felicidades por tu disco -paso su brazo por mis hombros para sscudirme- eres toda una estrella aquí.

-Si quieres un autógrafo, tendrás que pagarme no te lo daré gratis por ser mi exnovio -solto una gran risa separándose de mi.

-Mi primo sigue diciendo que fui un idiota por terminar contigo -el ambiente se puso un poco serio. Hace tiempo que tocaba mis ese tema. Me acomode más en mi lugar por nerviosismo- pero creo que de alguna manera tendría que pasar.

-Supongo -solo me hundí en hombros, no tenía ganas de seguir con eso- eso ya es del pasado Tomas, todo está bien.

-Lo se, solo que siento que aún te debo disculpas por terminar así.

-Todo está bien -coloque mi mano sobre la suya para darle un pequeño apreton- deja de pensar en eso o te golpeare la próxima vez que nos veamos.

Permanecí sentada un tiempo más disfrutando de su compañía. El frío de la mañana disminuyó un poco pero no lo suficiente como para quitarme la sudadera, no quería regresar a casa todavía. Quería seguir disfrutando de este clima.

-¿Qué hora es?

-Las ocho -dijo al revisar la pantalla de su celular- ¿Tienes que regresar a casa?

-Si pero no por ahora. Luke está con sus padres del otro lado del mundo y quiero llamarlo cuando ya sea navidad. ¿Sabías que navidad allá es en verano?

-Si, lo llegué a suponer -se quedo pensando un rato en lo que volvía a sacar su celular. Tecleo un par de cosas antes de volver a poner su atención en mi- ¿No deberías llamarlo ahora?

-¿Porque? -lo mire con el ceño fruncido- son doce horas de diferencia, aún no es media noche.

-Son dieciséis horas -rio un poco mientras me enseñaba su celular. Había buscado la hora en Australia, ya pasaban cinco minutos de media noche- que bueno que no es de vida o muerte.

-¡No puede ser! -me levanté rápido y salí corriendo. Regrese cinco minutos después para abrazarlo- ¡Feliz navidad! ¡Me dió mucho gusto verte!