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— Pensamos que ya no vendrías.... Así que empezamos a comer... — se disculpó Rosé, retirando nuevamente de su boca el trozo de queso que se encontraba clavado por el tenedor. Hoseok tragó rápidamente lo que había estado masticando.

— No se preocupen, fue mi culpa. Es que la reunión se extendió más de lo que debía. La abeja reina está de un humor terrible — La rubia puso sus labios en una delgada línea al sentarse frente a su amigo — hizo llorar a la pobre Ariana — Esta vez se notó cierto destello de felicidad tanto en su rostro como en su tono de voz.

— Frente a los demás... intenta sonar más convincente — bromeó Hoseok, intentando adivinar qué le había hecho la joven en cuestión para que Jennie se alegrara por lo que le pasó — ¡Ya! Cuenta...

— ¡Es que no tolero la forma en la que se le insinúa a Lisa! — siseó la rubia, apretando los puños sobre la mesa. Ni siquiera había ido a buscar su comida, fue directo a sentarse junto a sus amigos.

— ¿Y ella... correspondió a alguna de sus insinuaciones? — Jennie negó, bajando la comisura de sus labios — Creo que no debes preocuparte, a menos que notes algún tipo de interés por parte de tu chica... — sugirió Hoseok, probando el extraño jugo verde que había pedido.

— La Rosé racional te diría que le estás dando demasiada importancia a algo de lo que no estás segura y, lo mismo, a algo que no tienes aún con Lisa... — la castaña terminó susurrando

— ¿Pero...? — La chica dorada sabía que había un pero, el rostro de su amiga la delataba, como siempre.

— Pero la Rosé romántica está inmensamente feliz de verte nuevamente con ese rostro de enamorada... ¡y quiere saber todo sobre tu cita de anoche!

Jennie se giró a mirar a su alrededor, porque no quería que nadie se enterara de su nueva aventura, ni de nada que tenga que ver con su vida. Había sufrido mucho cuando su relación con Jong In terminó, y no sólo por su lastimado corazón, sino porque todos se sintieron en derecho de opinar sobre ellos.

— Y no intentes omitir ningún detalle... —advirtió su amigo con una expresión pícara en el rostro, luego de haber apartado su bandeja, tenía el rostro reposado sobre sus dos manos unidas, presto a lo que la chica dorada tuviera para contarles.

Jennie les contó todo, desde que subió al auto con Lisa, hasta que entró de nuevo a su departamento. Y las veces que Hoseok se apantallaba con las manos, o se mordía el labio, debió ser cuando les contaba la explosión de sensaciones que tuvo cuando sus cuerpos se unieron. A solas, ella era una Lisa diferente, una chica desinhibida, apasionada y sin reserva al momento de declarar sus sentimientos.

— Sus besos pueden llegar a robarme el aliento... — La rubia cerró los ojos y se pasó dos dedos por el contorno de sus labios — y la suavidad de su pelo... ¡por Dios que adoro estrujarlo entre mis dedos...! — Apretó las manos como si estuviera tocándole el cabello verdaderamente — Es... una chica maravillosa, apasionada e intensa...

— Si con tan solo oírlo me dio calor... No te juzgo por lo que debes estar sintiendo tú — bromeó Hoseok, codeándola con complicidad. Suspiró como si hubiera oído un cuento de hadas y el fuera una niña pequeña — Pero sigo reservando mis sospechas... Las tendré siempre, hasta que sepamos quién es... — susurró, acercando un poco más su cuerpo hacia sus dos amigas.

— De momento respetaré lo que me pidió. No debe ser algo tan malo... pero si para ella es importante — Jennie levantó los hombros — Si no fuera tan egocéntrica, tan sabelotodo y tan franca, creo que podría ser la chica perfecta — Apretó los labios — pero odio cuando con alguno de sus comentarios me hace sentir un poco tonta... o en desventaja.

The Secret [Jenlisa]Where stories live. Discover now