The Secret [Jenlisa]

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La semana se había cumplido y había llegado el gran momento para la que hasta ese entonces era una simple interna para todos los empleados del "CL Enterprise", asumiera su puesto como presidenta de la empresa.

Los tres amigos, Jennie, Rosé y Hoseok, se habían puesto al tanto de las increíbles novedades y pudieron entender la posición de la novia de su amiga. Por supuesto, también lo supieron Jisoo y Taehyung, por sus respectivas parejas. Entendieron también por qué nunca habían encontrado nada sobre Lisa.

Lee Chaerin se había encargado de mantenerla en las sombras, por todo lo que le había ocurrido en el pasado, en un intento desesperado por darle una vida normal, sin toda la atención que sus padres generaban en la élite de Nueva York. Querían que su hija tuviera la tranquilidad necesaria para no sentir el sofocamiento que suponía ser la heredera de dos imperios como los suyos, como también, a la chica de sus sueños.

— Aún no puedo creer que Lisa, nuestra Lisa, sea en realidad, la hija de Lee Chaerin y la próxima presidenta de la empresa — mencionó Hoseok, muy emocionado en su lugar de trabajo. Rosé y Jennie se posaban en el elegante mostrador, mientras esperaban la hora de la conferencia en la que anunciaban a la nueva presidenta.

Las otras pasantes, las que odiaban a la castaña por ser la supuesta novia de Lisa, estaban expectantes por saber quién era esa misteriosa presidenta que asumiría en pocos minutos la dirección de la empresa. Corrían rumores de que era la hija desaparecida de Chaerin, pero desconocían que se trataba de alguien a quien conocían desde hace meses.

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El momento había llegado, junto a la entrada triunfal de Chaerin, Jiyong y Lisa, por la puerta principal. No hubo quien no los mirara, en especial a la ex interna, quien caminó directa hacia Jennie, tomándola de la mano, continuó con su camino hacia el ascensor.

Las impertinentes pasantes se quedaron con los ojos cuadrados al enterarse de quién era en verdad la interna y, que no era Rosé la elegida, sino Jennie, su mejor amiga y ahora jefa de Negociaciones internacionales.

Chaerin se despidió de todos con la frente en alto, presentando a todos a su digna heredera y sucesora. Lamentó por todo lo que ahora tendría que pasar, a su corta edad, pero confiaba plenamente en que tendría a dos apoyos incondicionales para sobrellevarlo cuando ella ya no estuviera.

Támara y Rita chillaron al ver que la pasante a quien llegaron a tener cariño, luego de detestarla, sería ahora su jefa. Ésta las miró con complicidad al salir de la conferencia de prensa y se acercó a ellas. Ambas se arreglaron como pudieron al verla ir a donde estaban.

— Queremos felicitarla por su nuevo puesto, señorita Lalisa — mencionó Tamara, la más habladora. Lisa intentó, (con mucha dificultad) no reír al ver ese exagerado maquillaje en el rostro de esa mujer — y decirle que no fue con mala intención que a veces la corregía.

La mujer se veía muy avergonzada, pero la flamante presidenta se encargó de calmarla. La tomó del hombro y negó con la cabeza.

— No te disculpes por decirme la verdad, Tamara. Gracias a tus estirones de oreja, y a los de mi novia — Miró a Jennie, quien estaba a su lado y vieron a Rita chillar — hoy soy una mejor persona. Por favor, no dejes de hacerlo.

— Desde que supe que estaban saliendo, me puse muy feliz por ustedes dos — Tanto Lisa, como Jennie y Rita, la miraron muy sorprendidas. Tal vez más Rita, quien se veía un poco decepcionada por enterarse recién — Las vi hace un tiempo, besándose en la calle, pero no le dije a nadie — aclaró rápidamente.

— Valoro tu discreción, Támara. Gracias — repuso Lisa, antes de despedirse de ella — Ah, Rita, haces un café increíble, espero que me sigas consintiendo — bromeó y todas rieron. La aludida no pronunció palabra, sólo asintió y acomodó su pelo detrás de la oreja.