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El plan de Lisa, de presentar a Jennie a sus amigas, había sido desbaratado. Había olvidado por completo que ese sábado era el compromiso de Jisoo con su novia falsa y que tal vez Rosé necesitaría a su mejor amiga. Al parecer, fueron cosas del destino, porque en ese momento estaba manejando en dirección a la casa de su madre, en el Villard Mansions.

Chaerin y Jiyong habían organizado una cena de bienvenida para las amigas de su hija. A la pelirroja le hubiera gustado bajar de su auto y rodearlo para abrir la puerta a su chica dorada, pero sentía que ese momento estaba cada vez más cerca ahora que había conseguido su promoción. Levantó la mirada y vio enfrente al imponente Hotel Plaza, con su elegante fachada, dándole la bienvenida. La fresca brisa la despeinó y llevó rápidamente sus dedos para peinarse de nuevo. Entregó sus llaves al joven ballet parking y, al ver que sus amigas ya habían llegado, no perdió tiempo y se dispuso a alcanzarlas.

Se sorprendió un poco al no ver a su madre entre los que conversaban animadamente en la sala de estar. Tanto Jeongyeon como Momo mantenían su impoluta elegancia, a pesar de estar en un ambiente relajado y familiar. Timothy, apenas la vio traspasar el vano de la puerta, mostró su radiante sonrisa. Consideraba a Lisa como a una hija y no intentaba ocultarlo, se acercó de inmediato y recogió su abrigo para guardarlo.

— ¡Timothy, tanto tiempo! — Le palmoteó la espalda.

— Es bueno tenerla por aquí, Señorita — La acompañaba mientras se acercaba al grupo. Su padre levantó su vaso (a medio cargar) y la invitó a unírseles.

— ¿Y mi madre? Es raro no verla aquí... — Lisa miró a Timothy y éste se aclaró la garganta antes de contestar. Ella observó por todo el lugar y no había rastros de su madre.

— Ella debe estar preparándose, no debe tardar en hacer su aparición — respondió sereno, pero con un dejo de preocupación — ¿Se queda a dormir esta noche? Iré a preparar su habitación...

Lisa pensó que su apuro se debía a la alegría de tenerla ahí, así que asintió con una sonrisa amable, ella no sospechaba que en realidad el hombre estaba conteniendo las terribles ganas de contarle que acababa de ayudar a su madre a recostarse por sus (ahora constantes) malestares. Chaerin había sido tajante respecto a la información que llegaría a su hija, por lo menos hasta tener la certeza de su situación.

—Gracias, Timothy. Iré a saludar a las chicas.

Con una mano colocada elegantemente a su espalda y con la otra sosteniendo el abrigo de su joven ama, Timothy se retiró de su presencia luego de hacer una leve reverencia. La familia nunca le había exigido tales formalidades, pero él insistía que eso le habían enseñado en la escuela de mayordomos y que le daba un mejor estilo.

— Ya estábamos preocupadas por ti — bromeó Jeongyeon, cuando la pelirroja las alcanzó — Pensamos que fuiste secuestrada por una rubia misteriosa... — Momo tenía un semblante más serio, pero aun así dibujó su mejor sonrisa ante el comentario de su amiga. Jiyong se apresuró a servir un trago para su hija, quien no se opuso al ofrecimiento.

— Es que quería hacer mi entrada triunfal una vez que todos estuvieran presentes, pero al parecer fallé — dijo la pelirroja refiriéndose a la ausencia de su madre. Apretó los labios y fingió estar decepcionada.

— Ya conoces a tu madre, nadie le gana en entradas triunfales — repuso su padre, al momento en que le pasaba su trago. Lisa levantó ambas cejas y asintió.

— No es para tanto, Jiyong... — interrumpió Chaerin, causando que los presentes se quedaran mudos al verla entrar a la sala de estar. Vestía un sencillo pero elegante conjunto en tonos grises, el cual resaltaba su envidiable figura.

The Secret [Jenlisa]Where stories live. Discover now