The Secret [Jenlisa]

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Algo sucedió esa noche, que motivó a Jiyong a ir a visitar a Spencer Kutchner a su despacho. Por supuesto, a pesar de ser toda una sorpresa para el empresario, lo recibió sin titubear. Era uno de sus principales clientes en el banco, junto con su ex esposa.

— Debo reconocer que me sorprendió tu visita, Jiyong — dijo el hombre canoso, mientras servía un vaso de wiski.

— Vengo por negocios... — repuso, aceptando el vaso de manos de su interlocutor. Tenía el rostro muy sonriente.

— Soy todo oídos — bromeó el hombre y tomó asiento tras su escritorio.

— Quiero que rompas ese ridículo compromiso de tu hija con Jisoo Kim — dijo Jiyong, bebiendo un sorbo de su bebida. Spencer levantó una ceja y se recargó en los brazos, sobre su escritorio.

— ¿Por qué debería hacerlo? ¿Acaso vas a ofrecerme a tu hija? Leí que tiene novia — Se recostó nuevamente por el espaldera de su silla.

— No, quiero a Violeta para mí — El padre de la joven se quedó boquiabierto. Definitivamente, los ceros en la cuenta bancaria de Jiyong superaban con creces a la de Jisoo.

— ¿Estás seguro? Debo preguntarle a mi pequeña — mencionó, mirando hacia la puerta. Jiyong parecía estar muy decidido.

— Hazlo, pero de momento, rompe ese compromiso, o retiro todas mis cuentas de tu banco. Por supuesto, Chaerin lo hará también — No parecía estar de broma, lo que causó una mirada preocupada en el rostro del banquero.

— Está bien, lo haré — respondió. Jiyong sonrió de costado y suspiró. Algo lo tenía muy decidido a actuar de esa manera.

— Es un placer hacer negocios contigo... — Levantó su vaso en señal de brindis. No lo demostró mucho, pero el banquero estaba que bailaba en una pata. Jamás imaginó que su hija conquistaría a uno de los hombres más importantes de Nueva York.

Jiyong se despidió de su amigo luego de terminar su ronda de tragos. Debía ir a ver que todo marche bien en la empresa, como se lo había prometido a Chaerin.

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Los padres de Jisoo no tuvieron de otra que aceptar el rompimiento. Si Jiyong retiraba su capital del banco, sería una gran pérdida para ellos, más aún, si lo hacía también Chaerin. Jisoo no podía esperar para contarle a su dulce Rosé que por fin eran libres de vivir su amor, aunque desconocía que su madre ya tenía a otras candidatas para ella y para Taehyung.

— ¿Te imaginas a esa joven, saliendo con Jiyong? Tiene la edad de su hija... — criticó la señora Kim. Jisoo rodó los ojos y sonrió irónica.

— Eres muy hipócrita, madre. Hablas como si papá no te llevara casi los mismos años — repuso Jisoo, con la mayor ironía que pudo. Le caía muy bien Momo, pero si Kwon Jiyong estaba tan interesado en Violeta, como para amenazar a su familia con retirar su cuantiosa fortuna del Banco, con tal de conseguir su libertad de ese compromiso, era ahora su mejor aliada.

— Si encontré a una, encontraré a otra — susurró su madre con una mirada perversa. Ya tenía seleccionada a la futura esposa de Taehyung, no le sería difícil, con su estatus, conseguir otra para Jisoo.

Ahora solo debía acelerar las cosas con su hijo menor, no vaya a ser que se le adelanten de nuevo y le roben la nuera. Esa misma tarde concretaría el compromiso con la familia de la joven.

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Tae había salido con Hoseok y con todos sus amigos para festejar la buena noticia. Habían ido a bailar a un club, luego de cenar en el «Day dream», el bar en el que Jiyong había conocido a Violeta.