6. Sirena

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[Holaaa a todos de buena mañana!!!

Sí, hoy es un día especial, y no porque publique un viernes sino por es 15 de Noviembre, es decir, el cumple de mi Mari, AitedaC.  Sí amiga, esto es una pequeña parte de la sorpresa con la que tanto te he "asustado". A lo largo del día recibirás todas las demás.

Y con vosotros, para celebrarlo, aquí tenéis un maratón. Voy a intentar que sea de 3 capítulos, pero no prometo nada, exámenes
lo llaman.

Dicho esto, espero que lo disfrutéis mucho y que os guste. Como siempre, os leo y os contesto!!!
Besooos💙💛]



«Animal fabuloso que vive en el mar.»

Cepeda

Roi se aseguraba de tener todos los decorados necesarios para la fiesta que íbamos a montar.

Mañana, 15 de noviembre, cumplía años mi canaria favorita, mi compañera de risas y lágrimas, mi suerte en la vida, Ana.

Nos iríamos el fin de semana a una casa en Cerbère, Francia, dónde ya habíamos ido alguna que otra vez. La única diferencia es que las chicas que ahora nos ayudaban en la tienda tras la ausencia de la cumpleañera, también vendrían con nosotros después de aceptar la propuesta que les planteamos a una de ellas en el bar.

El horario se había acortado hasta las dos de la tarde para que al llegar a nuestro destino pudiésemos aprovechar un par de horas.

Roi bajaba y ponía el candado en la verja mientras Amaia y Aitana pegaban unos carteles donde pedíamos disculpas por nuestras ausencia el fin de semana. Yo, por mi parte, colocaba todo el equipaje el mi coche, donde iríamos tres de los que ahora mismo estábamos allí.

Tras más de un mes quedando incontables veces con la catalana y la de Pamplona, también se unió Alfred, quién manifestaba tener una relación especial con ésta última. Parecía que nuestro pequeño grupo crecía pues el contacto con ellas era diario, y aún más si hablaba Aitana, con quién ya había cogido mucha confianza.

Estábamos colocados en fila, rezando nuestra canción favorita para que la canaria no tardase mucho en llegar y así poder resguardarnos del frío que había invadido Barcelona estos meses.

Apareció girando la última esquina, bien abrigada, con una coleta medio desecha y una maleta azul marina pequeña de la cuál tiraba con rabia al ver como se le enganchaba en cada bache que se encontraba.

Amaia hacía rato que marchó, tanto ella como Alfred habían decidido ir en tren ya que se complementaba mejor con el horario que tenía su "amigo".
Llegarían un rato después que nosotros pues con el transbordo perderían tiempo, pero nada importante, porque realmente la fiesta sería al día siguiente.

Los 40 sonaban por todo el coche, marcando los éxitos más populares e internacionales. Aquello parecía un karaoke en movimiento, todos cantábamos a pleno pulmón. "Lo malo" estaba escogida para ellas pues hasta la del flequillo la cantaba ignorando la vergüenza que la invadía. Movían sus cabezas de un lado a otro, sus manos se colocaban como si llevasen un micro y, hasta en algún momento, se marcaron algún paso de baile a pesar de llevar un cinturón que les restaba movilidad.

Llevábamos más de una hora de camino, no nos quedaba demasiado para llegar, ya habíamos recorrido la mitad, pero poco aguantaría con Roi de copiloto.

Se cambió atrás, con Ana, Aitana pasó delante observando el camino mientras movía su pie al ritmo de la música. Mi vista estaba en la carretera, aunque no pude evitar que varias veces se dirigiese hacia ella. Bendito rabillo del ojo.

Tus acordes en mi guitarraWhere stories live. Discover now