39. De nuevo

726 39 37
                                    

«Indica la repetición de la acción expresada por el verbo o la devolución de una cosa a un estado anterior.»

⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Se retoca de nuevo esa máscara de pestañas intentado, con mucha delicadeza, no estropear el sencillo maquillaje que se había puesto esa mañana para camuflar unas ojeras de más de una noche.

Porque ocho años no pasan indiferentes para cualquiera.

El espejo la obliga a pararse ante él y, después de mucho tiempo, consigue reconocerse en unos pequeños detalles a aquella chica risueña a la que tanto extraña.

Se mira de nuevo y observa sus cambios. El pelo más corto desde hace un par de años, su cara que ya no la califica como adolescente y ese flequillo que sigue intacto desde que tiene uso de razón. Recoloca ese top negro palabra de honor y se cierra su nueva chaqueta a conjunto con el pantalón de rayas negras y rojas.

Hoy es una noche especial, si no, se hubiese limitado a vestirse con uno de sus chándals con los que va tan cómoda. Sonríe al pensar lo que se viene hoy y sale de casa. No la cuesta ver a Amaia llegando más corriendo que andando porque de nuevo y aunque pase los años, ha vuelto a llegar tarde.

¿Y Emma? —pregunta la catalana al ver a su amiga sin su hija, que en estos años se han convertido en uña y carne—

Con los abuelos, que mamá necesita una noche de chicas sin estar pendiente de una niña que empieza su etapa del pavo.

La catalana no puede evitar reírse ante la nueva estampa de su amiga, que a pesar de que ya lleva dos años como madre "oficial" no se ha acostumbrado a verla así. Se agarran de la mano y caminan riéndose y recordando viejos tiempo, prometiendo también, que no se dejarán beber muchas copas, que mañana una vuelve a Pamplona y la otra trabaja.

Llegan a un bar donde encuentran al resto de sus amigas. Miriam se levanta con dificultad porque la barriga de su segundo hijo empieza a ser cada vez más notable y eso la está quitando mucha movilidad. Aitana corre hacia ella intentando evitar que se levante de la silla, pero lo único que consigue es que acepte su ayuda para saludar al resto.

Jimena y Ana corren a abrazar a Amaia porque desde que se mudó a Pamplona para estar más cerca de sus padres y así tenerlos en caso de emergencia maternal, casi no se han visto la cara. Todo parece estar igual, todo, menos esa silla que hoy está vacía y que en cualquier otro momento hubiese ocupado Ann.

Cuanto la echan de menos, piensan todas. La marcha de Ann a Valencia para poder tratar a Lía no dejó más que recuerdos y abrazos prometidos. Es cierto que nunca falta una videollamada con ella, pero, sobre todo Ana y Aitana, notan su ausencia día tras día.

Espero que me hayáis echado de menos, guarras. —es esa voz que ha compartido tantas noches con ellas las que les hace mirar a todas hacia el lado contrario de la barra encontrándose con la sonrisa de la ultima componente del grupo.

Pasan más de tres copas entre sus bocas, menos por la de Miriam que se limita a tomarse un zumo de manzana. Bailan lo que la música las permite durante horas hasta que los años pesan y deciden irse ya a casa.

Van caminando todas juntas por la misma acera cuando a Ana le empieza a dar un ataque de risa. Y esto se les va contagiando una por una hasta que todas acaba muertas de risa en medio de una calle sin saber el motivo de porque esas carcajadas. Miriam las maldice porque no se ha podido contener y debe ser que a su hijo que todavía crece dentro de ella no le ha hecho tanta gracia como ellas que su madre se ría y lo ha manifestado con unas patadas fuertes que dan la sensación de partir en dos a su madre.

Tus acordes en mi guitarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora